
Cuando falta menos de un año para la batalla electoral , una certeza comenzó aganar terreno entre los máximos responsables del Gobierno: llegó el momento deampliar la base de sustentación política. En definitiva, sumar dirigentes, sobre todo delperonismo . El proyecto fracasó en 2015. También naufragó en 2017. Pero esta vez esdiferente, por lo menos así lo creen aquellos que lo promueven.Así, el debate interno volvió a detenerse sobre un tema que siempre estuvo sobre lamesa: sumar nuevas figuras para las próximas elecciones o en un eventual gabinete siMauricio Macri logra la reelección. En paralelo, la gobernadora bonaerense, MaríaEugenia Vidal , también evalúa adelantar los comicios del principal distrito oficialista.
Los últimos movimientos del peronismo, que le arrebató a Cambiemos un lugar clave enel Consejo de la Magistratura , y la posibilidad de que la elección confluya en unapolarización extrema entre Macri y Cristina Kirchner son algunos de los argumentosque utilizan los que promueven los cambios.En los últimos días el G-5, como se define la mesa que integran el jefe de Gabinete,Marcos Peña ; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el jefe de gobiernoporteño, Horacio Rodríguez Larreta ; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio , y elpresidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó , analizó la posibilidad de sumardirigentes, especialmente intendentes, a Cambiemos .Pero también ya se debatió en la reunión que realizan cada 15 días en el búnker decampaña en Balcarce, donde se juntan Peña, Vidal, Frigerio; el secretario general de laPresidencia, Fernando de Andreis ; el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai , y elvicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli , entre otros.La diferencia esta vez es que Peña, que junto a Jaime Durán Barba siempre se mostró encontra de esta medida, también está dispuesto a explorar la posibilidad. El ministrocoordinador, según pudo saber LA NACION, habló con varios de los que trabajaron enlas campañas de 2015 y 2017 para conocer sus opiniones.”El objetivo es mostrarnos abiertos y amplios”, confió un asesor todoterreno al tanto decada paso que dan los integrantes del G-5. Por ahora todos buscan unificar criteriospara dar el segundo paso: convencer a Macri.Uno de los argumentos más sólidos para avanzar y persuadir al Presidente será lanecesidad que tendrá en un eventual segundo mandato de aprobar reformas profundas,como la laboral, tributaria, política, migratoria y la ley de ética pública.”Cuanto más amplíes la base de sustentación política, más posibilidad tenés de avanzaren reformas”, reforzó Frigerio.Dos estrategias están en marcha. A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, en estaoportunidad el camino será de abajo hacia arriba. Comenzará con el acompañamiento aalgunos intendentes que tienen posibilidad de pelear por la gobernación.En ese listado se incluyen el intendente de La Rioja, Alberto Paredes Urquiza; elintendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Gennuso; el intendente de Salta,Gustavo Sáenz; el intendente de Catamarca, Raúl Jalil; el intendente de San Luis,Enrique Ponce, y el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro. Estos sonalgunos de los nombres que aparecen como potenciales candidatos de Cambiemos. Entodos los casos, la negociación está en marcha.¿El gabinete del futuro?Otro de los nombres es el del senador Miguel Ángel Pichetto , una de las llavesfundamentales para lograr los acuerdos parlamentarios. “Merece un reconocimiento;sería un gran candidato para integrar la Corte Suprema”, dijo otro de los integrantes delgrupo reducido que trabaja por las reelecciones de Macri, Vidal y Rodríguez Larreta.Como adelantó ayer LA NACION, Vidal puso en estado de deliberación interna laposibilidad de adelantar el cronograma de los comicios en el distrito más importante delpaís.
La preocupación de la mandataria bonaerense es que atada a Macri su figura no serárelevante. El duelo será Macri contra el kirchnerismo. Y en la provincia CristinaKirchner mide lo que siempre midió: 40 por ciento. “Tiene un nivel de voto muy alto”,reconoce uno de los principales asesores de Vidal.Además de potenciar la figura de Vidal -pese a la caída de la imagen, sigue siendo ladirigente con mejor imagen del país-, separar los comicios provinciales liberaría a losintendentes que solo ven en Cristina Kirchner la seguridad de su continuidad. No tenera Macri ni a Cristina en las boletas les daría una opción para mantener el poder.