
CÓRDOBA.- Después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, pusiera en duda que vaya a autorizar el endeudamiento que pretende el gobernador bonaerense Axel Kicillof para cubrir el déficit de la provincia de Buenos Aires se abrió una nueva polémica con la Casa Rosada.
Ante el recorte de fondos por parte de Nación, los mandatarios provinciales están buscando financiamiento. Si se evalúa la capacidad de endeudamiento en función de sus ingresos corrientes, recaudación tributaria y ahorros operativos, Buenos Aires está en una situación complicada, conforme a dos informes a los que accedió LA NACION. No es la única.
Las que están en mejores condiciones para recurrir a los mercados internacionales son San Luis; La Pampa; Santiago del Estero; Formosa; Catamarca y San Juan. En cambio, las más complicadas son Chaco, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La provincia gobernada por Kicillof, junto a Chubut y Entre Ríos, integra el grupo de “margen restringido y riesgo amplio”, según un trabajo realizado por la economista Laura García, del Ieral de la Fundación Mediterránea. Con “margen limitado y riesgo creciente” figuran Corrientes, Santa Fe, Tucumán y Misiones, mientras que con “margen moderado y riesgo acotado” aparecen Neuquén, Mendoza, la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Jujuy.
Por su lado, un reporte de Alejandro Pegoraro, director de la consultora Politikon Chaco, mide el stock de deuda provincial en función de la recaudación de sus ingresos tributarios (provinciales, coparticipación y leyes especiales) y su evolución entre 2010 y el segundo trimestre de este año.
Chubut con un stock de deuda en pesos equivalentes a 6,7 meses de recaudación promedio lidera la última tabla, seguida por Buenos Aires, con 6,6 meses, y Neuquén, con 5,7 meses. La contracara son San Luis y Santa Cruz, cuyo stock de deuda es de cero mes de recaudación promedio; Santiago del Estero, con 0,1; Catamarca y Formosa, con 0,2 meses.
En 2015, Neuquén era la primera. Su deuda equivalía a 9,9 meses de recaudación promedio (en 2024 ya había caído a 6,6). Santa Cruz y Chubut le seguían con 7,7 meses (el año pasado los valores eran 0,1 y 8,5, respectivamente). Y después aparecía Buenos Aires, con 7,4 (en 2024, 7,5 meses).
La película muestra que en los últimos diez años todos los distritos -excepto Santa Fe y La Rioja- bajaron su stock de deuda en relación a sus ingresos tributarios promedio.
Después de que Kicillof consiguiera el permiso de la Legislatura bonaerense para tomar deuda por US$3.685 millones, el ministro de Economía, Luis Caputo, puso en duda la autorización para que la provincia recurra a los mercados internacionales. “La ley de responsabilidad fiscal, que viene desde 2004, dice que las provincias deben comprometerse a no tomar deuda siempre y cuando los gastos corrientes superen la inflación. Buenos Aires no está cumpliendo con esa regla”, advirtió el funcionario.
El trabajo elaborado por el Ieral concluye que, al segundo trimestre de este año, la capacidad de endeudamiento de las provincias en la Argentina es “limitada y desigual”.
El análisis confirma la heterogeneidad estructural de las finanzas provinciales y la divergencia creciente en la capacidad de endeudamiento entre jurisdicciones, un aspecto que toma relevancia en la actual coyuntura cuando, con la caída del riesgo país, hay varios gobernadores interesados en salir a colocar deuda al mercado de capitales.
“Las diferencias en ahorro operativo, sostenibilidad y apalancamiento evidencian distintos grados de autonomía financiera y exposición al riesgo de iliquidez -plantea García-. A nivel agregado, el promedio subnacional muestra un apalancamiento del 22%, una sostenibilidad de 0,6 y un ahorro operativo cercano al 9%, valores que, si bien se mantienen dentro de parámetros razonables, ocultan realidades fiscales muy disímiles”.
En función de esos datos, un tercio de jurisdicciones exhibe márgenes amplios y un perfil de bajo riesgo mientras que otro tercio se encuentra en zonas de vulnerabilidad o estrés financiero.

“Solo un grupo reducido mantiene condiciones compatibles con un endeudamiento prudente, mientras que la mayoría requiere políticas de fortalecimiento del ahorro corriente y reducción del gasto estructural para recuperar sostenibilidad”, describe el texto.
El trabajo plantea que el desafío hacia adelante pasa por reorientar el financiamiento hacia proyectos con impacto económico y fiscal positivo, “fortalecer la transparencia presupuestaria y establecer reglas fiscales que incentiven la prudencia en el uso del crédito público”.
La lupa de Pegoraro sobre la evolución del stock de deuda en función de la recaudación anual promedio revela que entre 2015 y el segundo trimestre de este año fue Neuquén el distrito que más meses comprometidos recortó: 4,2. En cambio, incrementaron ese valor Santa Fe (pasó de 0,4 a 1,1) y La Rioja (de 1,9 meses a 5,3). La jurisdicción gobernada por Ricardo Quintela es la única que está en default.




