En Educación buscan así dar cumplimiento efectivo a la Ley 25.864 que fija un piso mínimo de 180 días de clases en todo el país. Al respecto, la ley estipula el envío de fondos a las provincias por parte de la Nación para el caso de que los conflictos docentes afecten el normal dictado de clases, y señala que los 180 días serán fijos para los establecimientos en los que se imparta educación inicial, educación general básica o educación polimodal.
Pero para que esa determinación oficial no tropiece con la falta de colaboración de los maestros, en Educación ya habrían resuelto, además, volver atrás con la decisión de descontar los días no trabajados como consecuencia de la adhesión a los distintos paros.
“Lo que nos interesa es que se cumpla con los 180 días de clase, por eso no se van a descontar los días de paro. No se puede exigir al docente que quede más tiempo al frente del aula, y por otro lado castigarlo por el ejercicio de un derecho legítimo, como es el derecho de huelga”. Fuente: El Diario