Martes, 24 de julio de 2007   |   Policiales

El Juez Celli dice que lo jubilaron y tuvo que renunciar

El juez alertó que desde el poder político se aceleró misteriosamente su trámite jubilatorio.
El juicio que se iba a iniciar el lunes con el fin de analizar las responsabilidades de Mirta Cháves y Raúl Monzón en el secuestro y desaparición de Fernanda Aguirre, imprevistamente debió suspenderse ante la decisión del presidente de la Sala I de la Cámara del Crimen, Felipe Celli de acogerse al beneficio jubilatorio. En medio de la situación el magistrado disparó munición gruesa contra el poder político que aceleró el beneficio por considerar que al ser un juez independiente no iba a ser receptivo a ciertas presiones sobre la causa.Celli explicó que la sala ahora quedará integrada por Hugo Perotti, Ricardo González y un juez correccional a designar ya que los camaristas de la Sala II ya tomaron intervención en la causa Fernanda Aguirre.Con esta situación el juicio oral y público a Mirta Cháves, la viuda de Miguel Lencina, y al primo, Raúl Monzón, se pospuso hasta una nueva fecha. Los dos están procesados por el secuestro y desaparición de la menor el 25 de julio de 2004 en San Benito.“Tomé conocimiento de una serie de presiones, de las que surge que mi presencia integrando el Tribunal no era conveniente. Pero, además, hubo una presentación de la querella que pedía mi apartamiento de la causa, en la que invocaba como causal la publicación periodística del decreto de mi jubilación”, referenció el magistrado.Celli tenía la intención de estar en el juicio por respeto al resto de la Cámara para luego sí acogerse al beneficio jubilatorio.Sin embargo, entendió que “hubo un clima enrarecido y varias presiones y hasta un juego nada santo ni transparente que apuraba mi pronto retiro como miembro activo del Poder Judicial”.A paso siguiente, resaltó: “Luego tomé conocimiento de algunas personas adversas a mi intervención en la Justicia y cuestionando mi imparcialidad”.Sin mencionarlo, Celli respondió dichos de un ex vocal y de algunos hombres cercanos al poder político.“Luego me encuentro con el doctor Federik, quien me anunció que realizaría una presentación judicial para pedir mi apartamiento de la causa, por lo que sentí el alivio de que la idea que estaba masticando, de dar un paso al costado, era la correcta”, alertó el juez.“Es claro que desde el poder mi presencia molestaba, y si bien no conozco las razones, es evidente que hubo una acción para que dejara de integrar el tribunal”, reflexionó para añadir: “Fue inusual cómo aceleraron el trámite de mi jubilación. En el tiempo que hemos estado en la Justicia, nunca nadie se jubiló tan rápido”. Aportó también que “es obvio que toda esta situación produce un flaco favor a la imagen de la Justicia y a su independencia, que no logrará dar respuesta al clamor de la sociedad que reclama pronto esclarecimiento de causas, para que no queden impunes”. (Fuente: UNO)

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