Pasadas las 5.30 dejó de existir Ángel María Cardozo, de 75 años, quien sufrió quemaduras en un 65 % de su masa corporal; mientras que minutos antes de las 10 expiró Rudecindo Rojas, de 78, quien se encontraba en estado desesperante con el 85 % de su cuerpo afectado por quemaduras. Ambos debieron recibir asistencia respiratoria mecánica ya que, además de las lesiones corporales, tenían severamente comprometidas sus vías respiratorias como consecuencia de la inhalación de humo y gases tóxicos antes de que fueran rescatados por un policía; mientras que enfermeros, vecinos, personal del hospital rescataban a los restantes ancianos y los bomberos voluntarios de Feliciano lograban impedir que las llamas se propagaran a las otras habitaciones del pabellón.




