Sábado, 24 de mayo de 2025   |   Nacionales

Horacio Rodríguez Larreta y el regreso del Topo Gigio

Horacio Rodríguez Larreta y el regreso del Topo Gigio

La Arenga del Final

La arenga que resonó en su búnker tras la elección refleja lo que ha vivido Horacio Rodríguez Larreta en los últimos dos años. “Volvimos”, exclama con fuerza. “Volví”, se escucha entre las voces de su equipo. Este es un hombre que se preparó y llegó a sentir que estaría en la Casa Rosada, pero que de repente se encontró en el llano. Un dirigente que tuvo que recalibrar su trayectoria y ahora buscará resurgir desde la Legislatura porteña. Más allá de eso, es un militante que se sintió desterrado de su propio partido y que logró su revancha. No solo ha vuelto, sino que su regreso dejó al PRO con una herida significativa en la Capital.

Pese a ello, el exjefe de Gobierno no logró un hito trascendental. Ante las circunstancias, su equipo se conformaba con sustraerle algunos puntos a su antiguo partido para asegurarse un lugar como diputado y demostrar que los necesitaban adentro. Obtuvo un 8% de los votos, quedando en cuarto lugar. El PRO, con todo el aparato del Gobierno a su disposición, alcanzó el tercer lugar y ni siquiera pudo duplicar su cantidad de votos. Esa es su victoria.

La Venganza de Larreta

Durante la celebración, Larreta hizo un "Topo Gigio" a Mauricio Macri. Imitando el gesto icónico de Juan Román Riquelme en la cancha de Boca, se llevó las manos a las orejas, invitando al expresidente a escuchar lo que ocurría. No lo hizo solo una vez, sino en varias ocasiones.

Para el exalcalde porteño, este proceso electoral no solo representa su retorno a la política, sino también una reconstrucción personal. Desde que Macri le dio la espalda como precandidato presidencial, Larreta tuvo que afrontar un duelo por el partido que ayudó a construir y pensar en un plan B con un pequeño equipo de trabajo, los pocos que permanecieron cuando el aparato se desmoronó.

Por ello, sus mensajes en contra de Jorge Macri fueron contundentes: “La Ciudad está mal, no es lo que era: hay mugre, hay olor a pis”, afirmó. Y agregó: "La gestión es deficiente, no se aborda lo que realmente necesita la Ciudad: la seguridad, y las obras son inexistentes. Eso es lo que me reclamaron en cada barrio”.

Las críticas del PRO hacia su decisión de competir independientemente aumentaron tras los resultados. “Ayer hicieron la peor elección de la historia; que dejen de buscar responsables y se pongan a trabajar”, respondió.

Su equipo, que también fue marginado junto al exalcalde, arremetió contra Jorge Macri, creando una canción que continuaron cantando durante toda la semana posterior a las elecciones: “A Jorge Macri le dimos la calesita y el inútil la volcó”, repetían.

La Reconstrucción del Ex Jefe de Gobierno

Este fue solo el inicio del plan Venganza. “Este 8% es un punto de partida”, argumentaron en su espacio después de la elección. Larreta necesita destacarse en la Legislatura para tener oportunidades de competir en dos años por lo que realmente le interesa: la función ejecutiva. Su objetivo es regresar a la jefatura de Gobierno. “Vamos a recuperar la Ciudad”, anunció.

Sin embargo, enfrenta varios desafíos. Se dio cuenta de que hacer una campaña sin estructura no es sencillo. Pero el principal obstáculo es que deberá superar a todos los aparatos existentes para lograr su meta: el gobierno nacional, el local y el peronismo. ¿Es posible? Él asegura que sí.

Para ello, el candidato de la "avenida del medio" debe triunfar, algo que no ocurrió en elecciones anteriores. Sin embargo, el exalcalde considera que no debe cambiar su enfoque, sino que la sociedad empezará a exigir algo diferente. Se apoya en la idea de que su gestión será valorada, más allá de las divisiones políticas. Todo está por verse.

Su desafío personal radica en destacarse en el órgano legislativo, siendo un dirigente tan vinculado a la función ejecutiva. Pero era la única forma de salir del llano, y decidió asumirla.

Su regreso a la política activa tiene un sabor especial. Es un reto que lo enfrenta a Macri, quien lo dejó de lado en la interna presidencial contra Patricia Bullrich, a pesar de haber prometido imparcialidad; y que luego, con el Pacto de Acassuso, lo colocó en una situación incómoda, sin un lugar dentro de un PRO que se transformaría en colaborador del Gobierno. Su meta a largo plazo es doble: recuperar la Ciudad y acabar con el proyecto del ex presidente.

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