Desde el lunes rige en la Comuna por 90 días una moratoria para alentar a los vecinos a que presenten el plano de las ampliaciones que hicieron en sus casas y no declararon ante el municipio, o la vivienda completa, con importantes facilidades: no se pagan las multas que se cobran habitualmente por no presentar proyecto en tiempo y forma, ni se pide libre deuda, un requisito exigible para hacer cualquier trámite municipal. La moratoria es para quienes levantaron una casa y no presentaron nunca el proyecto de la obra a la Comuna, ni declararon la vivienda una vez construida (con lo cual la propiedad figura entonces como baldío). También entran los que ampliaron la casa, haciendo una pieza más o un quincho, por ejemplo, y tampoco presentaron proyecto; y para los que hicieron galpones o tinglados (clubes o parroquias) superficies más grandes y más onerosas de declarar a causa de las multas. El Colegio de Arquitectos acompañó en el lanzamiento, cedió una PC en comodato y puso una inspectora de obras pagada por la entidad a trabajar para la Municipalidad, pero criticó esta moratoria por no distinguir condición social y ofrecer un “salvoconducto a quienes hacen las cosas por afuera”. El Ejecutivo lanzó la moratoria de planos sobre la base de la ordenanza Nº 8.789 de 2009, que lo autorizó a hacerlo, aunque dejó de lado gran parte del articulado de la norma, porque ésta no pedía planos sino simplemente una declaración jurada para ahorrarle al vecino el pago de honorarios al arquitecto o ingeniero civil. Los colegios pusieron el grito en el cielo y nunca se aplicó tal cual era. Ahora, el intendente la reglamentó, pide un croquis para las casas chicas y un plano para las casas más importantes y eximió del pago de multas. Esto es importante porque antes de la moratoria, quien declaraba una propiedad una vez construida debía pagar fuertes multas: 5 % del valor de la vivienda si todo estaba en orden; y 8 % del valor de la propiedad si la casa o la pieza no estaban construidas según el Código Urbano (si le faltaban ventanas o tenía otras falencias). El plano que se presenta con la casa o la ampliación ya consumada se llama “plano de relevamiento” y es lo que pide la moratoria para entrar en el plan. El plano de relevamiento se opone al “proyecto” porque se hace luego de construida la casa o la mejora a la casa; el proyecto se presenta antes de levantar la casa y lo debe hacer un profesional. Este proyecto es lo que pide conocer el municipio para autorizar una obra; si no se presenta, la obra está en infracción. Es una obra clandestina. Ahora bien, el plano de relevamiento, que es lo que exige la moratoria, lo tendrá que hacer un arquitecto, ingeniero civil o maestro mayor de obras; el vecino deberá visar el plano en el Colegio correspondiente, y con el plano visado, dirigirse a la Comuna para que Catastro municipal agregue las mejoras a la tasa que paga el contribuyente, con lo cual la tasa se elevará. Antes, este trámite llevaba multa, pero ahora por 90 días no existirán estas sanciones. Sí hay que abonar un sellado para que ingrese el trámite. La moratoria puede prorrogarse, pero de suceder esto será sólo para las casas más chicas, de hasta 55 m2, correspondientes a los sectores de menores recursos, según informó la secretaria de Planificación comunal, Rosario Romero. Se prevé que se presentarán en el transcurso de la moratoria 4.000 planos y croquis. El cálculo lo hizo el titular de Fiscalización Urbana municipal, Marcelo Dellepiane, sobre la base de los datos recabados durante la última moratoria, en el gobierno de Humberto Varisco. Se hizo una proyección teniendo en cuenta el crecimiento de la ciudad. (Fuente: El Diario)





