Francia lanzó un nuevo sello postal con aroma a croissant para rendir homenaje a uno de los símbolos más reconocidos de su gastronomía.
La venta comenzó esta semana en la oficina de correos de Valence-Herriot, ubicada en el sudeste del país. El sello, emitido en una tirada inicial de 594.000 ejemplares, permite que las cartas lleven no solo una imagen sino también el característico olor a manteca que identifica a esta pieza de bollería.
Según informó RFI, La Poste, el servicio postal nacional, comunicó que el aroma del sello se activa al frotar su superficie. La iniciativa se inspira en el éxito de una edición lanzada en 2024, cuando la entidad ofreció un sello con fragancia de baguette, otro alimento emblemático para los franceses.
En ambos casos, La Poste buscó ofrecer un reconocimiento visible y sensorial a productos que encarnan el orgullo nacional y refuerzan la identidad francesa en el mundo.
De acuerdo con el director de la oficina de correo de Valence-Herriot, Anthony Richet, la venta del sello atrajo de inmediato la atención de filatelistas y del público en general.
Richet destacó que, solo durante la primera jornada, la sucursal vendió más de 400 sellos de un stock inicial de 1.000 unidades.
Además, la afluencia de visitantes fue superior a lo habitual: personas procedentes de varias ciudades, incluso de Lyon, se acercaron para adquirir este objeto de colección. La atmósfera en la oficina estuvo marcada por la presencia del aroma a cruasán.
En esa sede también se ofreció la posibilidad de obtener un matasellos especial de primer día, un distintivo muy buscado entre coleccionistas.
Según los detalles confirmados por los servicios postales, el sello tiene un valor de franqueo de 2,10 euros y puede utilizarse para envíos internacionales.
Por estas características, el nuevo sello no solo funciona como un recuerdo filatélico, sino que además cumple una función conmemorativa del prestigio de la tradición panadera francesa más allá de las fronteras.
“Es un símbolo del prestigio de Francia en el extranjero”, señaló Richet. El producto homenajea expresamente la textura, la corteza dorada y el sabor a manteca del croissant, elementos valorados tanto dentro como fuera del país.
Según comunicados oficiales de La Poste, la edición especial forma parte de una línea estratégica destinada a promover la gastronomía francesa tanto en el interior como ante el público internacional.
Francia ya había explorado esta vía de homenaje culinario en ocasiones anteriores, pero en 2025 eligió poner el foco en el cruasán por su lugar privilegiado entre las preferencias de la población.
La dinámica de la venta reflejó un interés creciente por parte de los coleccionistas. Anthony Richet afirmó a los medios que el día del lanzamiento la oficina atendió a un total de 400 clientes, entre los cuales alrededor de cincuenta concurrieron con el propósito específico de adquirir la novedad filatélica.
Algunos visitantes recorrieron varios kilómetros para conseguir ejemplares del sello y disfrutar del ambiente singular creado por la fragancia que impregnó el local de correos.
De acuerdo con la información ofrecida por RFI, el lanzamiento del sello aromático de croissant coincide con el desarrollo del concurso nacional del mejor croissant, en el que participan panaderos de toda Francia.
La entrega del premio al ganador tendrá lugar en la capital de la región de Drôme, lo que suma un valor simbólico adicional al hecho de que Valence-Herriot haya sido elegida como uno de los tres lugares privilegiados para la primera venta del nuevo timbre.
La iniciativa oficial suscitó comentarios positivos tanto entre los responsables de la oficina postal como entre los usuarios, que destacaron la originalidad y el apego a las tradiciones expresado en la acción.
El lanzamiento aspira a consolidarse como una edición especial dentro de la filatelia francesa, que a lo largo de los años ha recurrido a sellos temáticos para difundir valores culturales, históricos y de identidad nacional.
Francia ya es reconocida internacionalmente por contar con una de las tradiciones panaderas y pasteleras más destacadas, y la puesta en circulación de este sello refuerza esa imagen mediante un gesto cotidiano como el envío postal.
