
“Te apuesto que en dos semanas sale”, repetía Rogelio Frigerio entre cuatroparedes a quien quisiera desafiarlo. El jueves negro del Gobierno se consumía entrenervios y ansiedad, pero el ministro del Interior seguía siendo optimista en relación conla “ayuda” del PJ , dentro y fuera del Congreso, para aprobar el presupuesto 2019 , apresentarse en dos semanas.Encargado del tira y afloja con los gobernadores en torno a los gastos e ingresosprevistos para el año que viene, y a pesar de las febriles negociaciones por el nuevogabinete y las medidas económicas, Frigerio compartió esta semana su optimismo con eltitular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó , y el jefe de gobierno porteño,Horacio Rodríguez Larreta . Con un pasado en común como funcionarios de Macri en laciudad -no siempre armónico y fluido-, los tres trajinan, por separado pero en tándem,despachos y espacios más discretos en sus conversaciones con el PJ “racional”, al querescatan aun en tiempos de descalabro económico y extrema tensión política.Más allá de la desconfianza del presidente Mauricio Macri hacia todo lo que “huela” aperonismo, los “optimistas” siguen trabajando aun en condiciones adversas en pos deun acuerdo que dé oxígeno a una gestión golpeada por la reciente andanada de subasirrefrenables del dólar y la desconfianza del mercado. Bajaron por el momento suspretensiones: ya no buscan un acuerdo “de gobernabilidad” que exceda el presupuesto,pero esperan que los peronistas racionales “entiendan el momento” y acepten en lospapeles los recortes acordados por la Casa Rosada con el FMI.
“La verdad es que seríamos ingratos si no reconociéramos el apoyo que nos dio elperonismo en los primeros años de gestión”, insisten cerca de uno de los vértices deltriángulo negociador. Se despegan, sin más, de las acusaciones de “golpismo” lanzadaspor Elisa Carrió contra sectores peronistas durante el pico de suba de la monedanorteamericana. Y reconocen tres principales interlocutores: el gobernador salteño,Juan Manuel Urtubey ; el senador Miguel Ángel Pichetto , y el líder del FrenteRenovador, Sergio Massa .El senador rionegrino se ve casi a diario con Monzó, que esta semana participó de unareunión de coordinación en la Casa Rosada encabezada por el Presidente y estuvo ayeren Olivos, pero que siguió de lejos las alternativas del vendaval. “El PJ está jugandobien, está siendo muy responsable, aunque hoy todavía el acuerdo no está”, afirmó undirigente cercano al presidente de la Cámara baja. También reanudó sus contactos conMassa, a quien conoce de sus tiempos como militantes de la Ucedé de Álvaro Alsogaray.
El acercamiento hoy es tal que hasta Marcelo Daletto, hoy diputado y antiguocompetidor por la conducción de la juventud ucedeísta con Massa, ha vuelto a marcar elnúmero del exintendente de Tigre. “En el peronismo están los que creen que si elGobierno se tropieza, no hay que levantarlo, y otros, como Sergio, que ya tienen suexperiencia y que no quieren otra crisis”, afirmó un legislador cercano a Massa.
Sin dejar de recibir a los gobernadores de todas las tribus peronistas -esta semana hablócon el formoseño Gildo Insfrán, la santacruceña Alicia Kirchner, el tucumano JuanManzur y la fueguina Rosana Bertone-, Frigerio les hizo un guiño el jueves cuando en lareunión organizada por el Consejo de las Américas habló de la “renovacióngeneracional”. Un rato después, y al margen de pedir “un plan económico serio yresponsable”, Urtubey se mostró conciliador en una jornada durísima para la CasaRosada.”Horacio habla con todos”, comentan cerca del jefe de gobierno porteño, tal vez el másdiscreto de los negociadores del oficialismo. Sus charlas abarcan a peronistas orgánicos,pero también a figuras periféricas como Marcelo Tinelli, con quien compartió charlas yuna recorrida reservada por Villa Itatí, en la localidad bonaerense de Quilmes. “La ideaes contenerlo, no más que eso”, contestó un dirigente cercano a Rodríguez Larreta, queel jueves en el Alvear compartió tribuna con Marcos Peña.Peña proviene de un sector de Pro históricamente enfrentado con Larreta, supo tenerroces con Monzó y divergencias con Frigerio. Pero la crisis parece haber acercadoposturas. “Para ninguno de los tres Marcos es el problema hoy”, contestaron dosdirigentes cercanos al trío de interlocutores con el peronismo. “De hecho, las gestionespara tener un presupuesto consensuado tienen su aval”, continuaron las fuentes. El PJ, como contó uno de los negociadores de Cambiemos, esperará los anuncios y las medidaspara continuar la negociación.