Lo había anticipado en un reportaje antes de asumir como vicepresidenta y está cumpliendo: la vicepresidenta Gabriela Michetti ha tomado por costumbre aparecerse por sorpresa en las dependencias de la Cámara alta para comprobar que la gente que debe cumplir tareas allí esté efectivamente en sus puestos de trabajo.

Lo hace con un cuadernito en la mano en el que anota los nombres de los presentes al momento de su visita. Sin embargo, la metodología adoptada por la vicepresidenta no cayó bien entre los propios senadores, que ven la estrategia de Michetti como una intromisión en sus despachos y con el personal, en su mayoría de la planta política, y el régimen de trabajo por ellos decidido.

La vicepresidenta habría visitado por sorpresa al menos tres despachos de senadores en el último mes. Entre ellos, el del entrerriano Pedro Guastavino, del Frente para la Victoria. Según trascendió, "Pemo" habría sido uno de los legisladores más enfáticos en repudiar el peritaje de Michetti, y se ocupó de dejarlo claro en los ámbitos legislativos.

También habrían caído en la "requisa" de la vicepresidente Liliana Negre de Alonso (PJ-San Luis) y Lucila Crexel (MPN Neuquén). La queja generalizada contra Michetti radica en que los senadores no son empleados de la vicepresidenta, que sólo preside y administra el cuerpo, y consideran la revisión de sus despachos como una invasión a su privacidad, publicó ElEntreRíos.com.