
CÓRDOBA.- El Grupo 5L, resultado de la fusión de varias empresas productoras de cerdos, está finalizando un frigorífico destinado a la faena y desposte. Esta entidad hizo su debut en la SIAL de China, en Shanghái, una de las ferias de alimentos más importantes del mundo, donde está explorando oportunidades para exportar a este mercado. Ian O’Dwyer, gerente general y socio de la empresa, comentó a LA NACION que “hay mucho interés y demanda” por cortes de cerdo que en Argentina tienen menores ventas.
Este grupo, que abarca a Lartirigoyen, Las Lilas, Las Taperitas, La Payana, Los O’Dwyer y Llorente Hnos., nació en medio de la pandemia con el propósito de “avanzar” en sus actividades y construir, junto a aliados, un frigorífico. “Estábamos evaluando esta posibilidad cuando se presentó la oportunidad de asociarnos con los hermanos Blaquier, quienes estaban interesados en invertir en el mismo proyecto”, explicó O’Dwyer. “Así, nos unimos y estamos llevando a cabo las obras en General Las Heras. La inversión, que incluye los terrenos, asciende a 42 millones de dólares”. El nuevo establecimiento estará orientado a la exportación, contará con una “alta” capacidad de congelado y podrá procesar hasta 40,000 animales mensuales.
La actividad de la familia Blaquier, propietaria de Ledesma, en el sector porcino se remonta a principios de los años 90, operando a través de Pacuca, que administra Cabaña Argentina, una de las líderes del sector.
Hace unos meses, realizaron su primera exportación de dos contenedores a Costa de Marfil, como una prueba piloto para optimizar sus operaciones de comercio internacional. Los productores del grupo mantienen 14,500 madres repartidas en cinco provincias: La Pampa, Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos. 5L se encarga de la compra de los animales y su comercialización.
O’Dwyer destacó la sinergia dentro de la alianza: “La colaboración es excelente; trabajamos como si nos conociéramos desde hace años, lo que facilita mucho las cosas. Esto nos permite aumentar el volumen y alcanzar la escala necesaria para responder a la demanda”.
El modelo de asociación que emplea este grupo es común en Brasil y busca generar economías de escala, contribuyendo a la eficiencia de la estructura de costos.
Además, el grupo opera un centro de distribución de carne fresca y fiambres en Pilar, provincia de Buenos Aires, donde distribuye productos de marca propia (Tropa) a mayoristas y minoristas.
O’Dwyer señala que, a pesar de la asociación, para un mercado como el chino son “pequeños”. En la SIAL, establecieron alrededor de 150 contactos y les ha sorprendido el “interés y la demanda de cortes que en Argentina generan menos actividad, como patas, huesos, cabeza, manos, orejas, lengua y recortes de cerdo. La combinación de estos productos permite alcanzar una buena integración”.
Sobre los costos de producción en Argentina, comenta que han disminuido significativamente, aunque la carga impositiva sigue siendo un desafío: “Pagamos un 21% de IVA y vendemos con un 10,5%. Si corregimos este aspecto, no deberíamos tener problemas para competir”.
O’Dwyer resalta que la alianza no solo aumenta la capacidad productiva, sino que también abre la puerta al desarrollo de nuevos productos en una cadena de valor que hoy requiere atención más que nunca.