
Rattan Lal, Premio Mundial de la Alimentación y uno de los expertos en suelos más reconocidos a nivel global, se dirigió a un auditorio repleto de asesores y productores que aguardaban un mensaje sobre los avances tecnológicos relacionados con el manejo de suelos. En su intervención, destacó el modelo productivo argentino como un ejemplo exitoso en la conservación de los recursos naturales y la mitigación del cambio climático.
Durante el primer día del XXXIII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), realizado esta semana en el predio de La Rural y organizado por Expoagro, Lal se disculpó por no poder estar presente en el auditorio como estaba planificado en la agenda debido a un incidente personal.
“Quiero felicitar a los agricultores argentinos. Han logrado un éxito ejemplar en la agricultura. Están contribuyendo a la exportación de alimentos a nivel mundial. Están protegiendo los recursos del suelo y mitigando el cambio climático mediante prácticas agrícolas más sostenibles. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer, y el objetivo debe ser mejorar la eficiencia de la agricultura, utilizando esta práctica como una verdadera solución”, manifestó Lal ante un auditorio atento.
Rattan Lal mientras daba su discursoGuillermo Billordo
Además, subrayó su impacto en la seguridad alimentaria mundial. El referente internacional destacó la importancia de la siembra directa, una práctica ampliamente adoptada en la región pampeana que ha permitido reducir la erosión, mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad. En este sentido, resaltó que Argentina ha logrado producir alimentos de manera más eficiente y sostenible, mencionando que esta práctica contribuyó a una exportación de alimentos que alcanzó un valor de 53.000 millones de dólares en 2022. Enfatizó que el sistema de siembra directa también juega un rol positivo en la mitigación del impacto ambiental y en la conservación de la biodiversidad.
A lo largo de su discurso, Lal hizo hincapié en el concepto de “carbon farming” o agricultura de carbono, una estrategia que busca convertir los residuos de cosecha en humus, promoviendo así la captura de carbono en el suelo. “La agricultura puede ser parte de la solución al cambio climático. En lugar de ser emisores neutros, debemos aspirar a ser emisores negativos”, aseguró.
Según sus estimaciones, la implementación adecuada de prácticas de manejo sostenible podría permitir que los suelos del mundo secuestren entre 10 y 15 petagramos de carbono por año. En este contexto, explicó que es fundamental el aporte de nutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre para transformar los residuos de cosecha (con una relación C/N de 100) en humus (C/N de 12). “Este equilibrio requiere inversiones adicionales, pero multiplica la capacidad de secuestro de carbono y mejora la fertilidad del suelo”, agregó.
Los asistentes a la charla de Rattan LalGuillermo Billordo
El experto hizo un llamado a invertir en investigación, desarrollo, educación y acceso a insumos para que la agricultura continúe siendo una solución integral a los desafíos globales. “Aún hay margen para mejorar la eficiencia productiva. Debemos convertir la agricultura en un motor de desarrollo humano y social. Les ruego que sigan con el buen trabajo. Hagan de la agricultura una herramienta para alcanzar la paz, la prosperidad global y una inversión en la construcción de la innovación humana”, afirmó.
En relación con la política pública, Lal subrayó la necesidad de establecer mecanismos de pago por los servicios ecosistémicos que brindan los agricultores. “El crédito de carbono debería tener un valor mínimo de 50 dólares por tonelada de CO2 secuestrado, para ofrecer un verdadero incentivo a los productores”, indicó. También destacó el rol del sector privado, que es fundamental para traducir la ciencia en acciones concretas. “El sector privado puede ser un socio clave en la promoción de prácticas agrícolas regenerativas, colaborando con gobiernos y organismos internacionales”, sostuvo.
Rattan Lal sugirió la necesidad de establecer mecanismos de pago por los servicios ecosistémicosGuillermo Billordo
El científico concluyó con un mensaje reflexivo: “Cuidar la tierra es cuidar a la gente. Esto va mucho más allá de producir alimentos; se trata de nutrir a las familias, proteger el planeta y construir un futuro mejor”.