
En el contexto crítico que atraviesan amplias áreas del centro oeste bonaerense debido a las inundaciones, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, propuso al titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, considerar la aplicación de un alivio impositivo para los productores ganaderos más afectados. La iniciativa, explicó, consiste en otorgar una exención en el pago del Impuesto a las Ganancias para aquellos que se vean obligados a vender su hacienda debido al impacto directo de las inundaciones.
En una conversación con LA NACION, Pino detalló que esta propuesta surgió después de recorrer la zona y dialogar con un socio de la entidad, quien le recordó que en una inundación de gran magnitud, la entonces Dirección General Impositiva (DGI) había establecido una exención de Ganancias para los productores que tuvieron que desprenderse de su hacienda de manera obligada. Con este antecedente, decidió comunicarse con Pazo para expresar su preocupación, convencido de que “conoce el tema y entiende perfectamente lo que implica la producción”. Según relató, la propuesta fue bien recibida y el funcionario le aseguró que “lo va a estudiar”. Desde ARCA confirmaron a este medio que “se está evaluando en el contexto de la emergencia”.
Pino señaló que es necesario definir con claridad cómo se aplicará esta medida. “La emergencia ya fue declarada por el gobierno nacional, pero no es sencillo identificar cuándo un productor vende debido a la inundación y cuándo no. No obstante, creemos que el monto no es tan elevado y puede servir como un acompañamiento”, afirmó.
Según Carbap, en el centro oeste bonaerense hay tres millones de hectáreas comprometidas.
La semana pasada, Pino visitó personalmente las áreas más afectadas y participó de una jornada abierta organizada por la SRA en 9 de Julio, junto al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta. Durante esta visita, sobrevoló la región en dos ocasiones y calificó la situación como “realmente preocupante”.
Un informe de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) estima que más de dos millones de hectáreas están bajo agua o enfrentan graves problemas de anegamiento. Si se suma la superficie que no puede trabajarse debido a la falta de piso o accesos, la cifra supera los tres millones de hectáreas en la provincia.
Pino recordó que en varias ocasiones ha transmitido al Gobierno la “necesidad imperiosa” de finalizar las obras hídricas pendientes en la región. Según indicó, la respuesta fue que “el Gobierno está al tanto y lo están estudiando”.
Consultadas sobre el tema, fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que la reactivación del Plan Maestro del río Salado está en “evaluación”. En efecto, Pino ya había planteado personalmente al ministro Luis Caputo, durante la última edición de Expoagro, la urgencia de acelerar esas obras, y reconoció que posteriormente lo reiteró en diversas reuniones. “Es un tema que hemos discutido varias veces con el ministro y vamos a seguir insistiendo”, afirmó.
Aunque evitó proporcionar una cifra concreta sobre la superficie afectada, fue contundente respecto a la magnitud del problema: “Lo que tenemos claro es que son un montón”. En la misma visita, había solicitado que se aceleren los trabajos de canalización demorados, la reparación de caminos rurales y una presencia más activa, tanto del gobierno provincial como del nacional, en el territorio. “Los productores sienten que deben enfrentar solos la emergencia”, advirtió.
“En los últimos 40 años, se ha avanzado muy poco o nada en obras que faciliten la vida del productor. Los recursos que pagamos en impuestos deben traducirse en mejoras concretas: caminos, obras. Si se realizan las obras necesarias, podremos evitar volver a sufrir este flagelo”, añadió.