
El millonario robo a una distribuidora de bebidas en Paraná,Entre Ríos, destapó una trama que incluye la traición de uno de los empleados,la confesión de un integrante de la banda delictiva y hasta el protagonismo deun exjugador campeón con Huracán que está por cumplir seis meses como prófugo.

Brítez ascendió en 1989 a primera división con Huracán.
De acuerdo a lo publicado por TN en su web, el sábado 22 dejulio Luciano Alegre, empleado de la empresa Belloni Distribuciones, fue a lafábrica a tomar unos mates. Su presencia fue llamativa para el resto de suscompañeros, que no solían verlo ahí. Llegó bien temprano y se fue a las 9 de lamañana, unos minutos después de que se retirara el último de sus jefes. El planya estaba en marcha.
Pasadas las 10 de la mañana, dos hombres llegaron a bordo deuna camioneta blanca, tocaron el timbre de la distribuidora y advirtieron quevenían a retirar un pedido a nombre de un habitual cliente. Apenas el empleadoles abrió la puerta, le pegaron con la culata de un arma, lo amenazaron y lomaniataron. Llegaron a disparar contra el suelo, a pesar de que la únicapersona en el lugar estaba reducida.
No perdieron el tiempo, tenían todo muy claro. Rápidamentefueron a la oficina donde estaba el dinero y se llevaron un jugoso botín deUS$30.000 y $2.000.000. Todo era parte de la recaudación de la empresa quequedaba guardada de viernes a sábado. “Tenían datos exactos de que ese día ibana tener dinero”, señalaron desde la investigación.
Los ladrones escaparon a toda velocidad a bordo de la FordRanger, pero fueron tomados por las cámaras de seguridad de la provincia. Alser advertidos sobre el robo, la investigación avanzó a toda velocidad y enpocos días obtuvo resultados positivos.
Una de las pericias que se realizó en el lugar detectó unahuella de un dedo de la mano. Cuando se hizo el cotejo se detectó que setrataba de Leonardo Antonio Román, un uruguayo con antecedentes por robosagravados que tenía domicilio en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora.
Con el primero de los sospechosos identificados y lareconstrucción de la fuga a través de las cámaras, el fiscal de delitoscomplejos de Paraná, Mariano Budasoff, ordenó el allanamiento de la casa deRomán. Allí encontraron la camioneta del robo, parte de la recaudación y alpropio Alegre, que fue detenido y trasladado a Paraná.
Cuando el acusado llegó a Entre Ríos y habló con el fiscal,le adelantó que iba a confesar todo cuando estuviese preparado. Pasó un tiempo,la confesión llegó e involucró no solo a un empleado de la empresa, sino aSebastián Ramón Brítez, ex jugador de Patronato y campeón con Huracán.

Belloni Distribuciones.
La confesión que destapó todo e hizo estallar una disputafamiliar
“Cuando amplió su declaración empezó a hablar de una personaque estaba adentro de la empresa”, señalaron desde la investigación sobre lasprimeras palabras que dijo Román, quien ya estaba detenido en la Unidad PenalN°9 de Gualeguaychú.
Al margen de la acusación contra uno de los empleados, elnivel de detalle de los datos que dio fue estremecedor: “Contó que estuvoalojado en un hotel céntrico de la ciudad y que se habían reunido ahí un díaantes del robo”. Todo su relato se constataba con la realidad.
Cuando revisaron las cámaras del hotel, reconocieron a lostres protagonistas del robo. Sin embargo, la calidad de la imagen no lespermitía a los investigadores identificar con nombre y apellido a loscompañeros del -hasta ese momento- único detenido.
“La persona con la que entré a robar es un ex jugador dePatronato. Yo lo conozco como Seba, su apellido es Brítez y le dicen Negro”,dijo Román en una de sus declaraciones, en donde también señaló a LucianoAlegre como el empleado de la distribuidora que había brindado información.
Pero la acusación no solo quedó en ese señalamiento, sinoque el hombre aportó muchos datos: “Sacaba fotos desde adentro. Hasta le sacófotos a la secretaria contando dinero. El día anterior estuvimos en su casa ynos dijo que nos iba a avisar cuando teníamos que entrar a robar”.

