Las fuerzas de seguridad de Francia detuvieron a 309 manifestantes este jueves, en el marco de la huelga general convocada por los principales sindicatos, en rechazo al proyecto presupuestario presentado por el gobierno del ex primer ministro François Bayrou.
Según informó el ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, 134 de las personas arrestadas permanecen bajo custodia y 26 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en los incidentes ocurridos en todo el país.
El funcionario precisó en rueda de prensa que las manifestaciones movilizaron “poco más de 500.000 personas” en el país y alertó sobre la presencia de “7.300 individuos radicalizados y peligrosos”, a quienes consideró responsables de los disturbios más graves.
Destacó que los efectivos “contrarrestaron” los avances de este grupo radicalizado y “bloquearon sistemáticamente las situaciones más críticas” en la calle. En este sentido, mencionó el despliegue policial ordenado frente a las múltiples protestas.
Por su parte, el nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, subrayó la centralidad de las demandas sindicales en las consultas que mantiene el Ejecutivo con otros partidos políticos.
“Las demandas presentadas por los representantes sindicales y compartidas por los manifestantes en las marchas son el núcleo de las consultas”, afirmó.
Asimismo, anunció que se reunirá con los referentes gremiales “en los próximos días”.
“Tras la convocatoria de los sindicatos a una manifestación este jueves 18 de septiembre, deseo reafirmar mi compromiso de continuar el diálogo con todos los interlocutores sociales”, insistió. El jefe de Gobierno condenó “enérgicamente los abusos contra las fuerzas del orden y los servicios de emergencia, así como los daños ocasionados durante la jornada en suelo francés.”
Lecornu expresó su postura tras la agitación social del día en su cuenta de la red social X: “Reafirmo firmemente: la violencia no es un medio legítimo de acción política y nadie debe tolerarla. No puede haber libertad de protesta sin respeto a la ley”, publicó el primer ministro en la red social X.
Retailleau responsabilizó de antemano por los posibles disturbios a “grupúsculos de ultraizquierda”. El pasado 10 de septiembre, París experimentó bloqueos y manifestaciones contra el Gobierno, movilizando cerca de 200.000 personas.
Las autoridades francesas desplegaron alrededor de 80.000 policías y gendarmes en todo el país, con el apoyo de unidades antidisturbios, drones y vehículos blindados, durante la jornada de huelga general de este jueves. La policía reportó inicialmente 90 detenciones, cifra que luego se elevó a 309.
La protesta reunió a profesores, conductores de trenes, farmacéuticos y personal hospitalario, quienes formaron parte del paro convocado por los sindicatos. Además, adolescentes bloquearon decenas de escuelas secundarias en señal de adhesión a la movilización.
Las protestas contra las medidas de austeridad en toda Francia exigieron al presidente Emmanuel Macron y al nuevo primer ministro atender el descontento social y anular los recortes presupuestarios previstos. La queja de los manifestantes se centra en el proyecto de presupuesto impulsado por el ex primer ministro François Bayrou, quien promovió una serie de recortes argumentando que permitirían ahorrar 44.000 millones de euros (52.000 millones de dólares).
Las organizaciones gremiales y los participantes en las marchas expresaron su rechazo a estas medidas, consideradas como una amenaza para los derechos laborales y los servicios públicos en Francia.
(Con información de Europa Press)