
Los cambios en las relaciones del Gobierno nacional con los provinciales y la dirigencia opositora en general dispuestos luego de la derrota en las elecciones bonaerenses se reflejan en algunas variables destacables del proyecto de ley de Presupuesto 2026, que en los próximos días deberá comenzarse a tratarse en la comisión correspondiente de la Cámara de Diputados.
Entre los aspectos principales que presenta la iniciativa, al menos en lo referente a las relaciones fiscales entre la Nación y las provincias, sobresale el incremento de los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que alcanzarán un monto de $569.426 millones.
El monto contrasta con los escasos recursos distribuidos en la materia, al punto que en agosto pasado sólo se giraron $3.000 millones a Entre Ríos, y muestra un aumento en términos reales del 147,1% en relación con el Presupuesto vigente pero del 689% si se lo compara con el proyecto de ley de 2025, que finalmente no fue aprobado.
El aumento del fondo de ATN establecido en el proyecto de Presupuesto 2026
Señal política
De acuerdo con el análisis de la consultora Politikon Chaco, “este punto toma relevancia en el contexto del reciente veto a la ley aprobado en el Congreso que reformaba la distribución de estos fondos, y podría considerarse una señal política a los gobernadores de mayor volumen de reparto”.
Al respecto, en ámbitos políticos se espera la sesión del Senado en la que el oficialismo se expone a una nueva derrota legislativa, con una probable nuevo rechazo a un veto del Poder Ejecutivo.
Un contexto diferente
Pero a diferencia de los rechazos anteriores por parte del Congreso, en esta oportunidad la sesión podría darse en un contexto diferente, marcado por la asunción de Lisandro Catalán al frente del restaurado Ministerio del Interior, la transferencia de $12.500 millones de pesos en ATN para Entre Ríos, Chaco, Misiones y Santa Fe, y, por último, la presentación de un proyecto de ley de Presupuesto 2026 que eleva considerablemente el monto de los fondos de esos aportes.
La ley 23.548 de Coparticipación reserva el 1% de la masa de recursos coparticipables a los ATN, teóricamente destinados a la atención de situaciones de emergencia o dificultades financieras o fiscales de las provincias.
En los hechos, esos recursos se giraron de manera discrecional en función de motivaciones políticas del momento, como fue el caso de las transferencias a la provincia de La Rioja durante la Presidencia de Carlos Menem.
La ejecución es otra cosa
Sin embargo, el Gobierno mantiene guardado un as en la manga, ya que habitualmente los fondos de ATN son subejecutados y el 2026 podría no ser la excepción.
Por ejemplo, en los primeros ocho meses de 2025 se ejecutó el 17,1% del total de fondos asignados, un porcentaje que puede parecer pequeño pero que sobresale en comparación con períodos anteriores.
Al respecto, en el período enero-agosto de 2024 la ejecución fue de sólo el 6,4% y en el mismo lapso de 2023 -durante otro mandato presidencial- fue del 12,5%.
En atención a esa realidad, las negociaciones con los gobernadores pueden ir más allá de la aprobación del proyecto de ley y buscar un compromiso de una ejecución mayor a la de los últimos años.