Con 192 plantas frigoríficas que tipifican las reses bovinas en el momento de la faena, esta herramienta abarca el 95% de la actividad nacional. Así lo informó la Secretaría de Agricultura. Según indicaron, esto se enmarca en la implementación del nuevo sistema de tipificación bovina. En concreto, el 1° de septiembre pasado, comenzaron a tipificar 46 plantas frigoríficas que corresponden a la etapa 2 del cronograma establecido.
“Se trata de establecimientos que faenan más de 1,000 animales por mes y que cuentan con permiso de tránsito provincial. La tipificación implica la categorización de las reses bovinas en el momento de la faena. Cada animal se clasifica según sexo, edad, conformación (que es la relación entre el hueso y la carne) y terminación (la relación entre carne y grasa)”, destacaron.
“Esto permite conocer la calidad de los animales que se producen y faenan en el país, y crea un lenguaje único entre el productor, los usuarios de faena y las plantas frigoríficas”, añadieron.
En la cartera agrícola comentaron que, en lo que va del año, más de 440 personas rindieron y aprobaron la evaluación para obtener la matrícula de tipificador bovino, “un avance posible gracias al trabajo conjunto entre el Gobierno, los gobiernos provinciales y las cámaras empresarias del sector”.
En este sentido, para que un frigorífico pueda tipificar su faena, se requiere cumplir dos condiciones: “contar con un espacio adecuado dentro del establecimiento (palco de faena) y tener trabajadores matriculados como tipificadores”.
En la cartera agrícola comentaron que, en lo que va del año, más de 440 personas rindieron y aprobaron la evaluación para obtener la matrícula de tipificador bovino, “un avance posible gracias al trabajo conjunto entre el Gobierno, los gobiernos provinciales y las cámaras empresariales del sector”.
Se indicó que el 5% restante corresponde a plantas que aún necesitan adecuarse a la normativa y a las plantas de la etapa 3, conformadas por establecimientos con menor volumen de faena, que se incorporarán en la siguiente instancia.
“La tipificación bovina es una herramienta clave para que tanto el sector público como el privado puedan agregar valor a toda la cadena cárnica argentina y mejorar la comunicación entre el productor y la planta frigorífica, garantizando un lenguaje único”, concluyeron.
