
Mario Héctor De La Fuente, yerno de Daniel Hadad, contrajo matrimonio el 1 de marzo pasado con su hija Camila.
En las imágenes del evento, que se hicieron públicas, él no aparece; en su lugar, se observan únicamente a los familiares, un detalle que llamó la atención. De La Fuente es amigo de Leonardo Scatturice desde hace más de dos décadas y es propietario de “VORENO S.R.L.”, empresa que en Argentina tiene como empleada a la “valijera” Laura Belén Arrieta.
Su socio es Antonio Gastón Sierra, a quien conoció en la Policía Bonaerense. Ambos fueron condenados en 2006 por encubrimiento en la causa de la “Masacre de Avellaneda” -el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán-, aunque no por los homicidios. Mario De la Fuente fue tapa del diario Página/12 el 8 de julio de 2002, ayudando a mover los cuerpos de los militantes fallecidos.
De La Fuente y Sierra fundaron “VORENO S.R.L.” en diciembre de 2016, junto con “BOPE S.R.L.”, a la que en 2022 se unió “KOBAN S.R.L.”.
Estas empresas están detrás de la marca de indumentaria “Boken”, que posee una fuerte presencia regional con locales en Chile y Uruguay.
En Estados Unidos, la terminal de “Boken” está bajo el control de Leonardo Scatturice mediante un entramado de sociedades: “Boken USA Inc.”, “Boken Holding LLC”, “Boken FLS LLC” y “Boken DCS LLC”.
La marca, conocida por nombrar la mayoría de sus diseños con nombres propios, decidió hacer un guiño personal en su última colección.
Entre las prendas se encuentra una campera de lino llamada “Hadad” y otra de paño con el mismo nombre, además de un top denominado “Camila”. Detrás de esta elección se encuentra Mario Héctor De La Fuente, socio y motor de la firma en Argentina, quien el pasado 1 de marzo se casó con Camila Hadad, hija del empresario Daniel Hadad. Este gesto, discreto pero significativo, actúa como un pequeño homenaje a su esposa y a su nueva familia política.
En el universo Boken, donde cada prenda busca una identidad propia a través de su nombre, esta triple referencia sugiere que, para De La Fuente, la moda también puede ser un vehículo para contar historias íntimas y fortalecer vínculos personales, incluso en el contexto de la proyección regional de la marca.