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Sábado, 11 de octubre de 2025

El proceso de transformación de Milei en Macri

Mención a:Hidrovía
Convencido de que el modelo fracasó, Mauricio busca quedarse con Trabajo y Obras, con Triaca y Dietrich, post 26 de octubre. Quiere, además, una mesa de economistas para controlar a Caputo. También con Trump en el poder, su ex ministro de Finanzas volvió hoy a traer a los buitres que por entonces le llevó a Macri y que se fueron del país con los dólares cuando colapsó el programa.
El proceso de transformación de Milei en Macri

La coincidencia de los caminos, situaciones y destinos de los gobiernos de Javier Milei y Mauricio Macri es impactante y adelanta problemas graves en el futuro corto. En 2017, cuando ya la crisis del PRO empezaba a arreciar, el líder amarillo se reunió y fomentó negocios con los mismos capitales especulativos y fondos buitres que ahora trajo de regreso el gobierno libertario, en el marco del salvataje de los Estados Unidos al plan económico. Un salvataje opaco, con detalles secretos y muchos favores a privados. Factores que desafían a los curiosos que indagan en negociados e irregularidades. 

Entonces, como ahora, Donald Trump era el Presidente y Luis Caputo era ministro. En menos de 10 años, con la misma matriz económica y política y los mismos actores ejecutantes, Argentina volvió a un proceso de deuda externa virulento con el Fondo Monetario (FMI) y a apelar a capitales golondrina para hacerse de respaldos internacionales en una economía carente de inversiones genuinas. En paralelo, en núcleos políticos y empresarios el macrismo empezó a vender que el plan de Milei fracasó y que, tras las legislativas del 26 de octubre, se hará cargo de dos ministerios clave y pondrá un equipo de asesores para controla a Caputo en Hacienda

Hace unos días, más de 400 empresarios e invitados se juntaron a celebrar “Una noche en el Antiguo Egipto”. El mitín, del que participaron pesos pesado del establishment como los Blaquier, de Ledesma, y Paolo Rocca, de Techint, fue una cena de recaudación temática del Club de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes. Julio Crivelli, ex presidente de la Cámara de la Construcción (CAMARCO) en la era Macri y un gran coleccionista de arte, dio la bienvenida a un evento plagado de otras figuras como el ex FIAT, Christiano Rattazzi, Alejandro Roemmers, la ex Aerolíneas, Isela Costantini, el presidente de Mc Donalds, Woods Staton; y hasta el cortesano Carlos Rosenkrantz, histórico abogado de empresas privadas. Entre gorros con forma de ornamenta faraónica y mesas decoradas con micro estatuas de gatos egipcios, pasó la noche con pasillos colmados de conversaciones y algunas certezas.

El denominador común fue una preocupación marcada por el devenir del Gobierno de Javier Milei. “Nada de lo que están intentando hacer con Estados Unidos va repercutir en más votos”, se dijo en una mesa con integrantes del Grupo de los Seis. Fue antes del mega salvataje, pero la idea de los ceos es que Milei está corrido de la realidad de la gente. En una burbuja. 

Rocca, el más rodeado y requerido del convite, fue acompañado por Adriana Rosemberg, su pareja, curadora de arte y titular de la Fundación PROA. Trató de esquivar temas políticos, pero en su entorno diagnostican una crisis de Milei. La segunda certeza del evento, la más llamativa porque contrasta con la intentona del personaje en cuestión, es que los ceos allí reunidos no están ni cerca de considerar que Macri puede ser una opción de poder para rescatar a Milei. 

Boleto picado

“Mauricio tiene el boleto picado”, describen los mismos que supieron financiarle su aventura política de años en el poder. Macri ve la misma crisis que los ceos, pero opera en los nucleos de poder la idea de que, post derrota de Milei el 26 (Macri cree que habrá una derrota), tendrá acceso al esquema de toma de decisiones del oficialismo. 

El ingeniero calabrés quiere dos nombres: que Jorge Triacca se haga cargo de la Secretaría de Trabajo, y que Guillermo Dietrich asuma en Obras, un ministerio en desuso con Milei. Triaca, que es amigo personal del ex Techint, Julio Cordero, ya habla como funcionario. Macri dice que él puede ser la llave para tender puentes sindicales.

Dietrich es el que más se vende, es el más Macri de todos, y sueñan con que tome licitaciones viales y la CAMMESA, además de la Hidrovía. También Mauricio quiere disputar Agricultura volviendo a traer a Luis Miguel Etchevehere. Dietrich y éste último tendrá que disputar con Milei, que quiere allí al jefe de la Rural, el matarife Nicolás Pino. Etchevehere corre con una desventaja: está involucrado en una causa judicial por los campos de su hermana. 

