
El presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Jorge Feijóo, defendió ante los legisladores nacionales el proyecto de ley de biocombustibles elaborado por la Liga de Provincias Bioenergéticas.
La Liga es un espacio que reúne a provincias productoras de bioenergía y energías renovables (Salta, Jujuy, Entre Ríos, Santa Fe, Tucumán y Córdoba), donde se elaboró una iniciativa conjunta para modernizar la legislación vigente.
Feijóo participó en una reunión con senadores y diputados nacionales organizada por la Fundación Barbechando en la Ciudad de Buenos Aires, donde subrayó la necesidad de contar con una nueva legislación para los biocombustibles. Destacó que, desde la sanción de la ley de biocombustibles en 2006 hasta la fecha, la producción de alcohol se triplicó (de 208.000 m³ a 582.000 m³). Asimismo, desde la efectiva implementación de la ley en 2010, con una mezcla del 3% de bioetanol en naftas, la superficie cultivada de caña aumentó un 42%.
Este impacto, explicó el titular del CAA, fue resultado de inversiones estimadas en U$S 533 millones. De esa cifra, U$S 115 millones se destinaron a plantaciones, U$S 380 millones a la industria (destilerías y deshidratadoras) y U$S 38 millones a gestión ambiental, sin contar las inversiones en cosechadoras, tractores y equipos de cultivo, camiones y equipos de transporte, entre otros.
Ante los legisladores nacionales, Feijóo enfatizó que “para el bioetanol de caña y el de maíz tenemos una propuesta común que está reflejada en el proyecto de ley de la Liga de Provincias Bioenergéticas. Aspiramos a crecer de manera sostenible, en favor del agregado de valor a la producción primaria, el desarrollo regional, el medio ambiente, la salud y las divisas del país”.
El titular del CAA también resaltó la conveniencia del uso de bioetanol, aclarándose que ayuda a satisfacer la demanda interna de naftas, ya que las refinerías de petróleo operan a su máxima capacidad. A pesar de que el bioetanol representa el 12% del consumo, aún es necesario importar naftas. En este sentido, detalló que, en los últimos ocho años, este biocombustible ha evitado importaciones de naftas por U$S 5.050 millones, contribuyendo a la balanza comercial del país.
Por otro lado, explicó que el bioetanol incrementa los octanos que las naftas argentinas no logran alcanzar, evitando así el uso de otros aditivos de mayor costo, sin afectar las regalías de las provincias petroleras, ya que las perciben sobre los hidrocarburos extraídos, independientemente de su uso o destino.
Argentina ha asumido compromisos ambientales que se han transformado en leyes nacionales, para cuyo cumplimiento “el aporte del bioetanol en la descarbonización del transporte es central”, señaló Feijóo. Agregó que el bioetanol de caña de azúcar constituye un eje de sostenibilidad económica y competitividad para la principal agroindustria del Noroeste Argentino.