Este jueves, el precio del oro alcanzó un nuevo máximo histórico, cotizando la onza troy a 3.600 dólares, según datos del mercado recopilados tras el cierre de las bolsas europeas. Este aumento coincidió con la divulgación de los datos de empleo en Estados Unidos para agosto, que respaldan la posibilidad de una reducción de las tasas de interés en la potencia norteamericana.
A las 18.30 horas (16.30 GMT), el valor de la onza troy llegó a los 3.600,16 dólares. Más tarde, a las 18.45 horas (16.45 GMT), el precio se situó en 3.594 dólares, lo que representa un crecimiento del 1,38%. Así, el oro extendió a cuatro sesiones consecutivas su racha de máximos históricos.
La reacción del mercado del oro a los datos de empleo estadounidenses de agosto, que reportaron la creación de 22.000 nuevos puestos de trabajo frente a los 75.000 previstos, junto a un ligero incremento en la tasa de desempleo, refuerza las expectativas de una reducción de las tasas de interés en Estados Unidos, según analistas.
El fortalecimiento del oro se vio potenciado por la depreciación del dólar, mientras el euro subió cerca del 1%, alcanzando los 1,1748 dólares. Además, se registraron ventas en el mercado de deuda, con la rentabilidad del bono estadounidense a diez años disminuyendo casi nueve puntos básicos, hasta el 4,07%.
La Reserva Federal (Fed) tiene programada su próxima reunión para los días 16 y 17 de septiembre, donde decidirá sobre el precio del dinero, actualmente en un rango de entre el 4,25% y el 4,5%.
Bret Kenwell, analista de Mercados en EEUU de eToro, comentó que “la certeza de un recorte de tasas por parte de la Fed impulsa el alza del oro, que actúa como cobertura contra la inflación y como refugio seguro”, según declaraciones recogidas en el mercado.
Las bolsas europeas cerraron el viernes en terreno negativo, afectadas por una caída significativa en los sectores energético y financiero. Estos movimientos en el mercado se dieron en un contexto de creciente cautela entre los inversores tras los datos de nóminas estadounidenses de agosto, que resultaron más débiles de lo anticipado, alimentando temores sobre la fortaleza de la mayor economía mundial.
El índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,16%, ubicándose en 541,21 puntos. El índice energético .SXEP registró la mayor pérdida sectorial con una baja del 1,8%, presionado principalmente por la caída de los precios del petróleo ante expectativas de un aumento en la oferta.
El informe sobre el mercado laboral de Estados Unidos evidenció un debilitamiento considerable en el crecimiento del empleo durante agosto, confirmando un proceso de moderación en las condiciones laborales. Este escenario respalda la probabilidad de un recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal este mes.
Fiona Cincotta, analista de mercado de City Index, afirmó: “Definitivamente, hay señales de que se está desmoronando, y eso es lo que inquieta al mercado. Inicialmente, la atención estaba en las expectativas de recorte de tasas por parte de la Fed, y eso parece haberse desviado hacia la preocupación por lo que eso significa para la economía estadounidense, si la Fed está ahora retrasada en los recortes”, declaró Cincotta a Reuters.
Según la herramienta FedWatch del CME Group, los operadores mantienen la expectativa de al menos tres recortes en las tasas de interés estadounidenses antes de que finalice el año. La percepción de desaceleración también tuvo un efecto negativo en Wall Street, donde los principales índices concluyeron la jornada a la baja.
En el ámbito europeo, el sector bancario retrocedió un 1,3%. Este descenso es resultado de la tendencia a la baja en las acciones bancarias cuando se anticipan reducciones en el costo del crédito, dado que los intereses más bajos tienden a reducir los márgenes y la rentabilidad de la banca, así como la demanda de créditos. Las empresas de seguros cayeron un 0,6%, mientras que las financieras reportaron una contracción del 0,3%.
El sector inmobiliario, altamente sensible a las tasas de interés, se desmarcó de la tendencia negativa y avanzó un 1,6%, contribuyendo a mitigar la caída general del STOXX 600, que cerró la semana con pérdidas leves.
Durante la semana, el segmento energético fue el más perjudicado, con una disminución del 3,2%. En contraposición, los sectores sanitario y de medios de comunicación fueron los de mejor desempeño semanal, con incrementos del 1,2% cada uno, según datos de Reuters.
(Con información de EFE y Reuters)
