El sector pesquero envió una carta al ministro de Economía, Luis Caputo, solicitando que se evalúe la eliminación o reducción de las retenciones sobre esos productos. Advirtieron que la actividad quedó relegada frente a los beneficios fiscales concedidos a la minería, a los hidrocarburos y a las economías regionales. Sin un alivio fiscal, afirmaron, están en riesgo el empleo en el litoral marítimo y la competitividad del octavo complejo exportador del país. El costo fiscal estimado es de 120 millones de dólares.
La denominada Intercámaras, integrada por nueve entidades, señaló que el octavo complejo exportador de la Argentina volvió a plantear al gobierno nacional los problemas de competitividad que afectan a la actividad y la necesidad de un alivio fiscal frente a la volatilidad de los precios internacionales y la elevada estructura de costos internos.
Las entidades solicitaron al ministro que gestione la eliminación de los derechos de exportación y de los aranceles aplicados a las exportaciones de productos pesqueros. Según argumentaron, se trata de una “medida indispensable para recuperar la competitividad internacional del sector, sostener el empleo y evitar un deterioro irreversible de las economías regionales del litoral marítimo“.
Explicaron que, en los últimos meses, el Gobierno avanzó en la eliminación o reducción de retenciones para varios complejos productivos con fuerte arraigo regional, como las economías regionales y la economía del conocimiento. En cambio, señalaron, el sector pesquero permanece “relegado”.
La industria pesquera advierte que, sin una reducción de retenciones, peligra el empleo y la actividad exportadora. CEPESCA – CEPESCA
“Todas estas actividades fueron reconocidas como estratégicas y beneficiadas con un esquema impositivo orientado a promover inversiones, mejorar competitividad y dinamizar el empleo en sus respectivas regiones”, mencionaron. En ese sentido, también plantearon que, “a diferencia de estas economías regionales —dispersas geográficamente y con fuerte apoyo fiscal reciente— la industria pesquera continúa siendo una de las pocas actividades netamente exportadoras que aún mantiene retenciones, pese a su impacto directo e inmediato en las ciudades del litoral marítimo”.
Según las cámaras, la pesca no solo es el principal motor económico de la región del litoral marítimo, con impacto especial en comunidades como Mar del Plata, Puerto Madryn, Rawson, Puerto Deseado y Ushuaia, entre otras, sino que también condiciona su estructura social, el nivel de empleo y la actividad de decenas de encadenamientos productivos locales: estibaje, logística, frío, transporte, talleres navales, metalmecánica y servicios portuarios, describieron.
En una exposición en la Bolsa de Cereales, Eduardo Boiero, presidente de Capeca, señaló que los aranceles de entrada en distintos mercados les restan competitividad. Por ejemplo, el calamar que ingresa a China afronta un 9% de retenciones más un 10% de arancel de importación, frente al 0% que pagan los competidores que faenan en la milla 201 o en Malvinas con el mismo producto. Lo mismo ocurre con el langostino: al 6% de retenciones se suma un 5% en China o un 12% en la Unión Europea, frente al de cultivo Vannamei de Ecuador, que tiene 0% en ambos mercados.
Eduardo Boiero presidente de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca). Rocío Forte / Pukén
“Eso hace que no seamos competitivos, que en algunas situaciones no podamos salir a pescar y que esto impacte en las comunidades del litoral marítimo, donde la pesca es la actividad económica esencial, como ocurrió este mismo año 2025″, subrayó.
Las entidades dicen que le manifestaron al Gobierno que “mientras otras economías regionales han recibido alivio fiscal para mejorar su competitividad, la pesca continúa enfrentando una presión tributaria que pone en riesgo la continuidad de plantas, flotas y empleos, con consecuencias mucho más inmediatas y profundas sobre la vida económica de estas ciudades costeras”.
Los pesqueros piden medidas urgentes. Gentileza
A ello se suma la gran desigualdad en la competencia global de productos pesqueros: muchos países subsidian la producción, disponen de acuerdos comerciales a tasa cero y soportan una presión fiscal muy inferior. Según señalaron, los actuales derechos de exportación colocan a los productos pesqueros argentinos en clara desventaja internacional, ya que se trata de un tributo inexistente en otras pesquerías.
Agregaron que, dado que “más del 90% de la producción se destina al mercado externo y el consumo interno es muy bajo (5–6 kg por habitante al año), cualquier impuesto a la exportación impacta de manera directa en la rentabilidad del sector”.
Por último resaltaron que la eliminación de retenciones en el sector pesquero “no solo es más urgente y determinante que otras, sino que constituye una de las medidas de menor costo fiscal y mayor impacto social y económico para las economías regionales del litoral marítimo”.