Brítez se retiró en 2002 en Patronato.
Román también le brindó a la investigación la dirección dela casa de Alegre. La orden de allanamiento se realizó el 27 de diciembre,derivó en la detención del segundo de los sospechosos y en ese procedimiento secorroboró toda la información que había dado el acusado. “Su testimonio es muycertero y contundente, corroboramos que la casa era como nos dijo”, explicaron.
Con la detención de Alegre estalló una interna familiar.Sebastián Ramón Brítez, todavía prófugo, es el suegro de Alegre y hace mesesque perdió contacto tanto con su expareja como con su hija, todavía novia deldetenido. “La relación está quebrada porque entienden que la culpa de laprisión preventiva de Alegre es de Brítez”, detallaron a al mismo medio.
Según señalaron fuentes de la investigación, los familiaresdel ex jugador del Roojinegro y el Globo estaríam tratando de convencerlo deque se entregue y así poder restarle protagonismo a Alegre en el robo. El yernodel exfutbolista no cuenta con antecedentes y se baraja la posibilidad de quehaya sido presionado por el propio Brítez.
“Se dio cuenta de que en la empresa había mucho dinero ypensó que le podía salir. De alguna manera lo fue ideando con el suegro”,aseguraron desde la investigación sobre el hombre que sigue detenido en laUnidad Penal N°1 de Paraná.
Durante los últimos días del 2023 prefirió no hablar, perohabría pedido declarar ante el fiscal luego de la feria judicial, en losprimeros días de febrero. Mientras tanto, sigue a la espera de que su suegrosea detenido o se entregue.

Parte del botín que robó la banda de tres integrantes en una distribuidora.
Un bar a nombre de un testaferro, viajes a Brasil y elcambio del auto: la ostentación del robo
Una de las particularidades que tuvo el millonario robotiene que ver con la ostentación de dinero que hizo Luciano Alegre luego derepartir en tres partes iguales el botín robado el 22 de julio del año pasado.
El joven recibió US$10.000 y poco menos de $1.000.000 conlos que compró un bar en Paraná. Bar que solía promocionar a través de lasredes sociales y que puso a nombre de un testaferro para no exponerse. “En laempresa solía ostentar sobre su bar”, cuentan sus excompañeros.
Pero la actitud ostentosa del empleado iba más allá que elnegocio que estaba impulsando. “Hablaba de unas vacaciones de Brasil que habíasacado para febrero y decía todo el tiempo que iba a cambiar el auto”,detallaron.
Las vacaciones nunca ocurrieron, dado que está detenidodesde fin de año, y el auto todavía no pudo ser cambiado. Su novia todavía loapoya y cree que la mayor responsabilidad es de su padre, quien ya habíaparticipado de otros robos.
Desde la investigación, por su parte, señalaron que se tratóde un plan “muy improvisado”. “Usaron una camioneta con patente, comprada enoctubre de 2022, que llamaba muchísimo la atención. Dejaron huellas y hastahicieron un disparo de advertencia. La vieron fácil y tenían todo muyimprovisado”, evaluaron.

El juez de Garantías de Paraná, Eduardo Ruhl, dictó la prisión preventiva de Luciano Emanuel Alegre.
Cómo sigue la búsqueda del exjugador de Huracán
Sebastián Brítez está a días de cumplir seis meses prófugo.La investigación lo ubica en el hotel el día anterior al robo y la señal de losteléfonos lo pone en la escena al momento de la millonaria entradera.
“Sabemos que vino a Paraná, estuvo en la casa de Alegre ycon Román en la distribuidora”, detalló una fuente judicial a TN. Después delrobo lo identificaron huyendo por el sur de Paraná y su última señal es en lalocalidad bonaerense de Banfield, cerca de las 18 de ese 22 de julio.
Su casa fue allanada y ahí encontraron parte del botín quese llevó: una lancha que había comprado, un fajo con miles de dólares y otrocon miles de pesos. Pero él no estaba y todavía no pudieron ubicarlo.
La sospecha que mantienen los investigadores es que sigueligado a algún club de los que pasó como jugador o como empleado. La mira pasapor si tiene una casa en alguna de las localidades done trabajó o si alguienlo está alojando para cubrirlo. Por el momento no hay rastros del ex jugadordel Patrón de Entre Ríos.




