El Gobierno “autorizó por equivalencia” el ingreso de vacunas del exterior contra la fiebre aftosa. Lo hizo a través de dos resoluciones del Senasa publicadas hoy en el Boletín Oficial, que exceptúan a esas dosis del cumplimiento de requisitos históricos locales de habilitación y permiten que el control de series comerciales se realice en los países de origen según estándares internacionales. Esta flexibilización del marco regulatorio llega después de que, meses atrás, se acelerara la aprobación de importaciones de biológicos desde países de la región. En ese proceso se generó tensión entre laboratorios de la industria. El ministro Federico Sturzenegger celebró la decisión y aclaró que él mismo estuvo “involucrado” en el proceso.
La resolución 749/2025, firmada por la presidenta del Senasa, María Beatriz Giraudo, modificó la histórica resolución 609/2017 e incorporó el artículo 57 bis, que exceptúa a las vacunas antiaftosa de cumplir con los requisitos de habilitación local siempre que ingresen por el procedimiento de equivalencia creado en 2025. Las cámaras que representan a los laboratorios nacionales optaron por no hacer comentarios al respecto.
“Autorización por equivalencia. Excepciones. Quedan exceptuados de los requisitos establecidos en el artículo precedente los antígenos y las vacunas contra Fiebre Aftosa que estén encuadrados en el proceso de autorización por equivalencia establecido mediante las Resoluciones Nros. Resolución 333/25; Resolución 338/25 y 525/25″, destaca.
Cabe recordar que, en mayo pasado, el Gobierno publicó una rectificación exprés para incluir a Brasil en el listado de países autorizados para la importación de productos veterinarios. En ese momento trascendió que la medida habría sido impulsada desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado y que no fue bien recibida en algunos sectores de la propia administración pública.
María Beatriz Giraudo, presidenta del Senasa
En la práctica, esta normativa reconoce oficialmente que las vacunas contra la aftosa pueden ingresar por la vía de la equivalencia, algo que hasta ahora permanecía implícito o sujeto a interpretación.
Por su parte, la Resolución 750/2025 modificó la resolución 333/2025, que creó el sistema de equivalencia. Así incorporó el artículo 4° bis, que permite que el control oficial de las series comerciales de los productos autorizados por equivalencia se realice en el país de origen, siempre que se empleen estándares internacionales reconocidos, según aclaró el organismo. En otras palabras, el Senasa dejará de repetir en la Argentina el control de cada serie de vacunas importadas y aceptará los ensayos realizados en origen.
Tras conocerse la decisión, Sturzenegger celebró la medida en las redes sociales: “Anticasta I. Pocos temas han merituado tanto trabajo este último año como la liberación del mercado para la vacuna aftosa. He dicho muchas veces que el sistema de castas se construye con un complejo entramado de regulaciones redundantes cosa que, si cae una, el beneficiario del sistema se puede agarrar de otra para mantener sus privilegios”, lanzó.
La resolución 750/2025 modifica la Resolución 333/2025SENASA
Y añadió, desgranando la situación de las vacunas: “En el caso de la vacuna aftosa la necesidad del cambio era imperiosa porque al arranque del proceso el más importante proveedor local vendía la vacuna en Argentina a 4 veces lo que la cobraba en Paraguay (afortunadamente desde ese arranque los precios han convergido sustancialmente). Para darnos una idea de lo que estamos hablando, los ahorros para los productores si pudiéramos acomodar la oferta local a los valores de Paraguay, sería de unos 100 millones de dólares anuales (que como consumidores sería lo que ahorraríamos anualmente en el costo de la carne). Tomando desde 2001 a esta parte y llevando todo a dinero de hoy estamos hablando de un exceso de pago de todos los argentinos de 4000 millones de dólares (números muy groseros para tener una idea). Después llenamos los titulares de los diarios discutiendo si el [Banco] Central vendió 100, 200 o 500 millones de dólares”, apuntó.
Remarcó que las resoluciones 749/25 y 750/25 del Senasa, con firma de su titular Giraudo, “busca ir eliminando estas redundancias que impedían avanzar en abrir el mercado (en esta instancia estamos derribando la quinta y sexta murallas que protegían este mercado)”.
“Veremos si aparecen nuevos obstáculos. La 749 incorpora el régimen de equivalencia en norma de vacunas aftosa y el 750 permite el control de series en fábrica de origen. Cambiar un país luego de 50 años de construcción de un sistema de castas no es una tarea fácil. Solo se necesita convicción, liderazgo y perseverancia. El presidente Javier Milei tiene los tres. Esto, pienso, es en realidad lo que se vota el 26 de octubre. Porque reflexionemos: el privilegio en este mercado está vigente desde el año 2001. Pero ¿alguien dijo algo? ¿Alguna vez alguien se preocupó por el asunto? ¿La voz del sector ganadero se pudo hacer escuchar? Porque cuando uno habla con productores individuales no hay uno que no puteara por este tema. Y cuando digo que no hay uno es que realmente no hay uno. Tuvo que llegar Milei para escuchar el reclamo de las bases”, definió.
Además, agradeció a los funcionarios involucrados: “Por eso pienso que el 26 de octubre votamos si se nos da la oportunidad de seguir peleando estas infinitas batallas en contra de la casta y en beneficio de todos nosotros, o si preferimos mirar para otro lado. Porque recordemos que una de los grandes logros del sistema de castas es que mantiene su abanico de privilegios bajo el radar, facturándonos a cada minuto sin que nos demos cuenta. Por eso decimos que la libertad avanza o el país retrocede. Estas resoluciones fueron posibles por el trabajo conjunto del Senasa, la Secretaría de Coordinación de Producción y la Secretaría de Agricultura del Ministerio de Economía, de Luis Caputo, y del Ministerio de Desregulación”.
Conviene recordar que la negativa a incluir a Brasil en la apertura se basó en un informe técnico al que tuvo acceso LA NACION, fechado el 4 de febrero, en el que el Senasa rechazó la continuidad de pruebas sobre la vacuna antiaftosa Ourovac (serie 0001/23), importada por Tecnovax desde Brasil, tras detectar que el producto no cumplía los requisitos de estabilidad térmica exigidos por la normativa argentina. Durante los controles técnicos realizados entre diciembre de 2024 y enero de 2025, el laboratorio constató la ruptura total de la emulsión a 37°C, lo que inhabilita el lote para avanzar en su proceso de registro y continuar la etapa de prueba. La empresa volvió a presentarse para la aprobación hace un tiempo.