Miércoles, 17 de septiembre de 2025   |   Campo

El veterinario que jugó un papel clave en el regreso de River a Primera División

El veterinario que jugó un papel clave en el regreso de River a Primera División

“Esta presentación ha sido pensada para mí. El principal destinatario de esta charla soy yo”. Con esta frase, Ignacio Berengúa, médico veterinario y conferencista “empírico”, rompe el silencio de la sala, iniciando una apertura introspectiva y motivacional sobre sus charlas. En las áreas de psicología y coaching, se reconoce como “autodidacta”. Asegura que su mensaje es certero a la hora de conectar con las personas. Fue uno de los impulsores del ascenso de River Plate en 2012, tras recibir un llamado de Matías Almeyda y el equipo técnico que apoyó al club durante su descenso a la B Nacional. Su trayectoria profesional lo llevó a trabajar en genética e inseminación artificial en bovinos con una empresa canadiense.

Berengúa comenzó a ofrecer charlas inspirado por un conferencista español que lo impactó desde el primer momento. Al verlo, pensó: “Yo esto lo puedo hacer también”. A partir de esa experiencia y el empuje de su “don” oculto, decidió definir una temática, un contenido y, sobre todo, una forma de presentar charlas dinámicas basadas en valores personales y en generar un impacto emocional en los asistentes.

“Hace unos 15, 17 años empecé, un poco para la empresa y un poco a nivel particular, a realizar presentaciones sobre actitud y motivación. Hasta ahora, he realizado más de 2000 presentaciones de esta conferencia en diversos ámbitos, como empresas privadas y cierres de congresos técnicos, donde incorporamos esto para generar un diferencial. He hablado para 1500 personas, así como también para una sola persona que solicitó una charla con toda la estructura”, relató.

Ignacio Berengúa lleva más de 2000 presentaciones de esta conferencia en diferentes ámbitos

Desde hace 35 años, trabaja en Semex, una firma canadiense que se estableció en Argentina para mejorar la genética de los rodeos. Por esta razón, las compañías con las que colabora están mayormente vinculadas al sector agropecuario.

El llamado que más lo sorprendió fue en 2012, cuando Almeyda intentaba regresar a la Primera División: “Estaba faltando tres o cuatro partidos para finalizar el campeonato. Estuve trabajando con ellos, leyendo todo lo que sucedía día a día hasta alcanzar el objetivo final”. La convocatoria se originó, como suele ocurrir en estos casos, a través del boca a boca.

Ignacio Berengúa: “El impacto que genera es lo que me mantiene en movimiento”

“Había realizado una charla en el Teatro Principal de Azul, un teatro colonial histórico que se encuentra frente a la plaza. Seguramente algún pariente de Almeyda asistió, y también recibí la recomendación de un veterinario de Azul que los conocía. Me llamaron un martes; Luciana García Pena, la esposa de Matías, me convocó, y el jueves ya estaba dando una charla para todos los jugadores y el cuerpo técnico”, compartió.

El contacto posterior continuó con García Pena, a quien Berengúa atribuye gran parte del éxito de Almeyda en el club. “Leía lo que ocurría día a día en ese período de máxima tensión que vivían. Eran chicos muy jóvenes, a excepción de figuras como Fernando Cavenaghi y Alejandro Damián “Chori” Domínguez, que ya tenían más experiencia”, recordó.

Ignacio Berengúa fue clave en el momento emocional para el equipo del ascenso de River en 2012

La charla se realizó en el microcine del Monumental, un momento que él recuerda como muy emocionante. “Luciana había preparado un video de la familia y los jugadores, que proyectamos tras la presentación para generar un efecto más emotivo y brindar toda la fuerza necesaria para alcanzar el objetivo”, afirmó.

Luego, narró que tuvo la oportunidad de dar charlas a diferentes equipos de rugby y fútbol. “He trabajado con Hindú Club, Newman, San Andrés, y también con equipos del interior. Me convocaron en varias ocasiones para trabajar con juveniles y planteles superiores. En el fútbol, además de River, he participado en experiencias con equipos del ascenso y ligas regionales, siempre manteniendo el mismo esquema: una charla motivacional, dinámica, que combina conceptos de liderazgo, valores y confianza en el grupo”, relató.

Ignacio Berengúa, médico veterinario y conferencista, mientras brinda una de sus charlas

Para él, esta propuesta resulta muy efectiva en el deporte porque los jugadores se identifican con ejemplos concretos y dinámicas participativas. “Siempre digo que las charlas no son una clase magistral; son un espacio de interacción donde lo esencial es que cada uno pueda llevarse algo que les sirva para su vida cotidiana y para el equipo”, observó.

Además de colaborar con equipos deportivos, ha trabajado con empresas de diversos sectores, como bancos, compañías de seguros, laboratorios veterinarios, farmacéuticas, firmas del agro, supermercados e incluso cadenas de retail. “A menudo, me convocan para cierres de congresos técnicos, donde después de intensas jornadas buscan un espacio diferente, algo que permita relajar tensiones y dejar un mensaje motivador. En esos casos, la charla actúa como un diferencial que genera impacto y aporta valor al encuentro”, acotó.

“He sido convocado en países de Latinoamérica, especialmente para congresos y encuentros empresariales donde buscaban una propuesta distinta a lo técnico”, explicó.

Ignacio Berengúa estuvo en Uruguay, Paraguay y Chile donde trabajó con empresas del agro y del sector financiero

En Uruguay, Paraguay y Chile colaboró con empresas del agro y del sector financiero, mientras que en México y Colombia participó en jornadas relacionadas con la motivación y el liderazgo. Su crecimiento internacional no fue parte de un plan estratégico, sino resultado del boca a boca, como se mencionó, y de contactos que surgieron a raíz de una primera experiencia. La pasión por transmitir valores y experiencias nació de su cotidianeidad familiar y de lo que ha aprendido a lo largo de los años. “No me considero un ‘gurú’, sino alguien que comparte vivencias que pueden ser útiles para otros, tanto en lo personal como en lo profesional,” añadió.

Ignacio Berengúa indicó que la idea es que cada participante se lleve algo concreto

También aclaró que sus presentaciones no son clases magistrales ni conferencias académicas, sino dinámicas participativas que buscan involucrar a la audiencia y permitirles identificarse con los ejemplos. “Trabajo con valores, actitudes y motivación, pero siempre desde un enfoque práctico y cercano. Me apoyo en historias reales, anécdotas personales y metáforas del deporte para transmitir conceptos aplicables tanto en el trabajo como en la vida cotidiana. La idea es que cada participante se lleve algo concreto, una reflexión que le ayude a mejorar su actitud frente a los desafíos”, analizó.

Las charlas culminan con un momento emotivo: un video, una dinámica grupal o una frase que incite la reflexión para dejar una huella. Ese cierre es clave para que el mensaje perdure en la memoria de los participantes y no se diluya en un instante. Destacó que no busca imponer nada, sino “despertar lo mejor en cada persona”, ayudando a que reconozcan sus propios valores y capacidades.

Parte de la audiencia que vio una de sus presentaciones

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