La empresa SpeedAgro, especializada en la provisión de insumos y que abarca miles de hectáreas, atraviesa un período de “estrés” financiero y se encuentra en proceso de renegociación de su deuda bancaria, aunque ha desmentido haber solicitado un concurso de acreedores, como informaron varios medios el fin de semana.
Así lo comunicó la empresa a LA NACION. Ubicada en Sauce Viejo, Santa Fe, SpeedAgro se dedica a la producción de coadyuvantes y genera aproximadamente US$70 millones en este rubro. Su presencia se extiende a doce países en este sector. En los últimos años, la firma ha sembrado alrededor de 120.000 hectáreas en Santiago del Estero y Chaco, aunque esta superficie se reducirá significativamente en la nueva campaña.
En esas provincias, la sequía en las últimas dos campañas impactó negativamente en sus operaciones, explicaron desde la empresa. De las 120.000 hectáreas cultivadas, entre 8.000 y 9.000 son propias; el resto se realiza en asociación con otros productores y empresas. Cuando SpeedAgro establece una sociedad, asegura al menos el 51% de participación.
“El negocio de insumos está bien”, afirmó Felipe MacLoughlin, miembro del directorio de la empresa. Añadió: “La noticia es falsa, no nos hemos presentado a concurso”. A pesar de desmentir el proceso, MacLoughlin reconoció que existe un “estrés” financiero a raíz de los efectos adversos de la sequía.
El ejecutivo también descartó problemas con los bancos, aunque admitió estar en renegociación con entidades locales cuyos nombres no fueron revelados. “La negociación lleva dos a tres semanas”, señaló. La deuda asciende a alrededor de US$60 millones. “No tenemos atrasos bancarios, estamos cumpliendo”, enfatizó.
Recientemente, Víctor Escalas, presidente de la empresa, reiteró: “Es falso que nos presentamos a concurso de acreedores”. Añadió que la compañía “está al día” con los salarios e impuestos y cuenta con un plantel de 130 empleados.
En este contexto, MacLoughlin mencionó a LA NACION que la firma reducirá considerablemente su siembra en las provincias donde opera, disminuyendo de 120.000 a entre 40.000 y 60.000 hectáreas. “Llevamos 10 años en el mercado y los últimos dos años [en esas provincias] han sido muy difíciles”, explicó.
Desde diciembre, empresas como Los Grobo Agropecuaria, Agrofina [controlada por Los Grobo] y Surcos han ingresado en concurso de acreedores, todas ellas relacionadas con el sector de insumos, lo que encendió alarmas respecto a SpeedAgro.
Al igual que otras empresas del rubro que buscan superar la coyuntura, en el caso de SpeedAgro se mencionaron varios factores que han contribuido a generar el “estrés”. Además de la sequía, se ha señalado que los cambios en las medidas económicas han exigido una reconfiguración de las decisiones sobre el negocio agrícola. Fuentes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la provincia, encabezado por Roald Báscolo, indicaron a LA NACION que la firma se encuentra “descalzada financieramente”.
Por otro lado, actores del sector agroindustrial coincidieron en resaltar la relevancia de la empresa ubicada en el Parque Industrial de Sauce Viejo, desde donde ha exportado tecnología agrícola a más de 12 países y ha logrado en los últimos años expandirse a Europa y África. David Jesús Felipe, gerente de Marketing y Producto de la firma, también desmintió las versiones sobre el supuesto concurso: “La nota es falsa”.
