Domingo, 28 de septiembre de 2025   |   Policiales

El puesto policial de Paso Cerrito secuestró 113 teléfonos celulares por un valor aproximado de $90.000.000

El puesto policial de Paso Cerrito secuestró 113 teléfonos celulares por un valor aproximado de $90.000.000

En horas del mediodía, el Puesto de Control Vial Paso Cerrito vivió un giro inesperado. Lo que parecía una inspección de rutina a una camioneta Ford Ranger gris, conducida por una comerciante correntina con destino a la ciudad santafesina de Rafaela, terminó derivando en un procedimiento de gran magnitud.

La pericia del personal policial se combinó con el olfato certero de “Jana”, la can narco detector, que marcó con insistencia la zona del piso de la caja de carga. A simple vista, los uniformados advirtieron una anomalía en la carrocería: un desnivel que no coincidía con la estructura original del vehículo. Ese detalle, aparentemente menor, abrió la puerta a una investigación más profunda.

De inmediato se dio intervención al Juzgado Federal de Concordia —secretaría a cargo de Lucas Claret— y a la Fiscalía Federal conducida por Cintia Cibulskas. En aplicación del artículo 230 bis del Código Penal Argentino, y en presencia de testigos hábiles que dotaron de legalidad al procedimiento, se procedió a una requisa exhaustiva.

El hallazgo confirmó las sospechas: bajo un doble piso cuidadosamente acondicionado se ocultaban 133 cajas rectangulares envueltas en nylon negro y blanco. En su interior había, en total, 133 teléfonos celulares de diversas marcas y modelos. La mercadería fue valuada en aproximadamente 90 millones de pesos, mientras que la camioneta secuestrada superaba los 40 millones.

El caso quedó encuadrado en una supuesta infracción a la Ley 22.415 (Código Aduanero) y marca un nuevo capítulo en la lucha contra el contrabando tecnológico, un fenómeno que no solo erosiona la economía formal, sino que también revela las mutaciones del delito organizado.

En clave pedagógica, este operativo deja una enseñanza para la ciudadanía: la seguridad vial no se limita al control del tránsito, sino que constituye una primera línea estratégica en la detección de ilícitos de alta complejidad. La mirada entrenada del funcionario que percibió el desnivel en la carrocería, el trabajo coordinado con la unidad canina y la articulación inmediata con la Justicia Federal configuran un ejemplo de procedimiento eficiente y ajustado a derecho.

En tiempos donde los delitos transnacionales buscan rutas alternativas y métodos cada vez más sofisticados para evadir controles, la actuación en Paso Cerrito aparece como una metáfora de resistencia: la legalidad detecta, desarma y transparenta lo que se intenta ocultar.

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