Lunes, 29 de septiembre de 2025   |   Campo

Es momento de cuidar el rendimiento: cómo proteger la productividad y el bienestar

Es momento de cuidar el rendimiento: cómo proteger la productividad y el bienestar

Los cultivos de fina más importantes, como la cebada y el trigo en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, se ubican entre Z24 y Z 31/32. Los lotes de siembra tardía están finalizando el macollaje y los más tempranos ya están encañando.

El estado de los cultivos es muy bueno y presentan un gran potencial de rendimiento. Habiendo transitado ya dos tercios de su ciclo, los cultivos atravesaron un año con precipitaciones elevadas. En el sudeste de Buenos Aires el acumulado promedio alcanza aproximadamente 700 mm hasta la fecha, unos 200 mm más que en igual momento del año pasado.

Como señalamos, los cultivos se encuentran en excelente estado; claro que las zonas deprimidas de los lotes sufrieron exceso hídrico y anoxia radicular, y hoy se observa la pérdida de esos sectores o, en menor grado, un desarrollo reducido. Aun así, el balance al evaluar el potencial de rendimiento es muy positivo.

Las lluvias de julio, agosto y septiembre marcaron un retraso en algunas labores, como la segunda fertilización nitrogenada y las aplicaciones de postemergentes, pero lo más importante es el desarrollo de enfermedades foliares

El promedio de lluvias de julio y agosto pasado fue de 80 mm/mes y en lo que va de septiembre se registra entre 30 y 40 mm; esto provocó demoras en tareas como la segunda fertilización nitrogenada y las aplicaciones de postemergentes. Pero lo más relevante es el avance de enfermedades foliares.

Tanto en cebada como en trigo observamos una incidencia de estas enfermedades mayor que en otros años, algo lógico por las condiciones climáticas, especialmente los prolongados períodos de mojado foliar. En cebada detectamos alta presencia de mancha en red causada por Pyrenophora teres (o Drechslera teres), y también escaldadura por Rhynchosporium.

En general, estamos aplicando fungicidas en los primeros estadios de encañazón con formulaciones a base de triazoles y estrobilurinas, y programando una segunda aplicación en hoja bandera menos 1 (Z 37/39); la segunda intervención será con una mezcla triple que incorpora una carboxamida.

La principal preocupación hoy, desde lo sanitario, es la ramularia

Recordemos que en cebada la hoja bandera no aporta rendimiento como en trigo, por lo que resulta fundamental proteger la hoja bandera menos 1 y menos 2. La principal preocupación hoy, en lo sanitario, es la ramularia, pues las condiciones actuales son ideales para su desarrollo. Ramularia collo Cygni recibe ese nombre por una característica morfológica observada al microscopio (cuello de cisne); es una enfermedad muy agresiva que suele manifestarse en estados avanzados del cultivo.

Las lesiones, asociadas a una toxina (rubellinas) que en contacto con la radiación agrava el daño, suelen aparecer como pequeñas manchas rectangulares, marrón oscuro a negruzcas, con bordes definidos, generalmente entre nervaduras y acompañadas de halos cloróticos alrededor. Para controlar estas enfermedades es clave no solo el monitoreo y la medición de la incidencia, sino también acompañar de cerca la evolución del clima.

Se aplican fungicidas para tratar de llegar con los cultivos sanos a hoja bandera (Z 39)

Los trigos, al igual que la cebada, están en muy buen estado en general. Sanitariamente, la semana pasada comenzamos a observar roya anaranjada (Puccinia triticina) y roya estriada (Puccinia striiformis f. sp. tritici). Desde el inicio del macollaje también se registró mancha amarilla por Pyrenophora tritici-repentis.

En estos días estamos aplicando fungicidas para intentar mantener los cultivos sanos hasta hoja bandera (Z 39). A la fina aún le queda un largo recorrido; debemos atravesar este período en buenas condiciones para cerrar con buen rendimiento, y esperemos que así sea.

El autor es ingeniero agrónomo, asesor técnico y responsable de producción agrícola de Alea y Cía.

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