
El dólar continuó su ascenso ayer, superando la barrera de los $1.300, en un contexto marcado por el aumento de las tasas de interés. Aunque el Banco Central no interviene mediante ventas de dólares, sí participa en operaciones durante la jornada para establecer referencias, mientras que el Ministerio de Economía lleva a cabo compras “hormiga” de divisas.
Las repercusiones del desarme de las Lefi hace tres semanas y la liberación de una masa de pesos generan una fuerte volatilidad en las tasas de interés, lo que sigue afectando al mercado cambiario. Salvador Vitelli, economista de Romano Group, comentó que el Banco Central podría haber intervenido nuevamente este miércoles a través de operaciones de pases pasivos, es decir, de liquidez a un día, con una tasa nominal anual del 35%. Otros informes de mercado coinciden con este análisis.
Entre los operadores se asegura que este tipo de intervenciones por parte de la autoridad monetaria son intermitentes, explicadas por ese canal de pases, una opción que había sido desestimada anteriormente debido a que implica emisión de pesos para cubrir los intereses generados, además de negociaciones en contratos de dólar futuro. En ambos casos, no comprometen ventas de dólares de las reservas.
Según un análisis de 1816, la participación del Banco Central en el mercado de tasas de interés plantea interrogantes sobre la consistencia del actual régimen monetario. Los economistas de esta consultora advirtieron que no está claro cómo se justifica una intervención directa en las tasas “en un régimen donde se supone que los agregados son fijos y la tasa debería ser determinada por el mercado para ajustar la demanda de dinero a la liquidez disponible en el sistema”.
Por esta razón, 1816 subrayó que, en ausencia de un marco conceptual definido, “lo más sencillo es suponer que las tasas son endógenas si suben, pero tienen un piso si bajan”, e incluso, que lo son “hasta que el dólar sube demasiado”. También pusieron de relieve que el propio comunicado del Fondo Monetario Internacional mencionó que el programa monetario debería ser más “claro” en el futuro. La única frase al respecto en el breve mensaje del organismo planteó que el Gobierno necesitaría “seguir mejorando la claridad y el funcionamiento del marco monetario”.
En una línea similar, desde PxQ señalaron que el programa macroeconómico de La Libertad Avanza enfrenta un dilema difícil de resolver. Afirmaron que la actual tasa de interés, que actúa como ancla del tipo de cambio y para contener la inflación, entra en conflicto con la posibilidad de una expansión económica sostenida a través del crédito.
“El gobierno se ve obligado a mantener una tasa de interés positiva en términos reales, que es (o era) suficiente para mantener el tipo de cambio dentro de las bandas de flotación”, explicaron. Sin embargo, advirtieron que este nivel de tasa ya comienza a afectar negativamente el financiamiento, evidenciándose un aumento en los indicadores de morosidad tanto para personas como para empresas.
Respecto a las compras del Tesoro en el mercado, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró el miércoles por la noche que el Palacio de Hacienda ha acumulado unos USD 1.500 millones en adquisiciones durante los últimos 35 días.
Esta cifra supera las estimaciones del mercado. Portfolio Personal Inversiones (PPI) señaló que, según los datos oficiales del BCRA hasta junio, el Tesoro había comprado 175 millones de dólares. Sin embargo, en las últimas semanas, tras monitorear los movimientos en los depósitos en pesos y en moneda extranjera en el Banco Central, la consultora estimó que hasta el 25 de julio se habrían adquirido otros 793 millones de dólares adicionales. En total, sumando junio y julio, las compras alcanzarían los 968 millones de dólares, a un tipo de cambio promedio estimado de 1.251 pesos. Para PPI, esta operatoria actúa en la práctica como un “piso inferior al esquema de bandas” vigente.
En las últimas semanas, además, este tipo de compras “en bloque” se han acelerado de forma paulatina. Son adquisiciones que no se realizan mediante negociaciones en el mercado abierto, sino en el segmento “Senebi” (Sistema Electrónico de Negociación Bilateral), lo que significa que son operaciones que no aparecen en las pantallas para el resto de los participantes del mercado.
De acuerdo con los últimos datos actualizados del BCRA, por ejemplo, el Tesoro adquirió otros 22 millones de dólares al inicio de la semana. En el cierre de la semana anterior, la operación había sido de 45 millones de dólares. Los contrapartes del Ministerio de Economía, es decir, quienes venden esas divisas al Tesoro, suelen ser compañías que obtienen financiamiento en el exterior y que venden esos dólares para convertirlos en pesos y ejecutar sus proyectos de inversión, algo similar a lo que les ocurre a las provincias. En las últimas semanas, sólo Córdoba logró cerrar un acuerdo con inversores de Wall Street para colocar un bono en moneda extranjera.
Por otro lado, en el mercado se observan señales de que la presencia del BCRA en el mercado de futuros es cada vez más notoria. Para proporcionar un panorama más amplio, hace algunos días la consultora 1816 señaló que el BCRA está aumentando considerablemente su participación en el mercado de futuros de dólar, y que “la posición vendida del BCRA pasó de USD 1.900 millones a alrededor de USD 4.800 millones en julio”. Se trata, en todo caso, de una intervención sin dollars de por medio, a pesar de que son contratos en los que se estima el valor del tipo de cambio al final de cada mes del año. El pago o cobro de la resolución de esos contratos se realiza en pesos.