El gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones a la abogada Viviane Barci de Moraes, esposa del juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, quien está encargado del proceso por el intento de golpe de Estado contra el expresidente Jair Bolsonaro, condenado a más de 27 años de prisión.
La esposa del magistrado fue incluida en la lista negra del Departamento del Tesoro unos meses después de que De Moraes apareciera en la misma. Según Washington, la medida es una represalia por el papel del juez en el proceso judicial contra Bolsonaro.
Las sanciones también afectan al Lex Instituto de Estudios Jurídicos, un despacho con sede en São Paulo vinculado al magistrado, donde su esposa figura como socia.
Con estas medidas, tanto De Moraes como su esposa ven bloqueados sus posibles bienes en territorio estadounidense, además de que se les prohíbe la entrada al país y cualquier transacción o acuerdo con ciudadanos o entidades de Estados Unidos.
El juicio contra Bolsonaro ha suscitado una fuerte reacción en Washington, que incluso ha amenazado al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva con la imposición de aranceles. En respuesta, Lula ha reafirmado que Brasil defenderá su soberanía ante cualquier intento de presión o chantaje por parte del país norteamericano.
Según informó la BBC, el líder brasileño argumentó que las acciones del presidente de Estados Unidos en materia de aranceles y comercio internacional están “cometiendo errores” que impactarán negativamente en la economía y en los bolsillos de los estadounidenses.
Relató que, durante estos años, la interlocución entre Washington y el país sudamericano se canalizó exclusivamente a través del expresidente Jair Bolsonaro. “Su relación es con Bolsonaro, no con Brasil”, afirmó el mandatario.
A pesar de esos antecedentes, aseguró que en un eventual encuentro internacional —como la próxima Asamblea de la ONU— mantendría un trato de respeto institucional. No obstante, subrayó con firmeza: “Trump es presidente de Estados Unidos, no una autoridad con mandato global.”
En junio de este año, la administración Trump justificó la inclusión de De Moraes en la lista de sancionados, acusándolo de llevar a cabo una supuesta “caza de brujas” contra figuras de la oposición —incluido el propio Bolsonaro— y señalándolo como responsable o cómplice de violaciones a los Derechos Humanos.
Por 4 votos a 1, cinco jueces decidieron sentenciar al líder de la derecha y ultraderecha de Brasil, acusado de haber liderado una organización criminal armada para aferrarse al poder tras perder las elecciones en 2022 contra el presidente Lula da Silva. Con esta mayoría de 4 a 1, Bolsonaro no podrá apelar la sentencia ante el pleno del STF.
(Con información de Europa Press)