Lunes, 22 de diciembre de 2025   |   Economía

el nuevo patrón importador: qué productos explicaron el salto y qué esperar en 2026; fuerte suba en bienes y courier

El proceso de apertura modificó incentivos, aceleró flujos externos y alteró patrones productivos. Fuerte suba en bienes de consumo y en envíos vía courier
el nuevo patrón importador: qué productos explicaron el salto y qué esperar en 2026; fuerte suba en bienes y courier

Las importaciones en la Argentina registraron en 2025 un cambio apreciable tanto en su dinámica como en su composición. A lo largo del año, el ingreso de bienes dejó atrás un esquema de restricciones que condicionó el comercio exterior y se orientó hacia un patrón más abierto, con mayor protagonismo de bienes finales, vehículos y artículos de consumo, en un marco de normalización de reglas y recomposición de los flujos comerciales.

Ese proceso quedó reflejado en las cifras. Según repasó la consultora Abeceb en un informe reciente, en el acumulado a noviembre las importaciones de bienes totalizaron USD 70.235 millones, con un aumento interanual del 27%, lo que representó el segundo mayor registro desde 2022. El crecimiento del flujo importador acompañó la corrección de precios relativos, la unificación y la liberalización gradual del mercado cambiario, la consolidación fiscal y la eliminación de buena parte de las restricciones cuantitativas como SIRAs, cupos y autorizaciones discrecionales.

La aceleración de las compras externas respondió, además, a la recomposición de stocks, la reapertura del financiamiento comercial y la regularización de cadenas productivas que habían operado por debajo de niveles eficientes durante varios años. En ese marco, el informe señaló que el crecimiento del flujo importador mostró un desacople transitorio respecto de la producción local, típico de un proceso de normalización tras un período prolongado de distorsiones.

Uno de los rasgos centrales del año fue la modificación en la composición de las importaciones por uso económico. Mientras las compras externas de bienes intermedios aumentaron 6,2% interanual y las de piezas y accesorios para bienes de capital crecieron 17,4%, los rubros vinculados a bienes finales mostraron variaciones mucho más pronunciadas. Las importaciones de bienes de capital subieron 55,6%, las de bienes de consumo 58,3%, y las de vehículos automotores de pasajeros más que se duplicaron en valor, con una suba del 109,3%.

En términos de participación, los bienes intermedios concentraron el 32,2% del total importado, seguidos por piezas y accesorios para bienes de capital con el 20,2%, bienes de capital con el 19,7% y bienes de consumo con el 14,9%. Los vehículos automotores representaron el 7,4%, mientras que combustibles y lubricantes explicaron el 4,4%, con una caída interanual del 18,6%. El resto de los usos económicos concentró el 1,2%, aunque exhibió una variación interanual elevada.

Autos, el motor del salto

Dentro de este escenario, el sector automotor se destacó como uno de los principales impulsores del salto importador. Las importaciones de autos, medidas en unidades, crecieron 120% en el acumulado a noviembre y alcanzaron los niveles más altos desde 2018, aunque todavía se ubicaron 30% por debajo del pico de ese año. A partir de septiembre, la aceleración respondió al ingreso de unidades bajo el cupo de arancel 0% para vehículos híbridos y eléctricos, que potenció el volumen y amplió la oferta disponible.

En cuanto a los orígenes, Brasil se mantuvo como proveedor principal, con una participación del 76%, aunque perdió terreno frente a China y México, que avanzaron de manera sostenida. La mayor apertura comercial se tradujo en una oferta más diversa, con un aumento del 22% en la cantidad de modelos disponibles respecto de 2024, lo que reflejó un cambio estructural en la dinámica del mercado automotor.

El crecimiento de las importaciones convivió con una industria local que operó con elevados niveles de capacidad ociosa. Mientras las importaciones se incrementaron 33,1% interanual en volúmenes a noviembre, la actividad industrial avanzó 3,1% a octubre y permaneció por debajo de los niveles de 2023. En este contexto, las proyecciones ubicaron la relación importaciones/PIB de 2025 en niveles similares o incluso superiores a los de 2018 (16,3%).

Ranking de apertura comercial

Según el análisis de Abeceb, desde una perspectiva regional Argentina siguió ubicándose en el extremo inferior del ranking de apertura comercial. Países como Chile, México, Colombia, Uruguay y Paraguay registraron ratios de importaciones que oscilaron entre 20% y 45% del PIB, mientras que Argentina se movió históricamente en un rango de 12% a 18%, incluso en episodios de mayor apertura. Esa trayectoria respondió a una combinación de volatilidad macroeconómica, escasez de divisas y reglas de acceso discontinuas que comprimieron la demanda importadora.

En términos históricos, 2025 cerró con volúmenes de importaciones récord, que superaron en 3,1% el máximo de 2017 y triplicaron el promedio de la década de 1990. Este comportamiento obedeció a factores estructurales como una economía de mayor tamaño, una población más numerosa, cadenas productivas más extensas y una mayor integración al comercio global a través del Mercosur, en un contexto internacional con niveles de intercambio superiores a los de décadas anteriores.

Al analizar el peso de las importaciones dentro del comercio total, el ratio se mantuvo por debajo del 50%, en niveles similares a los de la última década y levemente inferiores al promedio de los noventa. Este indicador mostró que el comercio exterior argentino no presentó un sesgo importador marcado, aun frente a un fuerte crecimiento del flujo de bienes.

El foco se trasladó hacia la dinámica de los bienes de consumo, que en 2025 concentraron cerca del 15% de las compras externas, el valor más alto desde comienzos de siglo y apenas dos puntos porcentuales por debajo del promedio de los noventa. Según el Observatorio PyME, la proporción de empresas que reemplazaron producción propia por bienes importados llegó al 10,1% en el segundo trimestre de 2025, frente al 5,3% del primero. En paralelo, las firmas que sustituyeron insumos y bienes intermedios locales alcanzaron el 22,1%, con mayor intensidad en metalmecánica (28,4%) y en químicos, caucho y plástico (29,2%).

Qué pasó con las compras vía courier

Dentro de los bienes de consumo, el régimen de Courier o “puerta a puerta” se consolidó como el canal de mayor expansión. Impulsado por la pax cambiaria, la eliminación de trabas operativas y la integración con plataformas globales de e-commerce transfronterizo como Shein y Temu, este esquema modificó los patrones de consumo minorista. Aunque su peso en el PBI se mantuvo acotado, con importaciones por USD 789 millones, una participación del 1,1% del total y del 7,5% dentro de los bienes de consumo, su crecimiento interanual alcanzó el 291,8% a noviembre.

El impacto del Courier se concentró a nivel sectorial, especialmente en rubros intensivos en bienes finales livianos como indumentaria, calzado, pequeños electrónicos y artículos para el hogar, donde el canal actuó como un vector directo de competencia externa.

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