
El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia afirmó este sábado que el médico José Gregorio Hernández y la religiosa Carmen Rendiles, que serán canonizados este domingo, son un “reflejo” de la Venezuela que la ciudadanía aspira a recuperar.
En su intervención por videollamada durante un acto en Roma, González Urrutia celebró la proclamación de ambos como santos por el papa León XIV en el Vaticano y resaltó los valores que representan para la nación caribeña.
Ante decenas de venezolanos congregados en la capital italiana, muchos de ellos residentes fuera del país, González Urrutia declaró: “Estos dos nuevos santos son reflejo de la Venezuela que queremos, a la que queremos volver: una nación compasiva, trabajadora y decente. Una Venezuela donde la fe se traduzca en obras y donde cada persona pueda vivir con dignidad y esperanza”.
En su mensaje, el candidato presidencial de la principal coalición opositora expresó que la canonización de Hernández y Rendiles “recuerda que la grandeza de un país no se mide por su poder, sino por su capacidad de sentir con humildad, de amar y de mantener la fe incluso en medio de la adversidad”, en alusión a los desafíos sociales y políticos que atraviesan los venezolanos.
Las declaraciones de González Urrutia se produjeron tras la concentración que decenas de venezolanos realizaron en la plaza del Risorgimento, próxima al Vaticano, con motivo de la ceremonia religiosa. Durante el encuentro, los manifestantes pidieron la liberación de cerca de 900 presos políticos en Venezuela y desplegaron en el suelo fotografías de los detenidos, bajo el lema ‘una canonización sin presos políticos’.
Venezolanos pidieron en Roma la liberación de los presos políticos
El ex diplomático emitió un mensaje específico de apoyo para los allegados de los detenidos: “A todas esas familias les manifiesto mi agradecimiento, mi respeto, y reitero mis compromisos firmes de acompañarles siempre”. Asimismo, afirmó: “Somos el testimonio vivo de que la crueldad no puede quebrar el espíritu de un pueblo que ha decidido mantenerse digno y humano. Su constancia nos enseña, cada día, que la justicia no se abandona, que la esperanza no se entrega, y que la fe puede sostenernos incluso en las noches más oscuras”.
González Urrutia finalizó su intervención agradeciendo a quienes “mantienen viva la llama de la identidad” venezolana y aseguró: “Gracias por acompañar, con esperanza, este tiempo que, lo sabemos, será de reconstrucción y de luz. Que Dios bendiga a nuestros santos, a nuestros presos políticos, a nuestras familias y a nuestra amada Venezuela”.
La canonización de José Gregorio Hernández (1864-1919) y Carmen Rendiles (1903-1977) ha sido considerada por la Iglesia católica venezolana, familiares de los presos políticos y organizaciones no gubernamentales como una oportunidad para reclamar la libertad de los detenidos. El acto religioso, previsto para este domingo en el Vaticano, ha servido de punto de encuentro para distintos sectores sociales y políticos del país.
María Corina Machado, líder de la oposición y Premio Nobel de la Paz 2025, solicitó a finales de septiembre al papa León XIV que intercediera ante las autoridades venezolanas para lograr la liberación de los presos políticos antes de la canonización. La ex diputada reiteró en la red social X su petición para que la voz de los venezolanos llegue “a toda la gente de bien alrededor del mundo” y al Vaticano, pidiendo “una canonización sin presos políticos”.
El Comité para la Libertad de los Presos Políticos también realizó un llamado en ese sentido. A través de una carta dirigida al pontífice, la organización expresó: “Su Santidad Papa León XIV, le pedimos respetuosamente que eleve su voz y, a través de los medios que considere apropiados, solicite a la Administración de Nicolás Maduro la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos”.
El Comité enfatizó que la canonización representa “una oportunidad única” para reclamar libertad y reconciliación, y alertó sobre la “grave crisis de Derechos Humanos en nuestra Venezuela”. El escrito denunció que las detenciones arbitrarias afectan a personas de distintos sectores, incluyendo obreros, profesionales, policías y militares, y puso de relieve casos de “aislamiento prolongado, desapariciones forzadas y malos tratos”.
(Con información de EFE y EP)