Martes, 15 de julio de 2025   |   Campo

Frente a la posibilidad de menos dólares en 2026 por depender solo de una buena lluvia en la agricultura

Frente a la posibilidad de menos dólares en 2026 por depender solo de una buena lluvia en la agricultura

La negativa del presidente Javier Milei a reducir de manera inmediata los Derechos de Exportación (DEX) sobre los granos gruesos (soja, maíz, girasol y sorgo) arroja dudas sobre el aporte de divisas del agro a la economía argentina para 2026.

Si bien las más de 33 millones de hectáreas dedicadas a esos y otros cultivos (trigo y cebada) continuarán sembrándose, es innegable que aumentará la dependencia de las condiciones climáticas para lograr un volumen de cosecha óptimo.

Por el momento, las circunstancias son favorables. Las lluvias de otoño impulsaron una buena siembra de trigo, y las proyecciones climáticas para la próxima campaña de granos gruesos, que comienza en septiembre, sugieren un fenómeno Niño neutro, lo que podría traducirse en lluvias promedios. Sin embargo, los climatólogos advierten que es demasiado pronto para emitir pronósticos precisos. La experiencia reciente ha demostrado que confiar en el clima no es una estrategia sensata. En 2018 y 2023, sequías severas afectaron la economía argentina durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, respectivamente, y resultaron decisivas para sellar el destino de sus administraciones.

Mientras no se consoliden las exportaciones de energía y minería, el campo seguirá siendo el principal generador de dólares genuinos. Según datos de la consultora DataMiazzo, en 2024 la agroindustria aportó el 86% de las divisas que ingresaron al país, equivalentes a US$30.487 millones. El resto provino de la minería (9%), servicios informáticos (3%) y energía (2%).

El riesgo de una caída en la entrada de divisas emerge debido a la elevada presión impositiva, marcada por las retenciones, y los bajos precios internacionales de los granos. Ante tales circunstancias, como las actuales, los productores tienden a ajustar sus inversiones. En el caso de la agricultura, esto se traduce en un menor gasto en fertilizantes o semillas de calidad para optimizar los rendimientos de los cultivos. En términos deportivos, se juega a un empate sin goles. En ciertos casos, lamentablemente, hay quienes ni siquiera se presentan a jugar.

“El maíz es el único cultivo que ofrece alguna rentabilidad”, afirma Néstor Roulet, productor, exdirigente rural y exsubsecretario de Alimentos durante la gestión de Macri. “Hay un combo que lleva a que la producción se mantenga o disminuya, cuando lo que Argentina realmente necesita es producir más y crecer”, destaca.

“En lugar de aplicar 200 kilos de nitrógeno (fertilizante), se aplican 100; o se invierte en una semilla de US$190, pero se elige una de US$130”, explica. Esto resulta en un volumen de cosecha inferior al potencial productivo. Los expertos se refieren a esto como el deterioro de la relación insumo-producto: cada vez se requiere producir más para adquirir la misma cantidad de fitosanitarios, fertilizantes o maquinaria agrícola. Y en las zonas más distantes de los puertos de exportación, donde el costo de los fletes es más significativo, la situación es aún más grave. Así, regiones del país que podrían impulsar la agricultura como alternativa para generar divisas y empleo, como la Patagonia, el NOA y el NEA, permanecen con escasa actividad. Esto es lo que los ruralistas intentan argumentar con cifras en mano respecto al impacto de los DEX (erróneamente llamados retenciones). No se trata únicamente de los ingresos de los productores, sino también del desarrollo del interior.

Es cierto que el contexto internacional, con bajos precios de los granos y la volatilidad provocada por la guerra comercial, no favorece la producción agrícola. El gobierno de Javier Milei claramente enfrenta vientos en contra. Desde su llegada a la Casa Rosada, el precio de la soja ha disminuido un 25,4% en el mercado de Chicago, la principal referencia mundial de los commodities agrícolas (de US$490,15 a US$365,59). Y el complejo oleaginoso (que incluye poroto, harina y aceite de soja) es el mayor complejo exportador del país.

Así, deja de ser un mito la afirmación de que la soja es peronista, aludiendo a que su cotización es más alta cuando gobierna el partido fundado por Juan Domingo Perón que en tiempos de gobiernos de la oposición. En los últimos 22 años, esa premisa se ha verificado durante los dos mandatos de Cristina Kirchner (con un promedio de US$465 y un pico superior a los US$600) y en el de Alberto Fernández (US$464, con picos también por encima de los US$600). No fue el caso de la administración de Néstor Kirchner, donde el promedio fue de US$258, ni en el gobierno de Macri, que registró un promedio de US$330. Todos estos valores son en términos nominales en el mercado de Chicago.

Además del desafío económico, el gobierno de Milei enfrenta un reto político. Aunque la Mesa de Enlace ha valorado la disposición al diálogo del Presidente, la sensación de malestar persiste entre los productores. Durante su campaña, Milei catalogó las retenciones como “un robo” y mencionó la posibilidad de implementar un mecanismo de compensación tributaria para su pago hasta que la situación fiscal del país permitiera reducir los DEX a cero. Desde su asunción, no ha vuelto a abordar públicamente este tema.

https://www.example.com" width="600" height="400

Aunque nunca especificó una fecha exacta para eliminar las retenciones, muchos productores interpretaron que esa decisión sería una de las primeras medidas de su gobierno. Sin embargo, en el primer paquete impositivo que el ministro de Economía, Luis Caputo, envió al Congreso en enero de 2024, se propuso aumentar los DEX, lo que fue detenido por los gobernadores y legisladores de la oposición, a quienes actualmente se les acusa de desestabilizadores.

La incertidumbre persiste también respecto a si este descontento de los productores podría manifestarse en forma de protestas. Por ahora, apenas hay convocatorias de Federación Agraria y Carbap para consultas. En el corto plazo, el apoyo al rumbo general del Gobierno en la lucha contra la inflación y la desregulación de la economía parece prevalecer sobre el deseo de expresar públicamente el malestar. Esto se evidenciará el sábado 26 de este mes si Milei confirma su asistencia al acto central de la Exposición Rural. Otra incógnita por resolver.

Déjanos tu comentario: