Martes, 28 de octubre de 2025   |   Internacionales

Guillermo Cueto afirma que elementos del Ejército de Colombia podrían promover la salida de Petro: ‘Dios quiera que sí’

El exoficial afirmó que el presidente colombiano podría enfrentar acciones por su presunta colaboración con el régimen venezolano y con el narcotráfico
Guillermo Cueto afirma que elementos del Ejército de Colombia podrían promover la salida de Petro: ‘Dios quiera que sí’

La advertencia de Guillermo de Cueto, exoficial de Seguridad Nacional de Estados Unidos, sobre la posible realización de operaciones militares estadounidenses en Venezuela y Colombia ha generado inquietud en la región.

En una entrevista con NTN 24, De Cueto sostuvo que el presidente Gustavo Petro se ha convertido en un “blanco” por su presunta colaboración con el régimen de Nicolás Maduro y su supuesta implicación en actividades vinculadas al narcotráfico.

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Además, describió la magnitud del despliegue militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico, y subrayó que la estrategia de Washington contempla acciones de gran alcance para enfrentar la amenaza del narcotráfico y la inestabilidad regional.

De Cueto afirmó que Colombia forma parte de la ecuación de seguridad de Estados Unidos, si bien matizó que la naturaleza de una eventual intervención sería distinta a la prevista para Venezuela.

Según el exoficial, “Petro es un blanco, no los colombianos, obviamente, pero Petro es un blanco y yo considero que puede pasar algo en contra de Petro… es posible que haya elementos del Ejército de Colombia que promuevan sacar a Petro del poder”.

De Cueto argumentó que el mandatario colombiano ha sido calificado como dirigente y participante de un grupo narcoterrorista, lo que, a su juicio, lo sitúa fuera de las normas habituales de un presidente electo y lo convierte en un objetivo de interés para las agencias estadounidenses.

El exfuncionario explicó que la supuesta colaboración entre Petro y Maduro no se limita al plano político-ideológico, sino que incluiría aspectos logísticos y operativos y el respaldo de recursos, especialmente en operaciones asimétricas a través de la frontera colombo-venezolana.

“Cuando yo me refiero a eso quiere decir que es posible que haya, Dios quiera que sea así, elementos dentro del ejército de Colombia que siempre han estado al lado de los Estados Unidos y de los países libres del hemisferio, que ayudasen o, o que promoviesen el punto de vista práctico, operativo, eh, sa-sacar a Petro del poder (SIC), afirmó Cueto.

De Cueto mencionó el uso de la frontera y del grupo criminal Tren de Aragua en estas dinámicas, lo que, según él, ha perjudicado tanto a Colombia como a la región.

Al profundizar en la diferencia entre los escenarios de Colombia y Venezuela, De Cueto sostuvo que, aunque Petro llegó al poder por vías democráticas, la existencia —a su juicio— de pruebas directas e irrefutables en su contra podría justificar acciones por parte de sectores del Ejército colombiano, tradicionalmente aliados de Estados Unidos.

No obstante, aclaró que no prevé una intervención militar directa ni de mayor complejidad en Colombia, algo que sí considera posible en Venezuela.

“No creo que vaya a incluir otro tipo de acción más kinética o más compleja, como sí creo que puede pasar en Venezuela”, puntualizó en la entrevista con NTN 24.

De Cueto insistió en que la presentación pública de pruebas contra Petro no es habitual en este tipo de operaciones, porque revelar información sensible podría alertar a los implicados y frustrar eventuales acciones.

A su entender, la estrategia estadounidense se basa en un “gradualismo ascendente”, con operaciones que pueden desarrollarse de manera progresiva y diferenciada en cada país, según la naturaleza de las amenazas y la colaboración de actores internos y externos.

En cuanto al despliegue militar estadounidense en la región, De Cueto describió la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford al Caribe como una muestra del poderío naval de Estados Unidos y una medida preventiva ante posibles amenazas provenientes de Venezuela, que, según él, ha recibido misiles de Rusia e Irán.

El portaaviones, acompañado por al menos ocho navíos militares y una importante dotación de aviones y marines, se suma a los recursos ya presentes en la zona, lo que, en palabras del exoficial, supera con creces la capacidad necesaria para interceptar embarcaciones vinculadas al narcotráfico. De Cueto interpretó este despliegue como una señal dirigida a las Fuerzas Armadas y a la cúpula del régimen de Maduro, así como a sus aliados internacionales, para advertirles sobre las consecuencias de persistir en actividades ilícitas y desestabilizadoras.

El exfuncionario también se refirió a los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago, ubicados a escasos once kilómetros de Venezuela, considerándolos un llamado a las Fuerzas Armadas y a la sociedad civil venezolana para que actúen contra la cúpula del régimen de Maduro. De Cueto subrayó que la intención de Washington no es provocar una confrontación militar directa ni una invasión, sino presionar a los mandos superiores y fomentar la cooperación con actores disidentes, tanto civiles como militares, para aislar a los principales responsables de la crisis venezolana.

El contexto regional, según De Cueto, se ha vuelto más complejo con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para que tropas de ocho países, incluidos Estados Unidos, intervengan en Haití con el objetivo de neutralizar a los líderes de las bandas criminales. Esta operación, que se extenderá desde Haití y República Dominicana hasta las costas de Centroamérica, el Caribe y el Pacífico, refleja la amplitud de la estrategia estadounidense para garantizar la seguridad hemisférica y combatir el narcotráfico en múltiples frentes.

En ese escenario, De Cueto remarcó en NTN 24 que la operación regional de Estados Unidos abarca desde Haití hasta el Pacífico, con la participación de efectivos y recursos suficientes para responder a cualquier amenaza y ejecutar acciones donde se considere necesario, reafirmando así la determinación de Washington de mantener la estabilidad y la seguridad en el continente.

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