
Javier Milei llegó esta tarde a Rosario para ponerle el broche a una campaña demasiado larga y accidentada para el Gobierno, a la defensiva en el frente político y por la tensión cambiaria. Completa así la última posta de una carrera electoral se hizo muy cuesta arriba después de la paliza en la Provincia del 7 de septiembre y de la eyección de José Luis Espert, primer candidato bonaerense.
Ni siquiera en el último día de campaña ni después de la magnitud del rescate estadounidense, el Presidente pudo concentrar la agenda política. El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona apuró su renuncia, como había hecho el ex canciller Gerardo Werthein 24 horas antes.
En la tercera ciudad más poblada del país lo aguardó, como a cada lugar que fue durante la campaña, una contramarcha opositora y un enorme despliegue de fuerzas federales, perros y vallas para garantizar su seguridad, que incluyó cierre de varias manzanas a la redonda del Parque España, sede del acto, en la imponente ribera del Paraná.
Poco más de 400 militantes con camisetas violetas se congregaron para esperarlo después de las 16 en los alrededores del Hotel Ros Tower, en la esquina de Catamarca y Mitre mientras se refrescaban a la sombra de un día a pleno sol y arriba de los 30 grados, para saludar al mandatario.
El Presidente viajó desde Buenos Aires a esa hora acompañado por su hermana Karina y seguido por parte del gabinete (Luis Caputo y Guillermo Francos) y de varios de los principales candidatos nacionales. Patricia Bullrich, candidata en la Ciudad, fue una de las primeras en llegar y aprovechó para visitar la sede local de Gendarmería.
La comitiva entró al hotel cerca de las 17.30, entre el entusiasmo de militantes libertarios. En las escaleras del anfiteatro del Parque España ya estaba montado un inmenso escenario donde el jefe de Estado planeaba encabezar el último acto, después de las caminatas intermitentes que hizo en otras provincias y en el Gran Buenos Aires.
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Así fue la llegada de Milei a Rosario para el cierre de campaña de La Libertad Avanza
En la pantalla gigante se proyectaban en continuado los spots de campaña. El más importante era el que pedía marcar en el debut de la Boleta Unica Papel en todos los distritos la figura del águila y el color violeta que caracterizan al oficialismo, en una campaña con candidatos desconocidos en la que el Presidente planeaba plebiscitar su gestión.
Además de Diego Santilli y Bullrich y el cordobés Gonzalo Roca, Milei se mostraría con los candidatos locales a diputados: Agustín Pellegrini y Yamile Tomassoni, ignotos para el electorado como la mayoría de los aspirantes libertarios en las provincias.
La elección de la ciudad santafesina para el cierre nacional no fue casual. El Gobierno se abraza a una pelea cabeza a cabeza con la boleta del peronismo que lidera Caren Tepp y en un escenario de tercios, que completa Provincia Unidas, la fuerza del gobernador Maximiliano Pullaro, que lleva como primera candidata Gisela Scaglia. La vicegobernadora no posó el miércoles con Mauricio Macri y el resto de los candidatos del PRO, aunque es la titular del partido amarillo en la provincia.
“Santa Fe es de Milei“, decían algunas de las banderas que jóvenes libertarios prepararon para recibir al mandatario en Rosario. En su visita a la capital provincial, semanas atrás, el Presidente debió suspender una caminata por la ciudad por los choques entre sus militantes y los de izquierda.
Otros preferían lucir remeras con el nombre de Romina y el número 10 que, que apelaban al nombre de la jefa distrital de LLA, la diputada Romina Diez, una dirigente 100% karinista, que fue la responsable de ejecutar la decisión de ir sin aliados y lejos del mandatario provincial.
En la Rosada se abrazan a la idea de que una victoria o un muy buen resultado en la provincia les sirva para poder construir la idea de un triunfo a nivel nacional, que necesitará tabién de victorias en Mendoza, Entre Ríos, CABA, Salta, Chaco y un papel digno en Córdoba.
“Nos costó mucho llegar a donde estamos hoy, al festival de 250 mil personas en Nicki Nicole, ni un solo conflicto, ni un robo de celular. Si el presidente provoca y la contramarcha provoca, esperamos que no, pero podrían suceder conflictos. No nos traigan los problemas de Buenos Aires aquí”, advirtió Pullaro antes del cierre del Presidente, a propósito de la tensión política y al evocar los festejos por el aniversario de la ciudad.
En el centro de una caluros y húmeda Rosario, el ritmo era totalmente ajeno al cierre electoral. Se veían más hinchas de Argentinos y Belgrano, que por la noche se enfrentaban en aquí, que militantes con colores partidarios.
En varias de sus elecciones proselitistas y por las presuntas conexiones del caso Espert, Milei se refirió que en varias de sus intervenciones al supuesto éxito del Plan Bandera para pacificar la ciudad. Esta vez no sería la excepción.



