
Intendentes y legisladores del Partido Justicialista de Entre Ríos se reunieron este sábado en Aldea San Antonio, departamento Gualeguaychú, en el primer encuentro formal luego de la derrota del 26 de octubre frente a La Libertad Avanza. La convocatoria buscó ordenar prioridades, fijar ejes de trabajo y abrir lo que los participantes definieron como una “nueva etapa política” del espacio.
En la previa, había circulado la posibilidad de discutir sanciones o expulsiones para quienes compitieron por fuera del PJ en las últimas elecciones, así como para aquellos legisladores que se apartaron de la posición partidaria en debates sensibles, entre ellos la disolución del Iosper. Sin embargo, el tema finalmente no se trató. La decisión, coincidieron, fue “mirar hacia adelante”, aunque sin descartar que la cuestión disciplinaria pueda retomarse más adelante.
Uno de los acuerdos centrales fue la creación de mesas de trabajo temáticas que funcionen como un “observatorio” de políticas públicas. El objetivo es incorporar nuevas figuras y fortalecer los equipos técnicos del partido con vistas a la recomposición interna.
Participaron todos los intendentes, algunos de manera remota, como Adrián Fuertes y Damián Arévalo. Este último fue especialmente reconocido por el desempeño de Feliciano, uno de los pocos distritos que no votó mayoritariamente por LLA.
También estuvieron presentes los legisladores electos Adán Bahl, Guillermo Michel y Marianela Marclay, además de otros integrantes de la lista. La diputada Blanca Osuna asistió, mientras que los representantes de La Cámpora —la senadora Stefanía Cora y el diputado Tomás Ledesma— no participaron, dado que el espacio no compitió en los últimos comicios.
La ausencia más notoria fue la de Carolina Gaillard, quien integró un armado por fuera de la estructura partidaria. Gustavo Bordet había anticipado previamente que no podría asistir.
Finalmente, luego del cónclave, desde el justicialismo entrerriano dieron a conocer un comunicado.










