
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, y el Partido Progresista del Pueblo (PPP) son considerados ganadores de las recientes elecciones, según reportes preliminares de la comisión electoral citados por AP. Sin embargo, los resultados oficiales aún no han sido anunciados, y se prevé que se den a conocer el sábado.
Ali, con un perfil técnico en urbanismo y apoyo mayormente de la comunidad de origen indio, ha liderado el país desde la llegada de la industria petrolera, consolidando así el dominio del oficialismo en un contexto de crecimiento económico y profundas transformaciones sociales.
Los resultados de las recientes elecciones generales indican que el oficialismo logró obtener 35 de los 65 escaños en el Parlamento.
Los datos sugieren que el PPP, en el poder desde 2020, ha capitalizado el auge de nuevos recursos petroleros, destinándolos a programas sociales y proyectos de infraestructura.
Ali, de 45 años, ha recibido el respaldo de sectores sociales que han visto mejoras en salud, educación y transporte gracias a la expansión de obras públicas y la proyección de nuevos beneficios.
Las elecciones también pusieron en escena a un nuevo actor político: el partido Invertimos en la Nación (WIN), liderado por el empresario Azruddin Mohamed. Según AP, WIN superó notablemente a la tradicional Alianza para la Unidad Nacional (APNU), que había sido el principal contrapeso al oficialismo durante años. Con apenas tres meses de existencia, WIN logró 17 votos, mientras que la APNU cayó a 11, lo que representa una disminución de casi veinte escaños respecto a 2020.
La figura de Azruddin Mohamed está rodeada de controversias. Este individuo fue sancionado en 2023 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, junto a familiares y su empresa exportadora de oro, por supuestos actos de corrupción y sobornos entre 2019 y 2023, cargos que él ha rechazado públicamente.
Esta situación llevó a las autoridades estadounidenses y guyanesas a desaconsejar cualquier contacto con Mohamed.
Se espera que Mohamed asuma como líder formal de la oposición cuando el nuevo Parlamento celebre su primera sesión. Esta transformación marca un realineamiento político impulsado por el impacto social del auge petrolero y la búsqueda de representación de generaciones emergentes.
El proceso electoral se desarrolló con una participación del 52% de los 757,000 electores, cifra inferior al 70% registrado en 2020.
El perfil de Ali indica el inicio de un nuevo ciclo en la vida pública de Guyana. Nacido en Leonora, hijo de maestros, estudió en el Reino Unido y Jamaica, donde obtuvo un doctorado en urbanismo y planificación regional.
Ocupó diversos cargos ministeriales hasta ser promovido a la candidatura presidencial en 2020 por Bharrat Jagdeo, actual secretario general del PPP.
Desde 2019, año en que comenzó la explotación petrolera, Ali se ha convertido en el primer jefe de Estado con la posibilidad real de fomentar políticas nacionales sustentadas en recursos energéticos propios.
El Ejecutivo planea diversificar la economía y destinar los beneficios de la extracción a infraestructura y movilidad social. La selva tropical guyanesa también representa otra fuente de divisas, gracias a mecanismos de créditos de carbono internacionales.
Con la ceremonia de juramentación prevista para el domingo, aunque aún sin la confirmación oficial de su victoria, el actual gobierno organiza los actos protocolares para dar continuidad a un ciclo marcado por la irrupción del sector energético como motor de transformación nacional.
Guyana observa cómo se reconfiguran sus fuerzas políticas y evalúa el rumbo de las promesas de equidad y modernización, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los pasos del país con las mayores reservas de petróleo per cápita del mundo, según AFP.
(Con información de AFP y AP)