Buitres con prontuario

La situación de Hacienda es un problema. Macri cree que el plan fracasó, pero que Milei quiere conservar a Caputo. Por eso, ya habló con tres personas para armar una mesa de asesores que contenga a “Toto”. Hernán Lacunza, Carlos Melconian y Luciano Laspina, los nombres en cuestión. “Falta una pata que sepa de economía, de las empresas”, se sinceró. Cree que su plana mayor de fieles económicos podrían hacerle los honores. La gravedad de la crisis financiera y el salvataje de Estados Unidos obliga, además, a tener a Caputo cerca. Es el nombre que explica el sospechoso negociado del salvataje, en ambos gobiernos, en el de Macri y el de Milei. 

En 2017, luego de ganar las legislativas, Macri fue a Nueva York a reunirse con fondos especulativos. Caputo era el ministro de Finanzas y Pablo Quirno el jefe de gabinete de esa cartera. El mitin fue en el edificio de BlackRock y “Toto” llevó a aquella mesa a viejos conocidos. “Los cambios vinieron para quedarse. Espero convencerlos de que la Argentina es el mejor país para sus inversiones”, les dijo Macri. ¿Quienes lo escucharon? Mary Erdoes, del JP Morgan; Marc Seidner, de PIMCO y Robert “Bob” Citrone, del fondo Discovery y Capital Management. También se sentó Nancy Prior, presidente de Fidelity

El New York Times señaló esta semana que todos esos fondos, muchos de ellos buitres, están sospechados por posibles ganancias que se llevarán por la especulación con titulos y negocios del rescate estadounidense a Milei. Muchos de ellos son amigos personales del titular del Tesoro, Scott Bessent, y ya en 2018 fueron los que, luego de entrar capitales golondrina en 2016 con la apertura del cepo, se llevaron los dólares en 2019 generando una situación terminal para Macri. Todo el camino que hoy Caputo le ofrece a Milei, el de los buitres que especulan con salvarte, ya se lo ofreció a Macri, y con las mismas caras. 

El primer año de su gobierno, Macri estuvo reunido varias veces con Laurence “Larry” Fink, el dueño de BlackRock, quien además, fue una especie de sherpa en Nueva York. Lo acompañaron Caputo y el entonces ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, que también venía del JP Morgan. A la salida, Fink ya había apostado a la LEBACS del BCRA. 

En 2017, Macri también se vio con dirigentes del fondo Fidelity, que ya tenía bonos de varias provincias. Fidelity, uno de los apuntados como ganadores del salvataje actual, inivrtió por entonces en el famoso Bono de 100 años. ¿Quién inventó ese título? Caputo. Otro de los amigos de “Toto” es Stanley Druckenmiller, un multimillonario de más de 70 años que se vio con Milei a mediados de 2024 en Casa Rosada, en su rol de propietario del fondo Duquesne Family Office. En esa reunión también participó Caputo. Druckenmiller -que también fue señalado por el Times como uno de los posibles beneficiarios del rescate a Milei- es uno de los mayores inversores especulativos en Argentina y fue el tutor de Bessent en el fondo de inversión del cual ambos salieron, el del millonario húngaro George Soros. 

Robert Citrone, muy cercano a Caputo (se conocen hace más de 30 años cuando el ministro trabajaba en el JP Morgan), también salió de la factoría Soros y es el contacto directo de la Conferencia Política de Acción Conversadora (CPAC), la convención de la extrema derecha, con el gobierno de Milei. Citrone usó los aviones del dueño de FlyBondi, Leonardo Scaturice, para venir varias veces a Argentina. 

El caso de Citrone es para observar, viene comprando bonos de Argentina de manera consecutiva, y ganando ya 20 por ciento en dólares en 2025. Citrone, que parece tener información privilegiada, compró incluso títulos días antes del salvataje que hizo su amigo Scott Bessent. Los medios extranjeros apuntan que, además, habría sido en ese tiempo el propio Citrone el que intercedió ante el FMI para que sea cuidadoso y ayude a Milei en medio del colapso de la política macro. Citrone también fue operador de negocios de Fidelity. 

Devaluación e inflación maquillada

Toda la operación salvataje es rara. Mientras los buitres elogian el programa con miras en sostener el carry trade y salir cuando les convenga, dólares en mano, hay otro peso pesado de las negociaciones que emitió un informe que plantea dudas post octubre. El JP Morgan aseguró, en un reporte privado, que el dólar barato sirve hasta las elecciones, y que luego se viene una devaluación. 

La situación es exactamente igual que con Macri, con uan diferencia visible, pero muy cuestionable: Milei tiene una inflación más controlada, con un ajuste brutal, dólar pisado y salarios de miseria. Eso, de todos modos, parece haber tocado un techo. Hay disputas fuerte en el INDEC por el pedido del Gobierno de Milei de que la inflación de 1,9 por ciento en septiembre, es decir, igual que agosto. 

Marco Lavagna, el jefe del ente estadístico, estará en México cuando el martes se conozca el número. Los privados dieron, todos, más de 2 por ciento. Si el martes triunfa la contabilidad creativa, será otro indicador de problemas. 

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