Martes, 2 de diciembre de 2025   |   Campo

Empresarios argentinos de lácteos encontraron en China maquinaria hasta 50% más barata

Empresarios argentinos de lácteos encontraron en China maquinaria hasta 50% más barata

CÓRDOBA.- Una docena de empresarios lácteos de la Argentina, integrantes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), participaron de una misión comercial a la feria de Cantón, la mayor y más antigua de China, que se celebra dos veces al año en Guangzhou. Consultados por LA NACION, coincidieron en que la tecnología para fábricas lácteas es de primer nivel y que sus precios están entre un 20% y un 50% por debajo de los europeos. En cuanto a las posibilidades de vender lácteos a los chinos, las expectativas a corto plazo son muy moderadas, porque el consumo es bajo y se concentra en yogures.

Los especialistas Santiago Notarfrancesco y Ramiro Gómez López organizaron la misión; son consultores especialistas en China que aplican sus conocimientos a negocios. La feria de Cantón reúne, en tres fases de cinco días, con tres jornadas entre una y otra, a 90.000 expositores de distintos rubros.

Notarfrancesco señala que Cantón es una zona industrial y que para un extranjero que va por primera vez a China es el lugar “más amable para empezar a conocer el país”. Como visitante frecuente del país -y después de haber vivido allí-, apunta que el nivel de desarrollo es “muy llamativo. Siempre hay algo que sorprende no solo por la magnitud, sino por la velocidad de las transformaciones. Los que van por primera vez no lo pueden creer”.

La feria de Cantón, atractivo para los empresarios argentinos

El consultor indica que los lácteos son un “buen ejemplo” de los desafíos que se abren. “Todo en el sector es importado. La clave es lograr la identificación del nicho; ninguna empresa tiene capacidad para abastecer a todo el mercado, pero un segmento es siempre importante”.

El empresario lácteo Luciano Di Tella define el viaje como “lleno de miedo y esperanza. Lo primero porque no conocíamos, porque uno no sabe con qué se va a encontrar y lo que ve supera por mucho lo que espera. Abre la posibilidad de traer tecnología, maquinarias. Hoy en la Argentina o mejoramos la competitividad o no podremos seguir”.

Habituado a visitar ferias en Europa con Apymel, enfatiza que “ninguna, ni la más grande, se parece a lo que vimos en China. Donde en Alemania fabrican cinco, ellos hacen 50. La escala es incomparable, otra magnitud”. Respecto de los precios, están entre 20% y 50% debajo de la maquinaria europea.

Uno de los equipos en la feria de Cantón en China

Dueño de La Familia, una láctea de 30 años en Salliqueló (Buenos Aires), Gerardo Retorto reconoce que su primer pensamiento fue: “Deberíamos haber venido hace una década. Por Apymel vamos a España, Italia, Alemania, pero acá nos sorprendimos de la tecnología. Una fábrica entrega 500 máquinas de automatización por mes; con esa escala no da para competir. Copiaron, mejoraron e hicieron cantidad”. Menciona que una caldera de la misma calidad que una europea, que cuesta US$200.000 sin quemador, se consigue a US$37.000 con quemador puesta en la Argentina.

Delegación argentina en ChinaGentileza

La Familia empezó produciendo con dos tarros de leche; hoy procesa 40.000 litros diarios con 60 empleados, de los cuales el 80% se destina a reparto propio. Hace 18 años la empresa se asoció con Remotti, una de las lácteas de más trayectoria de la Argentina. En los últimos tiempos invirtieron en una planta de suero ya habilitada para exportar al mundo; en una planta de rallado que produce para terceros y en una de leche UHT en sachets. “Habíamos comprado maquinaria, con lo que tenemos muy en claro los precios”, sostiene Retorto.

Desde lácteos Silvia (productores de quesos), Federico Larroque, coincide en la “sorpresa” que les causó las visitas a las fábricas, por la calidad de las máquinas y por los precios: “Además la disponibilidad es muy amplia. Tienen todo lo que se busca”.

La dueña de Lácteos Luz Azul, Camila Aignasse -que ya había comprado tecnología china- ratifica: “Hay absolutamente de todo y con precios que son 50% de lo que conseguimos en otros lugares. Aun sumándole los impuestos, son convenientes. Los plazos de entrega son unos tres meses”.

Los empresarios destacan la voluntad de venta de las fábricas: fueron recibidos por los dueños, a las 12 horas les enviaron los presupuestos y se mantienen en contacto permanente para tratar de cerrar la operación. “Son muy flexibles, se adaptan a las necesidades”, define Di Tella.

La misión tuvo el foco puesto en ver tecnología, aunque siempre se analizaron posibilidades de exportación. “El día que empiecen a demandar lácteos no alcanzará toda la leche de la Argentina para abastecerlos”, precisa Larroque.

“Están empezando a comer más lácteos, pero básicamente yogurt. Hay que ver cómo va evolucionando el mercado y cómo nosotros nos volvemos más competitivos”, reflexiona Retorto. Di Tella completa con que “todavía no son demandantes de queso; la leche en polvo para yogur, muy vinculado por su gusto por las bebidas fermentadas”.

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