
Por algo María Eugenia Vidal, o el “vidalismo”, repetía como un mantra el mismo argumento para que el jefe de Gabinete Marcos Peña dierael brazo a torcer, el del emoji oficial, para lograr el desdoblamiento de los comicios bonaerenses: evitar una seguidilla de derrotasprovinciales como antesala de las presidenciales 2019 con, auguraban, una victoria en el distrito más populoso del país.Eso no ocurrió y tanto la gobernadora como el jefe de Gobierno porteño atarán su suerte a la de Mauricio Macri en una jornada nacionalunificada.El prólogo no es bueno para la Casa Rosada: hasta ahora, en los seis comicios realizados, dos de ellos que ya definieron gobernador, lospostulantes de Cambiemos apenas obtuvieron 816.347, es decir el 24,1% de los 3.376.440 de votos totales. Lo jugado hasta hoy representael 10% de los 33,1 millones de electores que fueron habilitados para votar en el país en 2017 por la Cámara Nacional Electoral.
Hasta esta altura del cronograma electoral, sin contar la próxima batalla en Córdoba donde se espera otra victoria justicialista, el másvotado fue el peronismo. En todas sus actuales variantes: con acuerdo de Cristina Fernández de Kirchner, sin la ex Presidenta involucradaen la campaña pero con tácito respaldo o con un alejamiento estratégico de la disputa local, como el caso de Santa Fe.Con 2,9 millones de electores, recién los resultados de Córdoba mostrarán la performance exclusiva de Alternativa Federal con un JuanSchiaretti que buscará un tercer mandato, ahora con reelección. En la interna que no fue, el candidato más cercano a la Rosada, MarioNegri, competirá con la estructura radical de Ramón Mestre. El kirchnerismo se bajó de la compulsa a gobernador.
Por ahora, sin escenarios tan fragmentados para unos y otros, las alianzas provinciales con el PJ dentro recibieron 1.612.388 sufragios. Es el47,75% del total por ahora disputado.Entonces: ¿Quién recibió el resto del 28% de los votos? Los partidos exclusivamente provinciales. El Movimiento Popular Neuquino (MPN),que no pierde elecciones desde 1962, dio por tierra las esperanzas K del Instituto Patria de la última semana antes de la votación: OmarGutiérrez ganó con 149.897 sufragios frente a los 96.700 Ramón Rioseco (FPV). Tercero, casi una constante del 2019, quedó Cambiemos conHoracio “Pechi” Quiroga, gracias a 56.097 votos.Algo parecido ocurrió en Río Negro. Resultó electa Arabela Carreras, candidata del saliente mandatario Alberto Weretilneck, con 204.920votos. Detrás quedaron el kirchnerismo (136.170) y Cambiemos (22.053).Más allá de su cercanía con Sergio Massa, el proceso del rionegrino puede emparentarse con su par de Chubut Mariano Arcioni. Con partidopropio, en las PASO, el actual gobernador sacó 98.671 votos, otros 90.065 la interna del PJ y el postulante de Cambiemos, Gustavo Menna,43.560.
En Entre Ríos, el PJ “unido” con Gustavo Bordet sacó 392.065 frente a 226.223 de la marca Cambiemos. Según el escrutinio provisorio, elsocialismo santafesino logró 494.217 sufragios, frente a los 677.286 de la interna peronista y los 312.246 del radical José Corral.
								
                        
  



