Tras el anuncio de un paro de 24 horas para pasado mañana por parte de la Federación del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara), la industria aceitera se mostró sorprendida y cuestionó con dureza la decisión del gremio de decretar esta medida “frente a una negociación paritaria que selló la paz social hasta mediados del 2026, tal como sindicatos e industria acordaron”. La medida coincide con la cosecha de trigo y con embarques programados, lo que afectará al comercio exterior.
“Más aún, sin existir un solo reclamo gremial pendiente. No hay razones objetivas para decretar el paro. Todo indica que está motivado por razones políticas ajenas a la industria, por lo que se procederán a tomar todas las medidas que establece la ley”, dijo la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) en un posteo por la red social X.
Por su parte, desde el sindicato señalaron que la medida busca que los afiliados puedan participar de la movilización convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) ese día en la Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires.
El paro llega con el movimiento a pleno de camiones por la cosecha de trigo. Marcelo Manera
Vale recordar que la central obrera resolvió esta movida en una reunión de comisión directiva en rechazo a la reforma laboral. La medida se tomó en el consejo directivo de la CGT, que se reunió en la sede de Azopardo. “Hay miradas con sesgo ideológico y no pragmático. Vemos un país empobrecido, sin inversión. Se trata de un ataque a los derechos colectivos e individuales”, dijo Jorge Sola, uno de los integrantes del triunvirato de mando.
En un comunicado, el gremio dijo que el Gobierno “pretende fortalecer la posición de las patronales y debilitar la de quienes trabajan”
En un comunicado, el gremio dijo que el Gobierno “pretende fortalecer la posición de las patronales y debilitar la de quienes trabajan”.
“En el contenido del proyecto hay tres niveles de ataque contra nuestros derechos. Como dijimos apenas asumió, este Gobierno pretende refundar la relación capital-trabajo. Por eso, su primer objetivo consiste en modificar la negociación colectiva, buscando destruir los convenios colectivos de actividad, favoreciendo convenios por empresa y sindicatos por empresa para fragmentar al colectivo obrero. En el mismo sentido, busca terminar con la ultraactividad de los convenios”, remarcaron.
“A esto se une el intento de limitar al extremo el ejercicio del derecho de huelga, aplicando a la casi totalidad de actividades -incluyendo la aceitera y desmotadora- las categorías de ‘servicios esenciales’ y de ‘importancia trascendental’, lo que implica que se tenga que garantizar un servicio mínimo de entre el 50% y el 75%. Una prohibición de facto”, agregaron.
Ciara: “No hay razones objetivas para decretar el paro” Marcelo Manera – LA NACION
El segundo nivel de ataque, enfatizaron, consiste en la “creación de un Fondo de asistencia laboral y la reducción de las contribuciones patronales a la seguridad social, medidas que generarán una transferencia de miles de millones de dólares del bolsillo de los trabajadores al capital privado, y que desfinanciarán al sistema previsional; esto es, más hambre para los jubilados”. También, dijeron, “implica mayores facilidades para que la patronal despida y menores indemnizaciones para quien sufre la pérdida de su puesto de trabajo”.
Destacaron que “la tercera dimensión de esta ofensiva son múltiples cambios en la Ley de Contrato de Trabajo y otras leyes laborales para generar un mayor disciplinamiento en los lugares de trabajo”.
“Uno de los más importantes es la creación del ‘banco de horas’ que rompe con la jornada de trabajo, obligando a trabajar hasta doce horas por día cuando se le ocurra a la patronal, que además ya no deberá pagar las horas extras como tales. Hay mucho más. Cada uno de los 191 artículos del proyecto del gobierno está dedicado a quitarnos derechos, a que no podamos organizarnos y a impedirnos luchar”, sostuvieron.




