Sábado, 2 de agosto de 2025   |   Internacionales

El papa León XIV invita a construir un mundo más humano durante el Jubileo de la Juventud con gran afluencia de jóvenes

Cientos de miles de jóvenes de 146 países participaron de la vigilia de este sábado, y pasarán la noche en la explanada de Tor Vergata a la espera de la misa del domingo por la mañana
El papa León XIV invita a construir un mundo más humano durante el Jubileo de la Juventud con gran afluencia de jóvenes

El papa León XIV encabezó el evento más concurrido de su pontificado durante el Jubileo de la Juventud, reuniendo a cientos de miles de participantes y haciendo un llamado a “construir un mundo más humano y justo”.

Ante la inmensa multitud, el pontífice exhortó: “Reflexionen sobre su manera de vivir y busquen la justicia para construir un mundo más humano. Sirvan a los pobres, y así den testimonio del bien que siempre deseamos recibir de nuestros prójimos”.

León XIV arribó en helicóptero a la explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma, donde dirigió una vigilia de oración con jóvenes de 146 países.

Posteriormente, recorrió el lugar en el papamóvil, saludó y bendijo a los asistentes, quienes mostraron su emoción corriendo junto a su comitiva. Luego, tomó la cruz del Jubileo y lideró una procesión a pie hacia el escenario.

Durante la jornada, el papa respondió preguntas en inglés, español e italiano, dirigiéndose a los jóvenes con un mensaje sobre la importancia de la amistad: “Queridos jóvenes, quiéranse entre ustedes, quiéranse en Cristo, sepan ver a Jesús en los demás. La amistad puede verdaderamente cambiar el mundo. La amistad es un camino para la paz”, subrayó.

La mexicana Dulce María planteó al papa cómo construir relaciones auténticas en la era digital. León XIV citó a Francisco y señaló que las redes sociales constituyen “una extraordinaria oportunidad de diálogo”, aunque su uso se torna problemático si prevalecen intereses comerciales, ya que “rompen nuestras relaciones en mil intermitencias”.

El pontífice advirtió: “Así, nuestras relaciones se vuelven confusas, inestables, y a veces ansiosas. Cuando el instrumento domina al hombre, el hombre se convierte en instrumento. Solo relaciones sinceras y lazos estables pueden hacer florecer historias de vida buenas”.

En respuesta a una pregunta en inglés, León XIV afirmó que el mundo actual y el futuro demandan testigos de justicia, paz y esperanza: “¡Cuánto necesita el mundo de misioneros del Evangelio que sean testigos de la justicia y la paz! ¡Cuánto necesita el futuro de hombres y mujeres que sean testigos de la esperanza! Queridos jóvenes, esa es la misión que el Señor Resucitado confía a cada uno de nosotros!”.

Asimismo, el pontífice recordó a quienes no pudieron asistir al Jubileo debido a su fallecimiento reciente. Desde el escenario, mencionó a la española María Cobo, de veinte años, y a la egipcia Pascale Rafic, de dieciocho, quien murió la noche anterior a causa de un fallo cardíaco mientras viajaba en autobús hacia su parroquia en Roma.

“Digo esto pensando en dos chicas. María, veinte años, española, y Pascale, dieciocho años, egipcia. Ambas decidieron venir a Roma por el Jubileo de los Jóvenes, y la muerte las ha acogido en estos días”, señaló León XIV con pesar, lo que provocó un aplauso entre los asistentes.

Además, pidió oraciones por el joven español Ignacio González, quien se encuentra en un hospital romano.

La jornada estuvo amenizada por espectáculos, entre ellos la danza del español Sergio Bernal y la música del grupo Hakuna, lo que alivió la espera de los miles de jóvenes que colmaron la zona. Desde el escenario se anunció que la participación se acercaba al millón, aunque la cifra aún no es oficial.

El encuentro culminó con coros de “papa León” y el pontífice respondió: “Reposen un poco. La cita es mañana por la mañana para la santa misa. Felicidades a todos y buenas noches”, saludando después a varios asistentes.

Tras la vigilia, los jóvenes acamparon en la explanada, esperando la misa de cierre que sería presidida nuevamente por León XIV.

La amplia explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma, se convirtió en un inmenso campamento al aire libre donde cientos de miles de jóvenes aguardaban la misa dominical del papa, que marcará el cierre del Jubileo de la Juventud.

Mateo, un peregrino de Ciudad de México, compartió su experiencia en diálogo con la agencia EFE: “Nunca había vivido algo así. Es increíble, conoces a muchas personas y te enriquece muchísimo como persona”, relató, preparado para pasar la noche con “una cobija, la maleta como almohada y ya”.

Cada participante recibió una caja con comida para la cena y el desayuno del domingo, que incluía latas, bollería, un bocadillo, zumo y agua, suficiente para afrontar las largas horas dentro del recinto. Entre los asistentes, algunos optaron por esterillas para aislarse del suelo, otros agregaron más comida y no faltaron quienes, con guitarras y canciones, mantuvieron el ambiente animado durante la vigilia.

Se prevé que la temperatura descienda durante la noche hasta los 20℃, tras una jornada que superó los 30℃, aunque los participantes no mostraron preocupación. Almudena, una peregrina española, expresó: “Estuve en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, así que sabía perfectamente qué traer: nada”. Con una mochila y una batería portátil, aseguró confiar en la ayuda de otros para tumbarse en lonas, a pesar del frío inesperado.

Por su parte, Mauricio, quien llegó desde Ecuador junto a un grupo de jóvenes, destacó el ambiente especial: “Hemos traído carpas para estar cómodos y vivir intensamente los momentos importantes del Jubileo”, manifestó. Resaltó la satisfacción de compartir esta experiencia con jóvenes de todo el planeta, unidos por la misma fe.

Entre la multitud, David Romero, diácono guatemalteco recién ordenado, viajó a Roma con el objetivo de vivir un momento único junto a la juventud católica mundial. Varios peregrinos, especialmente italianos, optaron por colchones inflables, aprovechando la cercanía de casa y una preparación más cuidadosa.

Tras días de celebraciones en las calles de Roma, la energía de los jóvenes católicos se concentró en Tor Vergata para la Vigilia con el papa León XIV, celebrada este sábado, y la misa programada para el domingo, consolidando este espacio como un símbolo espiritual generacional, al igual que ocurrió en el Año Santo 2000 con san Juan Pablo II.

Al concluir la vigilia, el pontífice estadounidense y peruano regresó en helicóptero al Vaticano, mientras los jóvenes disfrutaron de actuaciones musicales hasta el final de la jornada.

En la mañana dominical, a las 9:30 hora local (07:30 GMT), el papa retornará a Tor Vergata para la misa final, el punto culminante de este Jubileo de la Juventud, que ha congregado a fieles de los cinco continentes en la capital italiana. Sin radares ni comunicación por radio, centenares de miles de personas —cifra aún no oficial— dormirán al aire libre en la acampada colectiva, considerada uno de los gestos más emblemáticos de las grandes peregrinaciones católicas y, para muchos, el momento más esperado del Año Santo.

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