Viernes, 15 de agosto de 2025   |   Economía

Gobierno opta por tasas altas y dólar estabilizado para afrontar elecciones de septiembre, buscando calmar al mercado.

Se tomaron nuevas medidas para controlar la liquidez del sistema, lo que augura que los rendimientos en pesos seguirán muy elevados. La expectativa es que un buen resultado electoral ayude a calmar al mercado
Gobierno opta por tasas altas y dólar estabilizado para afrontar elecciones de septiembre, buscando calmar al mercado.

El cierre de la semana financiera trajo consigo sorpresas y confusión. El dólar mantuvo su caída libre, y el tipo de cambio mayorista llegó a los $ 1.300, lo que representa una disminución de más del 5% desde el pico alcanzado a finales de julio. Este abrupto descenso se debe a la decisión del Gobierno de restringir la circulación de dinero para evitar saltos cambiarios. Sin embargo, como consecuencia, las tasas de interés se dispararon, alcanzando un 70% anual.

El aumento del tipo de cambio al inicio del mes, que llevó la cotización del dólar oficial minorista a $ 1.380, generó alerta en el equipo económico. Esta cifra se acercaba al límite superior de la banda cambiaria establecida con el FMI, que ronda actualmente los $ 1.455. Efectuar una defensa de este techo hubiera implicado que el Banco Central tuviera que vender reservas, desatando un clima de pesimismo generalizado.

Ante el riesgo de esta situación, se decidió aumentar los encajes y retirar pesos del mercado, en medio de la eliminación de las LEFI implementada por el Tesoro, que inyectó casi de un día para el otro cerca de 15 billones de pesos. Esta medida fue crucial para disminuir la presión dolarizadora unas semanas antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

Ayer, el ministro de Economía se pronunció para justificar la decisión de absorber los pesos que quedaron disponibles tras la licitación del Tesoro, cuyo proceso de refinanciación fue apenas del 61%. Luis Caputo manifestó a través de un post en X que “si la no renovación no se entiende como un aumento de la demanda de dinero, esos pesos se esterilizarán, ya sea mediante encajes remunerados, no remunerados, o mediante otros mecanismos que el Central estime pertinentes”.

El incremento de las tasas complica a las empresas, aunque también surgen oportunidades para invertir los excedentes de pesos. Laura Low, directora del Banco de Comercio, explicó que se están ofreciendo tasas del 45% anual por grandes depósitos: “Garantizamos una rentabilidad real positiva, superior a la inflación proyectada. Esto brinda la oportunidad para que las empresas disminuyan significativamente los gastos en pesos durante el cuarto trimestre”.

Numerosas empresas están optando por trasladarse de fondos de corto plazo (money market) a Lecap a 30 o 60 días, dado que ofrecen rendimientos considerablemente más altos.

La consultora LCG indicó que “más allá de la volatilidad, con el aumento de los encajes y un colchón de fondos más abultado, es muy probable que la tendencia sea al incremento adicional de tasas”. En este sentido, añadió que “si el objetivo real fuera incrementar las tasas para enfrentar riesgos de depreciación cambiaria, el camino elegido ha sido, sin lugar a dudas, poco ortodoxo. Hubiera sido preferible hacerlo mediante operaciones de mercado abierto, con anuncios claros sobre el aumento de la tasa de política y sus motivos”.

La cuestión que aún permanece sin respuesta es hasta cuándo se mantendrán estos niveles tan elevados. A menos que se logre una reducción significativa, habrá efectos colaterales muy negativos. Además de incrementar la deuda del Tesoro (debido a rendimientos que superan ampliamente la inflación), los bancos están elevando considerablemente el costo de los préstamos. Muchas líneas de crédito podrían resentirse o incluso desaparecer si el panorama no se estabiliza rápidamente.

Es probable que solo se logren reducciones marginales, al menos hasta el 7 de septiembre, día en que se llevarán a cabo las elecciones en la provincia. Caputo sostiene que un buen resultado electoral contribuirá a disipar lo que él denomina “riesgo kuka”, refiriéndose a la posibilidad de un regreso del kirchnerismo.

Sin embargo, surge una pregunta válida: ¿qué ocurre si el resultado de estos comicios no ofrece una lectura clara? En tal caso, las presiones cambiarias podrían intensificarse, dificultando la disminución de la tasa, al menos hasta las elecciones legislativas del 26 de octubre. Este escenario es arriesgado, ya que podría prolongar la situación adversa durante un mes y medio adicional.

El economista Federico Machado evaluó que el riesgo de que el aumento de tasas impacte en la actividad económica es limitado, dado que no representa ni el 10% del PBI. Por lo tanto, considera que el incremento de los rendimientos en pesos está justificado, con el objetivo de suavizar el camino hacia las elecciones.

Así, el objetivo es llegar a las elecciones con un tipo de cambio estable y, a partir de un buen resultado electoral, lograr que las tasas se ajusten a los niveles previos. Con una inflación proyectada entre el 20% y el 25% para los próximos 12 meses, lo lógico sería que las tasas que paga el Tesoro (como las Lecap) no superen el 30%, tal como sucedía antes del estallido de la crisis de liquidez.

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