Viernes, 8 de agosto de 2025   |   Economía

El traslado del dólar a precios fue bajo, aunque la inflación de agosto se fijó en un piso del 2% según consultoras.

Una consultora midió un salto de 2% solo en la primera semana del mes. Otras observaron variaciones más leves o estabilidad en alimentos y bebidas. El Gobierno insiste en que no hay “convalidación monetaria” para que haya aumentos
El traslado del dólar a precios fue bajo, aunque la inflación de agosto se fijó en un piso del 2% según consultoras.

La subida de casi el 15% del tipo de cambio durante julio tuvo un traslado parcial a los precios en la primera semana de agosto. Aunque las consultoras consideran que es prematuro estimar un número concreto para el índice de inflación, se anticipa que el piso del IPC se situará por encima del 2 por ciento.

Las consultoras que realizan seguimientos semanales de precios han observado fenómenos dispares. Por un lado, Analytica registró el aumento más bajo con apenas un 0,1% semanal en alimentos y bebidas. En cambio, Equilibra reportó un incremento general de precios del 1% en comparación con la semana anterior. Este dato, el mayor aumento para la primera semana de agosto desde marzo, estuvo principalmente impulsado por los precios de los bienes regulados, que crecieron un 2 por ciento.

Mientras tanto, desde el Gobierno afirman que no existen razones monetarias que justifiquen dicho pass through. “No hay déficit ni emisión monetaria, es decir, no hay convalidación monetaria”, expresó Luis Caputo, refiriéndose a las expectativas tras el inicio de la flotación cambiaria, momento en el cual se anticipó una aceleración inflacionaria inmediata. “El consumidor va al supermercado y hay más competencia, ya no teme que si va mañana todo esté más caro”, agregó.

Según los relevamientos de Equilibra, que se basan en más de 130.000 precios correspondientes al 85% de los rubros que componen el IPC Nacional, esta aceleración en los precios refleja un comportamiento heterogéneo. Aunque la inflación núcleo, que excluye alimentos y bebidas, se incrementó en un 0,9%, se observó un mayor repunte en los rubros no alimenticios, especialmente aquellos con un alto componente importado. Entre los productos más afectados se encuentran los autos, productos de limpieza, cuidado personal, libros y medicamentos.

Sin embargo, el aumento de precios no fue uniforme. Mientras que el impacto en alimentos y bebidas fue relativamente moderado, con incrementos puntuales en productos como azúcar, golosinas y aceites, otros sectores, como la carne, la indumentaria y los celulares, permanecieron más estables. Este comportamiento, según aseguran, está relacionado con “factores de demanda, estacionales y la apertura comercial” que moderan las expectativas de precios. El informe señala que será necesario seguir de cerca la evolución de los precios en carnes e indumentaria, dado su peso dentro del índice general. Si la tendencia se mantiene sin sobresaltos, se proyecta que la inflación de agosto se ubicará entre el 2% y 2,5 por ciento.

Por su parte, LCG destacó que los precios de alimentos y bebidas, que habían mostrado una desaceleración en las últimas semanas, aumentaron un 2% en la primera semana de agosto, marcando un contraste con las cuatro semanas consecutivas de desaceleración previas. A nivel mensual, la inflación promedio en las últimas cuatro semanas fue del 0,8%, con un incremento del 1,5% en la medición entre puntas. Esto refuerza la idea de que, a pesar de algunos frenos temporales, la dinámica inflacionaria sigue siendo elevada en ciertos sectores, especialmente en aquellos vinculados al tipo de cambio y la importación de bienes.

Desde esa consultora destacaron que el traslado a precios de los movimientos del tipo de cambio oficial se presenta, por ahora, más acotado que en episodios anteriores. “Una demanda poco pujante, junto con la apertura de importaciones, ayuda a que los márgenes no se recompongan a la misma velocidad que antes”, señalaron en su último informe.

Sin embargo, advirtieron que la reciente subida del dólar podría frenar la trayectoria descendente de la inflación. “Aunque estos movimientos del dólar no impliquen a priori un salto discreto en los niveles de inflación, sí creemos que podrían significar un freno a la dinámica de desaceleración que venía dándose”, analizaron.

LCG también destacó que, en un contexto más volátil, la respuesta de ajuste de precios no resulta tan directa como en el pasado. “Con la actividad que no despega con fuerza y con la mayor apertura de importaciones que disciplina precios, el segmento minorista sigue apostando a una baja de márgenes, lo que actúa como contrapeso reduciendo o retrasando el habitual pass-through a precios”.

EcoGo proyectó un aumento mensual del 1,9% para el nivel general, impulsado por incrementos en alimentos, servicios regulados y algunos rubros específicos. En la primera semana del mes, los alimentos consumidos en el hogar subieron un 0,6%, lo que elevaría la variación mensual a 2,2 por ciento. Al incluir los alimentos consumidos fuera del hogar (3,2%), el indicador total de alimentos alcanzaría el 2,3 por ciento.

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