El almuerzo que organizó la Fundación Mediterránea en Córdoba, con el jefe de Gabinete Guillermo Francos como figura central, quedó eclipsado por la inesperada intervención del diputado nacional José Luis Espert. Ante un auditorio repleto de empresarios cordobeses y representantes del establishment local, el libertario ofreció un discurso casi exclusivamente enfocado en la Provincia de Buenos Aires, como si estuviera en plena campaña para gobernador.
“El discurso de Espert fue muy bueno… pero para La Matanza, Morón o Tigre”, ironizó un empresario presente. Este comentario se repitió en varias mesas, mientras el desconcierto se iba apoderando de los asistentes. La exposición de Espert fue tan descontextualizada que muchos presentes se preguntaban si realmente había entendido el evento en el que se encontraba.
“Un discurso para otro público”
Espert se adueñó de la palabra antes que Francos y comenzó con una arenga política sin conexión local. “Debemos llevar la transformación que empezó Milei a Buenos Aires, la provincia que elegí para vivir, donde nací y donde tengo mi empresa”, afirmó con énfasis. Luego, prometió “una transformación profunda” en territorio bonaerense y se comprometió a eliminar siete ministerios provinciales.
Las constantes referencias a su proyecto en Buenos Aires desconcertaron a los empresarios cordobeses, quienes esperaban definiciones sobre la coyuntura nacional o al menos un guiño a la realidad regional. “Espert no entendió en ningún momento a quién le hablaba. Hizo alusiones como si estuviera en campaña, pero no a diputado… ¡sino a gobernador de la provincia de Buenos Aires!”, señaló a este medio uno de los asistentes.
El incidente fue tan notable que opacó incluso la exposición de Guillermo Francos, quien intentó desviar el foco hacia el “compromiso del Gobierno con el equilibrio fiscal”, aunque no pudo revertir completamente el clima incómodo.
Malestar empresarial y ausencias llamativas
El evento se llevó a cabo en medio de un creciente descontento de las provincias con la Casa Rosada, especialmente por los recortes de fondos y la retención de los ATN. Sin embargo, la primera línea del gobierno cordobés decidió no asistir. Ni el gobernador Martín Llaryora —quien participaba de la cumbre de gobernadores en el CFI— ni la vicegobernadora Myrian Prunotto ni el ministro Manuel Calvo estuvieron presentes.
Sin embargo, asistieron los titulares de la cartera de agroindustria, Sergio Busso, y de Industria, Pedro Dellarossa, además del senador Luis Juez, el diputado Gabriel Bornoroni (presidente del bloque en la cámara baja) y alrededor de 400 empresarios, con la presidenta de la Fundación Mediterránea, María Pía Astori, encabezando la lista.
El discurso de Espert fue tan desconectado del contexto cordobés que, incluso, Bornoroni, uno de sus aliados en el armado local, evitó hacer alusiones al tema. En cambio, se ocupó de marcar distancia con algunos dirigentes de Juntos por el Cambio en Córdoba, especialmente con el radical Rodrigo de Loredo, quien estuvo ausente en el encuentro.
Franco Mogetta, el “candidato” libertario cordobés, logró una fotografía malograda con Francos y Espert. También se le percibió como desplazado del armado. Tanto el exsecretario de Transporte como el exestacionero reflejaron la interna libertaria local.
