
El peronismo se prepara para tratar los seis proyectos de ley que el Gobierno quiere discutir en extraordinarias. Tras el anuncio del jefe de Gabinete Manuel Adorni el viernes por la tarde, el bloque de diputados de Unión por la Patria está organizándose para el cronograma que viene. La semana entrante transcurrirá entre formalidades pero la subsiguiente, que arrancará el lunes 15 de diciembre, será de plena actividad. Habrá constitución de comisiones -Presupuesto y Legislación Penal-, emisión de dictámenes y a partir del miércoles 17 iniciará lo que promete ser una sesión maratónica (que probablemente se extenderá al jueves 18) en el recinto de la Cámara Baja.
Los bloques de Diputados y del Senado ligados al panperonismo descontaban que este verano habría sesiones extraordinarias, sobre todo desde el resultado electoral del 26 de octubre. La confirmación, finalmente, llegó en la tarde del viernes. A través de la red social X, Adorni oficializó que el llamado al Congreso para debatir la agenda de reformas “estructurales” que ansía la Casa Rosada. Se concretará desde el próximo miércoles 10 y hasta el 30 de diciembre (último día del año con plena actividad laboral), salvo que haya una prórroga.
Como se sabe, el exvocero difundió en su posteo únicamente los títulos de los seis proyectos de ley. Se trata de, según las denominaciones elegidas por el Gobierno. “Presupuesto 2026”, “Inocencia Fiscal”, “Compromiso nacional para la estabilidad fiscal y monetaria”, “Modernización laboral”, “Reforma del Código Penal” y “Adecuación del régimen de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y del ambiente periglaciar”.
De todos estos proyectos se conoce, en algunos casos, el texto completo del borrador redactado por el mileísmo; en otros, apenas algunos lineamientos y vagas declaraciones de objetivos.
En el espacio mayoritario del peronismo saben que será difícil -más bien imposible- que todo el PJ pueda mostrar una postura unificada en los debates que vienen. El principal partido de oposición enfrenta un debate interno inconcluso, un proceso que se expresa en los recientes desprendimientos y en la progresiva fragmentación.
Consultado por lo que ocurrirá en las próximas semanas, el diputado Germán Martínez -jefe del bloque de UxP- se mostró cauto. Dijo a Tiempo que esperarán a ver “cómo se materializa en la realidad efectiva lo anunciado por Adorni”. Martínez, eso sí, sumó una nueva ola de críticas al proyecto oficial de Presupuesto 2026, “que es el tema más conocido”.
“Nosotros ya dejamos claro que la Argentina necesita un presupuesto, sobre todo después de dos años en los que no hubo ley de presupuesto. Pero el proyecto que impulsa el gobierno dista de ser el que el país necesita. No garantiza la Ley de Financiamiento Universitario, tampoco el financiamiento de la ley de servicios de pediatría del Garrahan o de la emergencia en discapacidad, que fueron tres proyectos no solamente aprobados en la Cámara de Diputados sino que también obtuvieron dos tercios (de los votos) para rechazar los vetos del presidente Milei”, planteó Martínez en diálogo con este diario.
Para el jefe del bloque de UxP, el presupuesto enviado por el gobierno no garantiza el sostenimiento de las 13 cajas previsionales que fueron transferidas a las provincias. Además, cuestionó que no prevea la automaticidad de los aumentos en las asignaciones familiares. Entre numerosas objeciones, Martínez advirtió que tampoco prevé la continuidad del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) o el compromiso de destinar a la educación el 6% del producto bruto (como lo exige el artículo 9 de la ley de Educación Nacional, 26.206/06). “Es un proyecto de presupuesto que está muy lejos de lo que debería ser, sobre todo para una Argentina que debe recuperar el crecimiento económico y garantizar la integración territorial de las provincias”, remarcó el santafesino.
En este escenario de progresiva dispersión del PJ, en el Congreso saben que un factor a tener en cuenta es la relación económica entre Nación y provincias. Los gobernadores, con sus demandas y necesidades, podrían ser claves para sumar votos y conseguir leyes. Sin embargo, al menos en el presupuesto, el texto enviado por la Casa Rosada no incorpora reclamos de la agenda federal como el cumplimiento de la redistribución de los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) o la coparticipación del Impuesto a los Combustibles Líquidos. El argumento de Milei, en ambos casos, es el tantas veces mencionado costo fiscal. “A las provincias no le dan nada”, es una de las evaluaciones que circula en el arco opositor.
Sobre los demás puntos del temario, la oposición o no dispone de información (es lo que sucede con la reforma de la Ley de Glaciares o la modificación del Código Penal) o sí cuenta con el proyecto completo (“Modernización laboral”) pero lo estudia con lentitud y sin urgencias porque sabe que disparará un debate fuerte, que dividirá aguas en sus propias filas.
Reformar las leyes laborales para el partido que representa al laborismo en la Argentina implica un desafío casi identitario. Sobre todo en un país que tiene al 40% de la población económicamente activa en condiciones de informalidad. En este punto, una primera señal de lo que viene fue la cena que compartió el lunes pasado el excandidato presidencial Sergio Massa con la nueva conducción de la CGT.
En esa comida, realizada en el sindicato de Sanidad, participó el flamante triunviro cegetista -Cristian Jerónimo (Vidrios), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Argüello (Camioneros)- junto a lo que podría definirse como una primera plana ampliada de la CGT, constituida por Hugo Moyano (Camioneros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Héctor Daer (Sanidad) y Andrés Rodríguez (UPCN). Massa llegó junto al diputado electo (también extitular de Aduanas) Guillermo Michel. Según lo que trascendió, Massa sostuvo ante los representantes de la central obrera que -en su opinión- lo más conveniente es abrir el debate de la reforma laboral empujada por el Ejecutivo y no rechazarla “a libro cerrado”. Dijo que si él hubiera resultado electo en 2023 también habría impulsado transformaciones en la legislación del trabajo. Unos días después, el gremialista Jerónimo habló sobre el encuentro con Massa en una entrevista radial. “Fue una reunión más de las que venimos haciendo, intercambiando opiniones y puntos de vista, pero eso no quiere decir que él (por Massa) nos haya aconsejado nada”, sostuvo a Radio Mitre.
En las tribus del PJ hay expectativa respecto a la postura que defenderá el movimiento obrero en esta discusión. El bloque de UP, por si fuera poco, tendrá en pocos días -con el recambio legislativo del 10 de diciembre- más legisladores de origen sindical. A Mario “Paco” Manrique (Smata), Sergio Palazzo (La Bancaria) y Vanesa Silley (Fe-Sitraju) se le sumarán ‘Huguito’ Moyano, abogado laboralista y apoderado de decenas de gremios, como también Hugo Yasky, que renueva mandato por la CTA.
Miembro del PJ porteño, el diputado Eduardo Valdés planteó a este diario dos objetivos que, en principio, parecen difíciles de compatibilizar. Dijo que “el gran desafío es mantener la unidad e incluso ampliarla”, pero al mismo tiempo instó a todo el peronismo a “dar debates profundos por cada uno de los proyectos”. Esas discusiones, por otro lado, estarán atravesadas por una serie de desacuerdos y reproches que dejó la coyuntura electoral. Un ejemplo de esto es el comunicado difundido en las últimas horas por más de setenta mujeres ligadas al peronismo. Allí se expresa el “enérgico repudio” a la decisión del PJ de Entre Ríos de apartar del partido a la dirigente Carolina Gaillard por presentarse en octubre con otra lista. «





