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Domingo, 4 de agosto de 2019

El PJ, camino a la UCR (el peronismo del gobernador entrerriano)

El PJ, camino a la UCR (el peronismo del gobernador entrerriano)

Ya hay seis peronismos.

1)El peronismo Sancor de los gobernadores de Santa Fe y Córdoba, las dosprincipales provincias argentinas fuera de la órbita porteña con pesoespecífico propio.

2) El peronismo de los gobernadores jóvenes con aspiracionesfuturas, Sergio Uñac y Gustavo Bordet, que el año pasado se alinearon conLavagna y Urtubey y tuvieron que terminar apoyando la fórmulaFernández-Fernández.

3) El peronismo de los bonaerenses ex Frente Renovador,que también se sumaron a la fórmula Fernández-Fernández, como Sergio Massa,Felipe Solá y el propio Alberto Fernández.

4) El peronismo de Miguel AngelPichetto, que si Macri llegara a ser reelecto y con la lapicera devicepresidente podría ser un gran aglutinador de poderes territoriales.

5) Elperonismo de Consenso Federal, con Lavagna y Urtubey.

6) El kirchnerismo.

Al venir Duran Barba de un país unitario yacentralizado, entendió la nacionalización de los medios y su efecto. Si el Frente de Todos ganara laspróximas elecciones, estos archipiélagos peronistas lucirían una aparenteunidad pero la cohesión estaría solo condicionada al triunfo, y coyunturalmente,porque a los dos años, cuando llegue la elección de medio turno de ese nuevogobierno, como sucede siempre entre el sucesor y el predecesor, habrá una pujaentre el kirchnerismo y el resto por el armado de listas de candidatos alegisladores, con disímil pronóstico. Pero si perdiera el peronismo, seencaminaría a un proceso similar al del radicalismo post De la Rúa, que seconstituyó como un partido con fuerte presencia territorial, capaz de controlarrepetidamente provincias e intendencias fuera del universo porteño pero sin laposibilidad de generar un candidato nacional a nivel presidencial. El fenómenono sería solo del PJ y de la UCR ni de los grandes partidos políticosargentinos.

En Brasil sucede lo mismo con el mayor partido de nuestro vecino,el PMDB, que desde hace décadas no puede generar un presidente. Si se ingresa asu página web oficial (https://www.mdb.org.br/), se recibe al visitante con elsiguiente texto: “O maior partido do Brasil: 1 ministro, 3 gobernadores, 1vicegobernador, 13 senadores, 34 diputados nacionales, 94 diputadosprovinciales, 1.030 intendentes de los cuales 4 de capitales y 7.564concejales”. Faltaría agregar “pero ningún presidente desde 1985”, cuando JoséSarney fue electo al terminarse la dictadura y desde entonces tuvo queconformarse con apoyar a exitosos candidatos presidenciales de otros partidoscomo Fernando Henrique Cardoso, del Partido Socialdemócrata, en 1998, Lula ensu reelección de 2006 y Dilma, tanto en 2010 como en 2014, ambos del Partido delos Trabajadores, colocándole el vicepresidente en su segundo mandato a Dilma,Michel Temer, quien llegó a asumir por el impeachment de Rousseff. El problemacomún de Argentina y Brasil comparte una raíz geográfica y otra tecnológica: lanacionalización de los medios de comunicación masivos, que en Argentina seinició con el cable haciendo que en Jujuy o Tierra del Fuego se viera TN oTelefe y en Brasil en el Amazonas o Porto Alegre, TV Globo o TV Record, sumadaa la nacionalización de las radios, a partir de las FM locales que retransmitenlas radios de Buenos Aires y lo mismo en Brasil con las cadenas de radio deGlobo y Bandeirantes, generando que en el interior de los dos países se consumalo que está sucediendo en Buenos Aires o en el eje San Pablo-Río de Janeiro enBrasil.

Hacer conocido nacionalmente a un gobernador que no sea de Buenos Aireso de San Pablo-Río de Janeiro es casi imposible. Solo lo fue cuando los grandespartidos políticos eran el sistema de intermediación entre el pueblo y lapolítica, y la UCR pudo imponer en 1963 un gobernador de Córdoba como Illia oel peronismo a Menem en 1989. En Brasil los últimos presidentes que no eran deSan Pablo o Río de Janeiro fueron en los años 80 Sarney y Collor de Mello,desde allí todos surgieron de esas dos ciudades. Y en Argentina son “porteños”De la Rúa, Duhalde, Macri y el kirchnerismo, que surgió en Río Gallegos, anidóen el Conurbano y se hizo bonaerense, como Lula, que nació en el nordeste deBrasil y terminó haciéndose famoso en la periferia de San Pablo; se podríacitar también el ejemplo de Elisa Carrió, que era del Chaco pero se hizo famosacon su carrera política en Buenos Aires.

La imposibilidad del peronismo degenerar nuevos candidatos presidenciables competitivos se demuestra en esta eleccióndonde, entre quienes serán más votados, se encuentran el jefe de Gabinete deNéstor Kirchner, el ministro de Economía de Néstor Kirchner, la esposa deNéstor Kirchner y hasta se podría mencionar al presidente del bloqueoficialista en el Senado de Néstor Kirchner. No surgió nadie nuevo delperonismo que pueda disputar la presidencia, como tampoco del radicalismo. Y lafortaleza del PRO sigue siendo que la troica más votada de sus candidatos esporteña y controla la provincia y la ciudad de Buenos Aires, y desde allí laNación: Macri, Vidal y Rodríguez Larreta.

Le queda a Urtubey el mérito delograr una moderada visibilidad nacional y ser candidato por primera vez en unafórmula presidencial viniendo de Salta, pero se trata de un premio consueloporque parte de su fama también se construyó por los medios nacionales porteñosa través de la profesión de actriz de su mujer, Isabel Macedo. En los años 80era muy común que el gobernador fuera literalmente el dueño del diario local;el caso más exitoso es Juan Carlos Romero en Salta, del diario El Tribuno, y ennuestro vecino, con una población menos lectora, el ejemplo es José Sarney,dueño de la televisora de su estado, Maranhão, en el nordeste de Brasil. Peroen el siglo XXI la penetración de los medios nacionales gracias alabaratamiento de las formas de distribución instantáneas dejó a los medioslocales con una influencia reducida.

Luchar por comprender es luchar por elpoder: el PJ y la UCR deben sacarse su nostalgia por la centralidadperdida No es casual que las dos figuras nuevas del peronismo y el radicalismosean también porteñas: Kicillof y Lousteau. Si el peronismo no logra generarnuevos candidatos que puedan ganar en el Conurbano, seguirá el mismo recorridode partido provincial que le tocó transitar al radicalismo en las últimasdécadas, justo desde que dejó de ganar en la ciudad de Buenos Aires, junto conla Provincia las dos cajas de resonancia electorales del país. Esa es la granfortaleza del PRO, que entendió mejor Jaime Duran Barba por venir de Ecuador,un país unitario y ya centralizado. 

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