Viernes, 5 de septiembre de 2025   |   Nacionales

Gustavo Córdoba analiza las pérdidas del Gobierno en Buenos Aires y su impacto en la gestión actual

El consultor Gustavo Córdoba analiza el eje de las legislativas del domingo en la Provincia de Buenos Aires y proyecta efectos nacionales y en Córdoba.
Gustavo Córdoba analiza las pérdidas del Gobierno en Buenos Aires y su impacto en la gestión actual

Eduardo Bocco Orestes Lucero

Gustavo Córdoba, de la Consultora Zuban Córdoba, evaluó el panorama de cara a la votación del domingo en Buenos Aires, centrándose en la respuesta de los mercados y las reacciones políticas de la oposición. “La cuestión ya no es si el Gobierno nacional, es decir, los candidatos de Milei, ganan o pierden la elección, sino cuánto perderá el Gobierno nacional”, afirmó en una conversación con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7). Amplió su visión acerca del impacto en Córdoba y la distribución de bancas en Diputados.

La elección del domingo en Buenos Aires es fundamental para el Gobierno nacional y el resto de las fuerzas, especialmente para el peronismo de Kicillof. ¿Cuál es tu opinión?

– Existen indicios que sugieren que el domingo por la noche será un día ventoso en la provincia de Buenos Aires y en toda Argentina. Nadie anticipaba este escenario cuando Kicillof decidió desdoblar las elecciones. La situación ha cambiado notablemente: ahora la discusión no es si el Gobierno nacional —los candidatos de Milei— ganan o pierden, sino por cuánto perderá el Gobierno nacional.

¿Crees que la lista del peronismo triunfará?

– No tengan dudas. Escuché a Roberto Mayol mencionar que el mercado tolera hasta cinco puntos de derrota, y sus proyecciones son esas. Si sumamos lo que dijo el Presidente en sus entrevistas con Majul y Aresco —empate técnico o derrota por dos—, el Gobierno prevé una pérdida de entre dos y cinco puntos. Me recuerda a 2019: se instaló que se perdería por dos y al día siguiente fueron quince. Algunos sostienen que ahora la diferencia podría llegar a diez puntos.

¿Qué influye más en la decisión del electorado: los escándalos o el plan económico?

– Es un conjunto de factores: la crisis generada por los audios y de Spagnuolo; recordando el tema de la criptomoneda; la “motosierra” como obra pública; el escándalo del fentanilo y las más de 100 muertes; y la actitud frente al Garrahan. Aunque se afirme que los audios “son una operación”, el daño proviene de la reacción del Gobierno: incompetencia e incapacidad.

El Gobierno mantuvo silencio casi una semana y el caso toca el tema de la discapacidad; además, Karina Milei aparece con acumulación de denuncias desde la compra de candidaturas. ¿Cuál es tu lectura?

– Karina es parte de Milei y no va a distanciar su figura del Gobierno. No le pedirá la renuncia, una forma elegante de afrontar la crisis. El Gobierno anticipa un resultado adverso; será interesante observar cómo reaccionan los mercados el domingo por la noche. La mejor estrategia opositora es permitir que el Gobierno continúe cometiendo errores: cuando tu enemigo se equivoca, no lo interrumpas.

Si algunos resultados se repiten, ¿se complicará la campaña hasta octubre? ¿En qué consistió el error?

– La situación es complicada. Tomaron decisiones equivocadas: confiaron en una marca y no en candidatos con experiencia. Les va bien donde compiten con extrapartidarios (Mendoza y Capital Federal), pero en otras regiones la tracción partidaria ya no es suficiente tras la crisis: ahora LLA tiene menos valor y “pintar de violeta” la mitad de las provincias ya no resulta efectivo.

Córdoba: escenario y bancas

Regresando a nuestro territorio: ¿cómo ves la confrontación entre Schiaretti y Gonzalo Roca (poco conocido)?

– Roca tiene como único estandarte la fortaleza del partido, pero con estas sospechas de corrupción, carga una pesada mochila. Schiaretti tiene ventaja: mejor imagen, figura central y anti-kirchnerista desde la 125; podría captar a libertarios desencantados.

Córdoba elige 9 diputados. ¿Es posible que alguien fuera de las dos fuerzas principales ingrese?

– Sí. El 4-4-1 se dio antes de la crisis; hoy podría ser 5-3-1-1 o 4-3-1-1. Es crucial cuánto obtenga el primero: determina la ley D’Hondt. Schiaretti tiene entre 35 y 40; LLA estaba entre 25 y 30 antes del escándalo. Si Carro sube un par de puntos, no se los quitará a Schiaretti, sino a otra fuerza; Mestre puede experimentar un aumento significativo; y Baldassi es una figura popular con potencial de sorpresa.

¿Qué reflejan las provincias tras el escándalo?

En Tierra del Fuego, LLA cayó de 36 a 28; en otras provincias se deprimen cinco o seis puntos. En al menos dos, podrían no conseguir ningún diputado. El núcleo duro nacional de 25–30 es el más propenso a la ausentismo.

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