El importe que pagan por Ganancias creció cuatro veces entre mayo de 2006 y enero de 2007, aunque el salario de bolsillo siguió inalterable en alrededor de 9.000 pesos. Aseguran que debido a las inspecciones que hizo la AFIP se blanquearon montos en negro; la retención del impuesto se hace ahora en forma automática. Un legislador de Entre Ríos cobra hoy un haber de bolsillo de entre 8.000 y 9.000 pesos –la cifra puede engrosarse cuando se abonan traslados a quienes son del interior– pero sumados los descuentos para el pago del Impuesto a las Ganancias, aportes partidarios y cargas sociales, el salario nominal trepa a los 14.500 pesos, casi dos veces y medio el ingreso que tenían al inicio de la actual gestión de Gobierno, en diciembre de 2003, cuando percibían alrededor de 6.000 pesos. En 2004 la dieta (tal el nombre que recibe el haber de los legisladores) tenía dos componentes, una parte en blanco, unos 3.000 pesos, más otra en negro, bajo la denominación de gastos de representación, que sumaban otros 3.000 pesos más. Con el blanqueo de esa franja del salario, más una recomposición del 20 % que percibieron un año y medio atrás, los diputados y senadores de la provincia alcanzaron la cifra actual de más de 8.000 pesos –en algunos casos, encima de los 9.000 pesos–.Así pues, al haber superado la franja de los 6.000 pesos de ingresos mensuales, el fisco comenzó a reclamarles el pago del Impuesto a las Ganancias. En la Legislatura dicen que sólo luego de sucesivas inspecciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se comenzó a blanquear los ingresos de diputados y senadores, por lo cual el pago de Ganancias trepó significativamente, casi cuatro veces entre mayo de 2006 y enero de 2007, sin afectar el ingreso líquido de bolsillo, que ahora llega a los 9 mil pesos. El camino que se escogió fue el de “socializar” ese sobrecosto: la Legislatura asumió el pago de ese tributo y por eso ahora el salario “en bruto” de diputados y senadores es relativamente alto, ya que alcanza los 14.500 pesos. Si a esa suma se le restan los 2.200 a 2.900 pesos promedio que tributan por Ganancias –cifra que se les retiene de forma automática– más el aporte partidario, del 10 %, y las cargas sociales, se llega a una dieta líquida de entre 8.000 y 9.000 pesos, una cifra que está por encima del ingreso que percibe el gobernador Jorge Busti. Según los números oficiales del Presupuesto 2007, el titular del Ejecutivo tiene un haber de 8.069,80 pesos (3.091,87 de asignación básica; 2.473,51, de gastos de representación; y 2.504,42 de adicional remunerativo). Si se multiplican los 14.500 de sueldo nominal por los 45 legisladores (28 diputados y 17 senadores), el gasto salarial de la Legislatura llega a los 652.500 pesos mensuales, sin contar personal de planta, permanente y contratado, asesores ni el funcionariado.Un informe que publicó a principios de enero el diario La Nación mostró cómo el crecimiento de los presupuestos legislativos es común en casi todos los distritos del país, justo en un año que está cruzado por las elecciones legislativas. Los aumentos de fondos públicos para sostener la labor legislativa llegaron en 2006 a un tope máximo del 110 %, tal lo que ocurrió en Tucumán, aunque en el caso del Chaco, la Legislatura se autoimpuso un aumento de presupuesto del 40 % para este año, en tanto que en Tierra del Fuego la suba fue del 25 %. Entre Ríos, según ese informe, duplicó el gasto legislativo por habitante en tan sólo seis años: pasó de 26,80 pesos a 50,60 pesos. Pero puesto al trasluz el presupuesto de las dos Cámaras (Diputados y Senadores) legislativas de Entre Ríos, saltan a primera vista dos hechos peculiares. Por un lado, un crecimiento sostenido del gasto desde 2004 a 2007 del 120 %: el gasto pasó de 32 a 70 millones de pesos al año. Pero además la mayor parte de esos fondos tiene dos destinos específicos, uno más claro que el otro: este año las Cámaras gastarán 30 millones en personal, y una cifra similar en Gastos No Personales, un ítem que esconde las partidas para asistencialismo y para el pago de personal político contratado. En 2004 ambas Cámaras tenían un presupuesto de 32 millones de pesos; en 2005 el gasto trepó a 41 millones; el año último creció hasta los 58 millones de pesos; y para 2007 hay proyectado un gasto de 70 millones de pesos, 20 % más que el año último. Un legislador de la oposición defendió la actualización del ingreso de los legisladores provinciales por cuanto, dijo, “estuvieron congelados durante casi seis años. Los cuatro años de (el ex gobernador Sergio) Montiel, y dos años de esta gestión. Recién hace un poco más de un año se consiguieron actualizaciones. Pero es discutible plantear si es mucho o poco un sueldo de 8.000 pesos. Para mí, que no utilizo fondos no claros y vuelco todo a mi actividad política, no lo es, porque además voy a terminar la gestión con deudas políticas”. Sea como fuere, el aumento salarial para los legisladores vino acompañado de obligaciones fiscales, particularmente del pago del Impuesto a las Ganancias, tributo al cual durante buena parte de la actual gestión los legisladores dieron poca importancia. Un diputado dijo que el “gran salto” en el pago de Ganancias se dio en la segunda mitad de 2006: en mayo de ese año aportaban una suma de 605 pesos por mes; al mes siguiente, la cifra trepó vertiginosamente a los 1.583 pesos. “Debe haber sido por un cambio en la forma de tributar”, teorizó un legislador consultado.En septiembre del año pasado, sobre un salario de bolsillo de 7.885 pesos, el legislador que habló con EL DIARIO pagó 1.872 pesos por Ganancias; en enero de este año, con una dieta de 8.473 pesos, tuvo que tributar 2.277 pesos. Pero el incremento en el pago de ese impuesto no modificó en nada el sueldo líquido que perciben diputados y senadores, que se ha mantenido inalterable a pesar de la evolución ascendente de Ganancias. La razón es que la Legislatura “engrosó” el salario en bruto de modo de retener directamente el importe a pagar sin que haya variación en la cifra final a cobrar. Una legisladora de la oposición se permitió una lectura insidiosa de la cuestión. “Acá lo que pasaba es que cuando había que pagar Ganancias del propio bolsillo, nadie lo hacía. Entonces, como la AFIP empezó a apretar no sólo por el blanqueo del sueldo sino por el pago de impuestos, Economía resolvió aplicar descuentos automáticos, pero sin que se modifique el sueldo de bolsillo. Por eso, ahora cada legislador tiene una dieta sin descuentos de más de 14.500 pesos”, señaló. — ¿Habló alguna vez con otros legisladores sobre ese aumento en las dietas y los montos de Ganancias?– Sí, pero nadie me prestó atención. Me parece que nadie quería pagar. (El Diario)