
Luis Emanuel B., enfermero del Policlínico PAMI II, enfrenta una investigación por la venta ilegal de fentanilo y bromuro de vecuronio, dos sustancias peligrosas de uso hospitalario. La acusación del Ministerio Público Fiscal (MPF) incluye la venta de estupefacientes, comercialización de medicamentos riesgosos y tenencia ilegal de un arma de fuego. Según la investigación, el enfermero ofrecía fármacos como drogas recreativas a través de redes sociales, exponiendo a sus clientes a graves riesgos para la salud, con el objetivo de obtener beneficios económicos.
La tragedia que desencadenó la pesquisa ocurrió cuando el padre de un hombre de 37 años denunció ante la Unidad Fiscal Rosario que su hijo, encontrado muerto en su departamento de Rosario, había consumido fentanilo y otras sustancias suministradas por un enfermero. Tras un primer archivo de la causa por falta de pruebas, nuevos elementos como chats y audios permitieron reconstruir la trama delictiva del imputado. Se reveló que el enfermero ofrecía vecuronio como sustancia aún más potente que el fentanilo, clema inducía a preparar mezclas letales advirtiendo a sus clientes que podrían “pasarse para el otro lado”.
La fiscalía federal logró obtener pruebas contundentes mediante allanamientos en la vivienda del acusado, donde se hallaron ampollas de fentanilo, bromuro de vecuronio y otros medicamentos de uso hospitalario, jeringas y armas. Los hallazgos confirmaron la peligrosa actividad ilegal del enfermero y respaldaron su imputación por múltiples delitos graves. La investigación continúa para determinar la responsabilidad del acusado en la distribución ilegal de medicamentos hospitalarios y su probable vinculación con otros clientes. Mientras tanto, permanecerá detenido bajo prisión preventiva hasta marzo del próximo año.