Domingo, 27 de julio de 2025   |   Economía

Gobierno mejora valor del dólar al campo con baja de retenciones, sin necesidad de devaluación ni gran impacto fiscal

La medida tiene poco impacto fiscal, pero es efectiva para demostrar el compromiso del Gobierno por bajar la carga impositiva a sectores productivos. El equipo económico celebró el acuerdo con el FMI y podría redefinirse la meta de reservas
Gobierno mejora valor del dólar al campo con baja de retenciones, sin necesidad de devaluación ni gran impacto fiscal

La reducción permanente de retenciones anunciada ayer por Javier Milei representa un aumento en la competitividad del sector agropecuario, sin la necesidad de un ajuste adicional en el tipo de cambio. Esta medida se presenta en plena campaña electoral y tiene, además, un trasfondo político: mantener el superávit fiscal en el tiempo resulta en una disminución de la carga impositiva, especialmente para los sectores productivos.

Diversos sectores agropecuarios habían manifestado su preocupación por los crecientes obstáculos para llevar adelante la producción en vista de la próxima campaña. En varias regiones del país, ya se observaba una ecuación negativa en la siembra de soja, fruto de una combinación de costos en dólares que aumentan y una baja en los ingresos en moneda dura.

Ahora, hay dos buenas noticias que aportan cierto alivio a los productores. Una está relacionada con los anuncios del Presidente durante la inauguración de la Exposición Rural. La otra es que el tipo de cambio real ha subido más de un 15% en los últimos dos meses, resultado del incremento del dólar oficial, que pasó de 1.200 a 1.300 pesos, al mismo tiempo que el real en Brasil, nuestro principal socio comercial, se apreció.

La reducción permanente de las retenciones tiene un efecto positivo en la competitividad exportadora del agro, sin requerir un ajuste cambiario significativo en el corto plazo. Ningún otro país que compite con Argentina en exportaciones agropecuarias grava sus envíos.

Las retenciones fueron introducidas tras la salida de la Convertibilidad, cuando el dólar experimentó un aumento dramático de 1 a 1 a casi 4 a 1 en solo tres meses. Sin embargo, lo que pudo tener sentido en un momento de emergencia ha perdido toda justificación hace ya años. La persistencia de los derechos de exportación solo se explica por la voracidad recaudatoria de un Estado cada vez más amplio.

Agro más competitivo

Los anuncios de ayer son una señal que apunta en la dirección correcta y mejoran la competitividad del agro. Sin embargo, la reducción es parcial y se ha concretado de manera cuidadosa para evitar un impacto fiscal considerable.

Según los cálculos preliminares de Fernando Marull, todas las disminuciones de alícuotas anunciadas impactan en un 0,1% del PBI, cifra claramente insuficiente para poner en peligro el superávit de 1,6% del PBI que el Gobierno prevé para este año.

“Las retenciones a la carne aviar y vacuna bajarán del 6,75% al 5%,” detalló Milei en el predio de la Sociedad Rural Argentina. “Las retenciones al maíz descenderán del 12% al 9,5%; las del sorgo, también del 12% al 9,5%; las del girasol, del 7,5% al 5,5%; y las retenciones a la soja bajarán del 33% al 26%”.

Son cambios moderados: los más significativos fueron la reducción de 1,75 puntos en la retención a las exportaciones de carne aviar y vacuna (parte de esta última ya estaba exenta) y la restitución de la disminución de alícuotas que el gobierno había anunciado en enero y sostenido hasta junio para la soja, maíz y subproductos, una rebaja que habían perdido hace menos de un mes y que ahora se hace permanente.

Desde el equipo económico aclararon a Infobae que las medidas “no deben ser evaluadas desde el impacto fiscal.” Lo que provocarán es un fuerte impulso a la producción para la próxima campaña, generando así más actividad y un incremento en la recaudación”, argumentaron.

Desde la oposición, las críticas del kirchnerismo no tardaron en llegar. Mariano Recalde advirtió que se trata de un Gobierno que favorece a “la oligarquía de la Sociedad Rural” en detrimento de “los jubilados y los trabajadores”.

Cambiar el foco

El anuncio también le permite a Milei desviar la atención del debate económico de las últimas semanas, muy centrado en la política cambiaria y monetaria. El Gobierno ha logrado estabilizar el dólar en $ 1.300, a costa de un aumento sustancial en las tasas de interés. En medio de esto, se implementó la eliminación de los Lefi, que provocó una repentina inyección de liquidez a los bancos. Casi tres semanas tomó al Gobierno subsanar una situación que pudo haberse evitado.

Ahora, la pregunta es cuánto tiempo llevará normalizar las tasas de interés, que en el caso de las Lecap emitidas por el Tesoro se sitúan en niveles del 45%. Similarmente, los bancos han elevado la tasa de plazo fijo, en algunos casos hasta el 36% anual en pesos. Mientras estos niveles se mantengan, aumenta el riesgo de un impacto negativo en la actividad.

Por ello, es crucial no solo la baja de retenciones para respaldar al sector exportador, sino también reducir las tasas de interés a niveles más razonables. Se espera que, con una inflación en julio que podría rondar el 1,6%, los rendimientos anuales en pesos no superen el 32% o 33% en un plazo relativamente breve.

Esperando al FMI

Todo avanza según lo planeado. La frase emblemática del equipo económico fue casi literalmente adoptada por el FMI. Al menos en el comunicado de prensa que celebra la aprobación del staff a la primera revisión del acuerdo, se elogia el programa en marcha: “Ha sido un gran arranque,” afirman. “A pesar de un contexto internacional más desafiante -agregan- el proceso de desinflación y crecimiento continúa, la pobreza siguió disminuyendo y Argentina ha logrado reingresar al mercado de capitales internacional antes de lo previsto.”

A fines de la próxima semana, el directorio del organismo aprobará esta primera revisión y ordenará el desembolso de USD 2.000 millones comprometidos al momento de firmar el nuevo acuerdo.

Habrá que esperar algunos días para determinar si el staff del FMI tiene una interpretación tan benevolente sobre el avance del plan o si simplemente se cuidaron las palabras en un comunicado oficial.

Es posible que el Fondo también decida modificar la meta de acumulación de reservas que le impone a Argentina, sobre todo considerando que el Central ya incumplió con la exigencia de este primer tramo del acuerdo y es difícil que lo logre hasta fin de año.

Las reservas netas han vuelto a caer a territorio negativo, con USD 8.000 millones, un asunto que preocupa tanto al FMI como a los mercados. El objetivo ahora es que Argentina pueda acelerar su regreso a los mercados internacionales, aunque para ello primero el Gobierno deberá superar exitosamente el próximo proceso electoral que definirá la real fortaleza de Milei.

Una encuesta de la Universidad San Andrés reveló algunas señales alarmantes: el Presidente perdió siete puntos en su imagen positiva, aunque aún cuenta con un 39% de aceptación. Sin embargo, su imagen negativa también se incrementó hasta el 53% de los encuestados.

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