
Las tarifas finales de electricidad y gas natural experimentarán un aumento promedio del 1,95% en septiembre, de acuerdo a los cálculos de la Secretaría de Energía, basados en las fórmulas de actualización vigentes en los componentes de las facturas finales a las que tuvo acceso Infobae. Con el objetivo de mitigar el impacto sobre la inflación en la antesala de las elecciones, el Gobierno ha recurrido a una táctica utilizada desde el inicio del invierno: reducir el precio de la energía para contrarrestar el efecto de la devaluación del peso.
La estrategia oficial, que fue anticipada en junio por este medio, incluye subvenciones no solo para los usuarios considerados de ingresos medios y bajos, sino también para aquellos que residen en Puerto Madero, barrios cerrados, countries y áreas de alto poder adquisitivo en todo el país. Este nuevo esquema amplía explícitamente el universo de beneficiarios, reintegrando así subsidios estatales a segmentos que anteriormente habían quedado excluidos.
La decisión fue explicada la semana pasada por Daniel González, secretario coordinador de Minería y Energía, quien también había mencionado la posibilidad de reducir subsidios a la electricidad durante el invierno y al gas en verano, con el fin de concentrar más la asistencia en las tarifas.
En la reunión, en la que participaron el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, González expuso las razones por las cuales el Gobierno no trasladó el incremento en el costo de la energía habitual durante el invierno a las facturas finales. La prioridad fue evitar un impacto en los usuarios en los meses previos a las elecciones legislativas.
El subsidio estatal permite a los hogares de menores ingresos acceder a una tarifa reducida, que forma parte de la factura junto a distribución, transporte e impuestos. Actualmente, los usuarios se dividen en tres niveles: Nivel 1 (ingresos altos) que paga el costo completo; Nivel 2 (ingresos bajos); y Nivel 3 (ingresos medios). Estas categorías se determinan según los ingresos declarados frente a la Canasta Básica Total (CBT) publicada por el Indec. El Gobierno ha establecido que este invierno todos los usuarios contarán con subsidios, incluyendo aquellos de ingresos altos.
González explicó la dinámica invernal: “El costo de energía aumenta considerablemente en invierno. El precio del gas se eleva por el consumo, al igual que la electricidad, ya que el gas barato utilizado para generación eléctrica se destina a hogares para calefacción. Esto reduce la disponibilidad de gas para la generación eléctrica, lo que obliga a importar GNL o utilizar gasoil, que puede costar cinco veces más que el gas natural. Por ello, el costo se incrementa de manera significativa. El subsidio no es total y no hemos logrado trasladar al consumidor el 100% del costo”.
El funcionario enfatizó la necesidad de focalizar la asistencia: “¿Tiene sentido subsidiar el gas en verano? La realidad es que no, porque el consumo es bajo. ¿Y la energía eléctrica en primavera y otoño? Quizás deba subsidiarse para ciertos grupos. El 60% de los hogares argentinos recibe subsidio de energía eléctrica”.
González indicó que la gestión de Javier Milei enfrenta un escenario complejo: debe aumentar tarifas y abordar los cortes de luz provocados por años de desinversión en la red. “La gente pagaba el 30% del costo de energía, ahora paga el 80%. Pero también es necesario recomponer la ecuación económica de las compañías productoras. Ambas cosas deben lograrse. El usuario enfrenta un mayor costo, pero eso no mejora el servicio de inmediato, ya que requiere años”, explicó.
Entre enero y julio de 2025, el gasto en subsidios a la luz y el gas disminuyó en más de USD 2.100 millones en comparación con el mismo período de 2024. Esta reducción fue clave para mantener el superávit fiscal, un punto central del programa económico de Milei.
Hasta ahora, las subvenciones devengadas para el sector energético suman USD 1.842 millones, lo que representa una baja interanual del 54%, según la consultora Economía y Energía. Este descenso fue posible gracias a la activación del Gasoducto Perito Moreno (anteriormente Néstor Kirchner), la caída de precios internacionales y el ajuste de los subsidios tarifarios.
La comparación con los seis años previos resalta la magnitud del ajuste. Entre enero y julio de 2019, el gasto en subsidios energéticos alcanzó los USD 2.258 millones; en 2020 fueron USD 3.123 millones; en 2021, USD 6.564 millones; en 2022, USD 7.914 millones, debido a la guerra en Ucrania; en 2023, USD 6.564 millones; y en 2024, la cifra descendió a USD 4.031 millones.